En esta ocasión vamos a hablar acerca de Bartolomé Pérez Casas, sin duda alguna importantísimo y reconocido músico, compositor y director de orquesta proveniente de nuestra Región de Murcia. Nació en Lorca en el seno de una familia humilde en el año 1873 y a muy temprana edad comenzó a dar sus primeros pasos en la música de la mano de dos de sus familiares: su abuelo, Juan Casas, y su tío, José María Casas. Estos contaban ya con una trayectoria y un rol musical relevantes en Lorca. De hecho, su abuelo fue director de la banda de la Hermandad de Labradores y en 1854 cumplió su objetivo de que la agrupación que dirigía pasase a ser banda municipal, coexistiendo esta agrupación con otras en ese momento en la ciudad.
Con tan solo 9 años Bartolomé ya formaba parte de la banda de Lorca con el requinto. Unos años más tarde su tío José María, consciente de las facilidades que presentaba su sobrino para la música, lo alentó para que se trasladara a Madrid a estudiar en el conservatorio. Poco después, en 1890, regresó a la Región de Murcia para cubrir una plaza de requinto en la Banda de Música del Tercer Regimiento de Infantería de Marina, en la portuaria ciudad de Cartagena, donde también contrajo matrimonio con Angelita Ros Castelo. Debido a sus deberes castrenses y mientras estos se prolongaron en el tiempo, Pérez Casas no pudo continuar presencialmente en el conservatorio, por lo que se vio obligado a estudiar por correspondencia y de manera, además, autodidacta tanto Armonía como Composición con los profesores Cantó y Felipe Pedrell respectivamente. Será más tarde cuando tendrá la oportunidad de completar sus estudios superiores en el Conservatorio de Madrid.
En 1893 ganó por oposición la plaza de Músico Mayor en la Banda del Regimiento de Infantería de España nº48, lugar en el que estudió, de manera teórica y práctica, las peculiaridades y posibilidades que ofrecían los instrumentos de viento y de percusión que conformaban una banda militar. Los conocimientos adquiridos por Bartolomé durante esta etapa lo condujeron en 1897, superando con gran brillantez el proceso de las oposiciones, a alcanzar el puesto de director de música del Real Cuerpo de Alabarderos, formación que superó su nivel artístico bajo su batuta. Fue a partir de 1901 cuando comenzó a compatibilizar este trabajo con su labor de intérprete como violín 2º en la Orquesta del Teatro Real de Madrid.
Por otro lado, siguiendo la línea cronológica de su vida, cabe destacar que entre 1902 y 1903 compuso un Cuarteto en Re Menor con piano, la cual se estrenó en el Teatro de la Comedia. Pero fue en 1904 cuando fue galardonado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, junto a La vida breve de Manuel de Falla, por su suite murciana de carácter sinfónico titulada A mi tierra. Como se puede deducir de su título, dedicó su creación a Lorca, su tierra natal, y, según entendidos musicólogos, está enmarcada como una de las más grandes obras del nacionalismo español.
Fue en el año 1908 cuando, coincidiendo con la fundación que llevó a cabo de la Sociedad de Instrumentos de Viento, el rey Alfonso XII le encargó la instrumentación y armonización oficial de la Marcha Real, declarada como Himno Nacional de España por Decreto de 17 de julio de 1942, la cual se ha mantenido vigente hasta 1997. Según parece, la primera grabación de su instrumentación fue dirigida por él mismo e interpretada por la Banda de Música del Regimiento de Infantería Wad-Ras nº.53. A partir del Real Decreto del 10 de octubre de 1997, momento en que el Reino de España adquirió los derechos de autor de la Marcha Real (hasta ese momento pertenecían a los herederos de Pérez Casas), la versión sinfónica oficial pasó a ser la realizada por Francisco Grau, que es la que perdura hasta nuestros días.
En 1911 decidió solicitar su baja en el ejército para dedicarse a la docencia en el Real Conservatorio Superior de Madrid tras obtener plaza por oposición como catedrático de Armonía. Allí impartió clases hasta su jubilación a distinguidos músicos como Adolfo Salazar y Victorino Echevarría (antiguo director de la Banda Municipal de Madrid), entre otros.
En 1915 fundó y dirigió la Orquesta Filarmónica de Madrid, formada por profesores y músicos de la Banda de Alabarderos, cuyo objetivo era difundir y fomentar la música sinfónica. Tanto fue así que los conciertos que realizaron fueron los primeros de música sinfónica retransmitidos a través de la radio, en los que sonaban composiciones del momento como La Mer y La Valse de Debussy o el famoso Bolero de Ravel.
En 1925 la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando lo nombró Académico Numerario, cuyo discurso de ingreso trató sobre el tema “Los conciertos como signo de cultura musical en los pueblos”.
En el año 1938 fue nombrado director de la Orquesta Nacional de España y ocho años más tarde fue designado comisario general de la Música en el Ministerio de Educación Nacional, puesto que ocupó hasta el momento de su muerte en 1956.
Su ciudad natal condecoró a este lorquino ilustre con el nombramiento de Hijo Predilecto de la localidad. Además, una calle de la ciudad porta su nombre junto a una escultura que le rinde homenaje, así como un instituto de Educación Secundaria recibe también el nombre de tan grande músico.
Así, podemos afirmar a viva voz que Bartolomé Pérez Casas fue uno de los músicos murcianos más admirados en todos los círculos culturales de la época e indudablemente una de las figuras más importantes de todo el siglo XX.
José Luis Palao Azorín.
A continuación, a través de este enlace, pueden acceder al catálogo de obras de Bartolomé Pérez Casas en la página de la Biblioteca Nacional de España:
https://datos.bne.es/persona/XX1024688.html
Webgrafía:
- Real Academia de la Historia:
https://dbe.rah.es/biografias/5379/bartolome-perez-casas
- Región de Murcia digital:
https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,82,c,373,m,1935&r=ReP-2248-DETALLE_REPORTAJESPADRE
https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,64,c,373,m,1871&r=ReP-27451-DETALLE_REPORTAJESPADRE