En la música procesional, Manuel Font de Anta fue uno de los principales compositores que, aun con poco repertorio para este estilo, dio mayor color y potenció la expresión artística a una música que durante el primer periodo del siglo xx se establecía con un carácter muy solemne y triste.
Manuel Font de Anta proviene de una saga de músicos importantes comenzada por su abuelo José Font Marimont, que fue director de la Banda del Regimiento de Infantería “Soria nº9” de Sevilla, toda una gran institución, y el primero en componer una marcha para la Semana Santa de Sevilla, “La Quinta Angustia”. El padre de Manuel, Manuel Font Hernández de la Herranz, fue el fundador de la Banda Municipal de Sevilla, violinista y compositor y buen instrumentador. El hermano de Manuel, José Font de Anta, estudió en Bruselas y fue violinista y compositor. Ambos hermanos eran uña y carne, pero la popularidad estuvo más del lado de Manuel.
Manuel, nace en los primeros días de diciembre de 1889 en el seno de una familia de grandes músicos, como ya hemos mencionado anteriormente. Estudió música con su propio padre y con Vicente Ripollés y Eduardo Torres, Maestros de Capilla de Sevilla y también con el afamado compositor Joaquín Turina. Años después se trasladó a Nueva York para continuar sus estudios con otro compositor afamado como Jean Sibelius y en París conoció a Manuel de Falla. Independientemente de la música procesional, Manuel fue un gran pianista y director de orquesta y como no, compositor de otro tipo de repertorio musical como obras para piano, canciones para cantantes como por ejemplo Pastora Imperio, Sinfonías o Zarzuelas durante su etapa en Madrid. Dato a destacar es que en 1929 compuso el pasodoble para la inauguración de la Plaza de España de Sevilla por la Exposición Iberoamericana.
Estando Manuel en Madrid, por trabajo, junto con su hermano José en su casa, llegó una carta junto a un tarjetero chino de su padre, Manuel Font Hernández. En el tarjetero chino había dentro cuatro fotos pequeñas de la imagen de la virgen de la amargura y en el papel había escrita una pregunta tajante:
“Ya que a mí me lo niegas, ¿serías capaz de negárselo a ella?”
Este es el momento en el que el padre, le encarga la marcha “Amarguras” a los hijos pero éstos al ser unos reputados músicos no podían hacer frente a este encargo. El padre, en última instancia les envía a los hijos este tarjetero y esa pregunta a la desesperada con el fin de que se rindieran y le escribieran la marcha. El detonante fueron claramente las cuatro fotos de la imagen de la virgen lo que hizo que se compusiera esta marcha.
Hay una cierta incertidumbre en cuanto a la autoría de la marcha “Amarguras”. En el año 1922 se registró a nombre de José Font de Anta una gran cantidad de partituras, porque éste estaba encargado de ello. La historia está más en el lado de José por que se entendía que Manuel, su hermano, en ese momento, era un exitoso compositor que llevaba una vida más ajetreada que José y José, por el contexto de la obra, pudo haber aportado más dramatismo ya que acababa de llegar de Bruselas a casa de Manuel por la pérdida de una mujer, hija de uno de sus profesores, con la que había mantenido relaciones, pero se enteró de que ella falleció en un bombardeo por la guerra que acechaba por aquel entonces y peor todavía es que José se enteró de que su pareja murió con un hijo suyo que no había nacido y que también murió. Por otro lado, el actual director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, D. Francisco Javier Gutiérrez Juan demuestra que la marcha es de Manuel Font de Anta. El día del registro, los hermanos habían hablado y fue cuando José fue va al registro. El motivo fue que tenían que registrarlas cuanto antes porque les iban a editar la música y así poder cobrar los derechos. En el momento del registro, José, tuvo que poner su nombre y firma para poder hacerlo y dejar constancia de ello.
Francisco Javier Gutiérrez Juan, nos aporta una nueva justificación más como por ejemplo que la marcha “Soleá, dame la Mano” se estrenó en Marzo de 1922 cuando no es correcto, porque en 1918 hay prensa que notifica que ya se estrenó la marcha de Manuel Font de Anta, por lo que, otro dato más nos dice que aquel registro que hizo José, es incorrecto en cuanto a autoría se refiere.
La marcha queda firmada por Manuel Font de Anta el 14 de Marzo de 1919. Fue compuesta primeramente a piano y fue el padre de éste, Manuel Font Hernández, quien como buen compositor la instrumentó y la dejó como la conocemos hoy en día y que en 2019 hizo los cien años de edad.
Es de obligado recordatorio hablar de la marcha “Amarguras” de Manuel Font de Anta. Hay infinidad de artículos o incluso videos de programas de televisión o de particulares en los que hacen una referencia clara a esta marcha con una premisa muy concreta y es que; “Amarguras” es considerada el Himno de la Semana Santa de Sevilla. Afirmar esto en una de las capitales donde la Semana Santa es una referencia donde mirar, es realmente sorprendente, pero cuando la propia marcha se interpreta siempre en el pregón de la Semana Santa de Sevilla, cuando es la música que cierra la Semana Santa sevillana con la entrada en su templo de la Virgen de la Aurora, incluso ha traspasado fronteras por su interpretación por la Orquesta Sinfónica de Londres o cantada por cantaores como Enrique Morente, son palabras o hechos suficientes como para afirmarlo con rotundidad.
Manuel Font de Anta, murió asesinado por brigadistas republicanos tres meses después del inicio de la Guerra Civil Española (1936-1939). Manuel tenía un hijo vinculado con la Falange al que fueron a buscar a casa y con la misma se llevaron a ambos para fusilarlos en una tapia, aunque el hijo pudo escapar. Los restos de Manuel están en el cementerio de Sevilla.
Aquí tenéis el enlace para que podáis escuchar la marcha de la que hemos hablado en este artículo:
Roberto Puche Rubio.