En el repertorio musical de la semana santa hay marchas que tienen conexión con imágenes, actos específicos, personas relevantes, etc. Y en esta ocasión vamos a ahondar en este tema con la marcha “Candelaria” de Manuel Marvizón.
En el extenso abanico de compositores que hoy en día abunda, Manuel Marvizón quizá no sea de los más presentes en el repertorio actual pero sí que es uno de los compositores con mayor relevancia musical dentro e incluso fuera de lo que es la Semana Santa. Probablemente no sea tan popular ya que su estilo no está muy asociado al de Cornetas y Tambores o al de Agrupaciones Musicales porque su música está más ligada al estilo de Banda de Música pero no por ello deja de ser importante.
La vida de Manuel Marvizón Carvallo (Sevilla, 1956) no comienza principalmente en la música pues en realidad comenzó su educación adulta como estudiante de medicina y psicología en la Universidad de Sevilla. Ya a la edad de 24 años, mientras estudiaba en la universidad, fue cuando ingresó en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla para estudiar, armonía, solfeo, piano y arpa. Este cambio radical supuso el surgimiento de un compositor de corazón y alma que ha escrito y sigue escribiendo grandes obras maestras, de hecho, su primera marcha fue “Madre Hiniesta” que es una de las más celebres marchas de la semana santa. Manuel, no solo es un compositor brillante en la música procesional si no que fuera de ésta ha escrito obras para muchos artistas como Los del Rio, María del Monte o Alejandro Sanz entre otros. También para el mundo audiovisual, televisión, publicidad y radio, donde en esta última hay que recordar que la sintonía que utiliza el locutor de radio Carlos Herrera en su programa es de él. Como hemos mencionado anteriormente, su primera aportación musical a la semana santa fue “Madre Hiniesta”, obra que compuso en el año 1997 para su pregón en la Hermandad de la Hiniesta a la cual pertenece. Luego le seguiría “Azul y Plata”, “Candelaria” y un largo etcétera.
CANDELARIA
En el repertorio musical, tan extenso y rico en variedad de estilos, existen grandes maravillas musicales que han pasado a la historia. Marchas que son momentos o lugares y que marcan la vida de las personas a las que les gusta la semana santa. Este es el caso de la marcha procesional “Candelaria” de Manuel Marvizón.
Para saber que es o qué significado tiene esta marcha tenemos que saber que “Candelaria” es, en primer lugar, la imagen de María Santísima de la Candelaria, talla que data del s. XX esculpida originariamente por Manuel Galiano en 1924 y que es propia de la Hermandad de la Candelaria, hermandad sevillana sita en la Iglesia parroquial de San Nicolás de Bari. Por otro lado, el vínculo de la Hermandad de la Candelaria con el locutor Carlos Herrera es principalmente, a parte de su amor a su ciudad adoptiva que es Sevilla y otras cosas, es también porque Carlos Herrera pertenece a la Junta de Gobierno de esta hermandad en calidad de Diputado de Caridad y Obras Benéfico-Sociales.
“Candelaria”, se compuso exclusivamente para el pregón de la Semana Santa de Sevilla que realizó el locutor de radio, Carlos Herrera, amigo personal de Manuel Marvizón, del que ya hemos hablado antes. El encargo salió del propio Carlos Herrera para poner música a ese acto tan importante para él. Como dice el compositor; “Es un traje a medida […] Carlos Herrera es español, amante de la copla, de la Semana Santa, de nuestras costumbres…” La marcha fue lo primero que se escuchó en el pregón realizado por el locutor en el año 2001, adelantándose en primer instante a la ya tradicional marcha “Amarguras” de Manuel Font de Anta que siempre se interpreta en el pregón de la Semana Santa de Sevilla.
La marcha, en Re menor, comienza con una introducción de carácter sobrio, estable, en el que se marcan todos los tiempos para asentar el ritmo de la marcha y que el paso se acompañe de ello. Posteriormente comienza el tema principal que se irá repitiendo durante la marcha de manera clara o difuminada. Un tema muy alegre y apasionado que da el carácter de la obra, abriendo y cerrándola. Como característica de las marchas de “palio”, tras este primer tema, aparece un contracanto en los instrumentos graves propio de este estilo, a lo que podríamos llamar como tema “b”. Esta primera sección de la marcha finaliza con un solo de oboe con tintes de música nacionalista y recordando a la música de los grandes compositores andaluces.
La segunda sección vuelve con el tema principal pero de forma difuminada, con ligeros cambios y con nuevos colores que la enriquecen mucho más. En esta parte, se entiende como un gran puente hacia la parte final ya que va moviéndose en diferentes tonalidades. De esta forma, la marcha sigue creciendo hasta llegar a ese “tutti” final con el maravilloso tema principal donde inevitablemente se arranca siempre con el aplauso del público y finaliza de forma clásica a raíz de un redoble de caja.
En la música procesional siempre se remarca o casi siempre un estilo a través de la típica “cadencia andaluza”. Esta marcha en mayor medida no tiende a buscar esta “marca” y siempre la armonía gira hacia arriba en vez de hacia abajo. De esta manera, se va generando una ligera tensión afable porque nunca suele resolverse, como pasa con la “cadencia andaluza” y le da otro sentido a este tipo de música.
Para finalizar, espero, desde estas líneas y desde este sencillo análisis que este artículo les acerque a la música de este compositor tan bueno que ha dado la ciudad de Sevilla. A continuación les dejo con la marcha para que puedan escucharla y disfrutarla.
Roberto Puche.