Música y lectura. Auroros y música tradicional. Parte I.

Entre las lejas y baldas de estanterías y librerías se encuentran libros curiosos fruto de estudios interesantes y mucha ilusión de sus autores:

Un primer libro es: “Músicas Tradicionales Mediterráneas, lo común y lo diferente”, un texto escrito por Juan José Ruiz Molina, “Pepe Ruiz” como firma en la dedicatoria del día de la presentación en Yecla, allá por junio de 2005, en el acto de clausura del II Ciclo de Conferencias sobre Cultura Judeoespañola. Va acompañado de un CD en el que se desgranan las partituras y los cantos que, detallados van surgiendo a lo largo de las tres partes en las que se divide el libro: “El canto de la Aurora Murciana: patrimonio inmaterial”, “Cerdeña: Música y Canto” y “Música Sefardí: El Círculo Viajero”. Editado y publicado por el mismo autor es una muestra de un trabajo completo en el que han colaborado diversos autores como Liborio Ruiz Molina que hace el prólogo, Salvador Santa Puche que hace la introducción de la parte sefardí, Tonino Puddu de la parte de Cerdeña y Joaquín Gris Martínez que habla de “Los Auroros Murcianos” junto a la música de “Tercios. Taller de Músicas Tradicionales”, Gavino Murgía de Boches de Orune (Voces de Orune), El Coro Nuraghe Majori, Cuncordu de Orosei, Trío Sefarard, completando los agradecimientos: Mario Villoria, Mauricio Romero y Jorge Pamplona.

En una mezcla de partituras, letras, técnicas de canto, conceptos musicales, historia, ubicaciones geográficas de los cantos, explicaciones de los diferentes temas, de las palabras utilizadas, de las formas de canto o de baile cuando es pertinente, el libro, tiene una clara intención pedagógica y al mismo tiempo se nota la pasión del autor por lo que está describiendo con el esfuerzo añadido de hacer que el lector se sienta participe de un conocimiento antiguo y tradicional que compartimos a lo largo de kilómetros y kilómetros con el mar Mediterráneo como eje y centro de los viajes que con la música se pueden realizar, legado de siglos de pisar los mismos escenarios entre todos los habitantes de las orillas de este Mar Nuestro. En el libro agradece el encuentro casual de una grabación hecha por RTVE del repertorio de “La Hermandad de Auroros de Monteagudo” en 1959, la huella de una tradición que ha permitido su análisis y que le ha servido como génesis y complemento de parte de su trabajo.

El CD del libro permite escuchar una de esas músicas que uno puede poner mientras lee un libro, escribe unas letras o cose unos puntos y borda unos dibujos, y que permite a la imaginación volar a esas noches de los primeros días de otoño cercanos al día de la Virgen del Rosario en el que alguien sabía que iba a pasar “La Aurora” por las calles del pueblo con el sonsonete del rezo del rosario bisbiseado, que le daba un aura de misterio, acompañado de la campana que parecía de un solo sonido y con esos cantos sin estridencias y no demasiado elevados que como un murmullo quieren no romper la calma y el silencio de la noche en una especie de “Despertà” muy diferente a la “Diana festiva”; o esos otros cantos que acompañaban, en una infancia más lejana o más escondida, al cura que con el Viático iba a dar la Extremaunción a los enfermos acompañado de uno o dos monaguillos con el incensario que llenaba las calles del aroma de los rituales eclesiásticos; también aparece en la memoria el canto que se le hacía a “la Divina Pastora”, una imagen de la Virgen como “Pastora de almas” que en un cuadro recorría las casas del pueblo, y delante del pequeño altar que se le ponía en cada casa se rezaba cada noche con la concurrencia de todos los vecinos, y se cantaban los cantos o gozos, cuya letra estaba escrita en un libreto o cuadernillo cogido con un cordel al marco de la imagen, con una melodía que solo unos pocos eran capaces de entonar. Cantos y sonsonetes que pertenecen a una tradición oral compartida por pueblos distantes entre sí y que Pepe Ruiz puso en valor en este formato de libro y CD, para que todo aquel que quiera profundizar en estos cantos más antiguos y tradicionales, o simplemente saborearlos, tenga un grado más de conocimiento y para que todo el que lea el libro y escuche la música aprecie el trabajo y el esfuerzo y por supuesto le dé la vida que necesita para que el olvido no sea su homenaje.

Otro libro es “Los cantos de los Auroros de Yecla (s.XVIII-XX). Edición por Coros y Danzas de Yecla”, es un libro coordinado por Miguel Ángel Puche Lorenzo, editado en 2004 por el Ayuntamiento de Yecla-Concejalía de Cultura-Casa Municipal de Cultura, con él se da inicio a una colección que, con el título de “Temas Yeclanos”, empezó a publicarse ese año 2004 conmemorando el “Año Jubilar Mariano” y el “50 Aniversario de la Coronación Canónica de la Purísima Concepción”. El Volumen se abre con unas breves palabras del alcalde Juan Miguel Benedito Rodríguez en las portadillas y sigue con “Introducción” firmado por Coros y Danzas de Yecla-Asociación Regional “Francisco Salzillo”-FACYDE, a la que sigue el texto de una conferencia de Pilar Sánchez Álvarez que con el título “La Cofradía de la Aurora” habla sobre “Los Auroros” en Yecla y las cosas del día a día de la agrupación: origen, historia, temas económicos, ¿cómo se ingresaba en la cofradía?, actividades,… y un tercer texto con el título “El canto de Los Auroros” y subtítulo de “Prólogo” de José Manuel Gil Ortuño en el que habla del vocabulario de los cantos, glosario de términos musicales,… para dar paso a un amplio “Cancionero” que ocupa el grueso de la obra con las letras de los cantos de cada una de las festividades del año litúrgico y de las celebraciones en las que se cantaban, con sus variantes en cada caso, lo que nos permite apreciar el grado de aceptación de unos y otros componentes del santoral desde los muy conocidos arcángeles: San Miguel, San Rafael, a otros como el Niño Pastor, San Fulgencio, San Caralampio, Santa Úrsula, Santa Teresa,… pasando por cantos para las grandes festividades como la Semana Santa, la Ascensión, el Corpus, las Fiestas de la Virgen, la Navidad,… y después los cantos de difuntos, esos cantos que acompañaban al sacerdote cuando iba a dar la extremaunción a los enfermos y que eran como una salmodia recorriendo las calles de los pueblos en medio del silencio sepulcral del miedo y la resignación a la muerte, también, por supuesto, los cantos a la Virgen del Rosario, advocación Mariana sobre la que se origina en muchos pueblos del Levante las cofradías de “Auroros”. En las últimas páginas se detallan unas cuantas partituras, que se unen a las letras de los textos, transcritas por José Manuel Gil Ortuño (actual presidente de la Asociación de Coros y Danzas “Francisco Salzillo” de Yecla). Las fotografías del libro son de imágenes de advocaciones marianas, de santos, de lugares de Yecla, otras de los recorridos de “Los Auroros”,… y también de elementos religiosos y eclesiásticos como rosarios, mantillas, mantos de la Virgen, devocionarios, libros, estampitas o aleluyas, escapularios…

Los Coros y Danzas de Yecla, con más de 80 años de actividad, son una de las muchas “opciones” que han tenido los críos para lo que ahora se llama actividades extraescolares. El primer local que recuerdo estaba en la calle Corredera, un local grande con una puerta de cochera de hierro inmensa, allí con los primeros días de otoño empezaban a sonar villancicos de la mano de Paqui en boca de zagales y zagalas desde tres o cuatro años hasta los más mayores para una gala de Navidad que se hacía en el Auditorio, en la que, por grupos, se cantaban los villancicos tradicionales que con el tiempo se recopilaron en el CD “Pascuas de Navidad”, publicado en 1999, acompañado de un libreto en el que se detallan las letras de cada uno de estos villancicos junto a un importante trabajo de investigación como es la recopilación de un “Romance Navideño” que después incorporaron como representación en las sucesivas audiciones de los días de fiestas de Navidad en la Iglesia del Niño o en escenarios al aire libre. Ese mismo año se publicó “Hécula. Esencia de un pueblo” otro CD con las canciones típicas de baile al que añadir, de nuevo, un trabajo de recopilación de canciones de “Auroros”, romances, salves, gozos y canciones infantiles que son esas letras que se cantaban en los juegos de la infancia y que sirven, año tras año, para que los críos en las representaciones de los Coros y Danzas las aprendan y después las transmitan a otros compañeros dentro y fuera del grupo, o las lleven a los colegios en semanas culturales como parte de la tradición. Este CD de Hécula va, también, acompañado de un libreto con una maquetación muy original que incorpora en el pie de página unas palabras que al pasar las diferentes hojas van conformando unas frases de Azorín y una última de Castillo-Puche, unas páginas donde se detallan las letras de las canciones y los cantos, que ha servido, en momentos puntuales, como libro de estudio para los olvidos de los aprendices de “cantaores y bailaores”. Hay otra publicación en formato cassette, editada en el año 1992 con motivo del 50 Aniversario, que se titula así: “50 Aniversario. 1942-1992” en la que hay catorce canciones de baile del repertorio que a lo largo del tiempo ha tenido el grupo, y se puede apreciar, en comparación con los CD posteriores, las diferentes voces que han colaborado en cada uno de ellos y los diferentes matices que se le han dado a los temas.

M. Esperanza Esplugues M. 

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