Entrevista al padre Vicente Esplugues Ferrero

vicente_160La Revista Diapasón estrena la sección de Vicente Esplugues, dedicada a él, al padre Vicente Esplugues Ferrero, con quien aprenderos de una manera muy especial sobre música. Y para comenzar la sección, les ofrecemos una entrevista realizada al Padre Vicente Esplugues a cargo de la colaboradora Esperanza Esplugues:

Charlamos con el padre Vicente Esplugues Ferrero, miembro de la Fraternidad Misionera “Verbum Dei” que desde el 2003 realiza su labor en la Parroquia Nuestra. Sra. de las Américas de Madrid, de la que fue nombrado Vicario en 2007.

Es un gran aficionado a las redes sociales, tiene una página de Facebook muy activa y los blog de “escuelillas de vida” y “echad la red”, en ellas expone, desde hace muchos años, sus homilías de los domingos en la parroquia y las charlas semanales de su “escuelilla de oración”. Además estas últimas las ha plasmado ya en dos libros, el segundo con el sugerente título de “Dureza y ternura”. Es también un gran aficionado al fútbol y a su Valencia que tiene una frase de ánimo y motivación “Amunt Valencia” totalmente extrapolable a la vida del día a día en eso de venirse a arriba, de intentar siempre levantarse.

Es noticia en diferentes medios informativos por su enorme conocimiento de la música heavy metal y por sus aficiones musicales reflejadas en la foto de portada de su blog. En su curioso currículum hay sitio para la faceta de colaborador del programa de Radio Nacional “Esto me suena. Las tardes del ciudadano García”, todos los lunes sobre las 16’40 horas con su propia sección “La sotana metálica”, una aportación del músico que lleva dentro al conocimiento de un tipo de música menos difundido desde su perspectiva existencial, desde la cotidianidad de su fe, siendo otra versión de vivir la música.

P. Lo primero, nacido en tierra de músicos, Valencia, no ha sido, sin embargo, una ocupación en los antecedentes familiares ¿quién te enseñó a conocer la música y qué forma parte de tu día a día?

R. Pues es verdad que mi padre tocó el clarinete cuando era joven. Pero mi afición a la música nace de mis hermanos que escuchaban en sus años de estudios y de universidad toda la música protesta que les llegaba, Raimon, Serrat, Lluís Llach, Víctor Jara, Quilapayun y toda esa música cargada de protesta y de revolución. Mi acercamiento al heavy fue por los amigos de la calle. Me fascinó desde el primer momento el disco de Barón Rojo “Larga vida al Rock and Roll”. Y de Obús: El que más.

P. Una familia, por otro lado, de raigambre cristiana y comprometida, ¿cómo se juntan en una misma mesa todas estas características?

R. Pues yo creo que las letras de las canciones que me ponían mis hermanos eran de carácter social. Y el heavy también tiene un alto componente de crítica social. Luego vino mi acercamiento a la fe, que me dio claves para decidir por dónde dirigir mi vida.

P. ¿Qué crees que aporta la música a la existencia individual o colectiva de las personas?

R. Es como la banda sonora de lo cotidiano que vivo. Hay música para cada situación, para los momentos festivos, para el subidón, para la exaltación de la amistad, para el enamoramiento, para la pasión, también para expresar la rabia, el dolor. A mí la música me acompaña en todos los momentos de mi vida.

P. ¿Has estudiado en alguna escuela, conservatorio, con algún profesor o eres autodidacta?

R. Soy un oyente aplicado desde los 12 años. La guitarra aprendí a “rascarla” un poco en mi comunidad misionera, al lado de algún compañero que sabía tocar y me dió unas nociones básicas.

P. ¿Has formado parte de algún grupo con amiguetes, o de alguna banda de las que participan en las fiestas y que son tan famosas por los pueblos de la Comunidad Valenciana?

R. Me hicieron una prueba como vocalista en un grupillo en Madrid. Era muy colega del bajista y me insistió que fuera a la prueba. Me quedé hecho polvo cuando me enteré que las letras eran en inglés. Al día siguiente me dijeron por mail que gracias pero que seguirían buscando.

P. ¿Cómo llegaste a decantarte por este tipo de música? ¿Dónde la escuchaste por primera vez o qué te hizo conocerla y fijarte en ella para hacerla tu enseña?

R. Pues la primera fue “Con las botas sucias” de los Barón Rojo. La escuché en Aplauso, un programa de música que hacían en la tele. Me quedé totalmente abducido por esas guitarras y esa batería. Y la letra me encantó. A partir de ese momento el rock y el metal me han acompañado.

P. ¿Cómo se llama realmente música heavy, heavy metal? ¿Quién le puso el nombre y por qué? Cuenta un poco de la historia y los orígenes.

R. Se atribuye a Black Sabbath el ser el primer grupo de Heavy Metal de la historia. Tuvo unos grupos que prepararon el terreno, como Led Zeppelin, o Deep Purple, pero eran más melódicos. La afinación de las guitarras, la distorsión de los amplificadores, la temática oscura de las letras son las que diferencian a Black Sabbath. El Heavy Metal nace en Inglaterra en los barrios periféricos e industriales de las grandes ciudades, pero pronto sufrió una explosión que llegó a los cinco continentes.

P. ¿Qué crees que aporta el movimiento heavy metal a la Historia de la música y a los músicos en particular?

R. A nivel social es la música que escuchamos los de las periferias. No los niños ricos y triunfadores, que son guapísimos, tienen moto, y pueden ir de fiesta a las discotecas caras. Es la música de los obreros, de los inadaptados, de los últimos, de los rebeldes, de los inconformistas, de los transgresores. A nivel musical abre un horizonte nuevo a la guitarra eléctrica, la dignifica, la vuelve instrumento venerado por multitudes. A nivel de vocalistas supone innovar en unos registros impresionantes, de voces agudas, o guturales, o melódicas. Los “baterías” tienen que innovar con el doble bombo, con la velocidad, los ritmos frenéticos, la resistencia física.

P. ¿Crees que hay alguna característica proveniente de la música heavy que se haya popularizado en la música de otros estilos?

R. La estética a veces se ha convertido en un icono. Los pelos largos, las letras de los anagramas de los grupos como AC/DC, o Motorhead. Creo que la forma de tocar la guitarra ha trascendido a otros tipos de música. También la forma de los “macro conciertos” y festivales al aire libre.

P. ¿Crees que es verdad la leyenda urbana de que las mejores baladas están en el heavy y en el rock más duro?

R. Sí, yo comparto esa opinión. Es la mezcla entre dureza y ternura. Muy románticas para mirar a los ojos a tu pareja y expresarle todo el amor que se siente.

P. ¿Cómo te va con las guitarras? ¿Las utilizas en las celebraciones? ¿Te gusta acompañar la parte eclesiástica con música siempre que se puede?

R. Yo delego en quien sabe hacerlo bien. Tenemos un coro en la parroquia con dos guitarras, un ukelele, cajón flamenco, armónica, que es una delicia.

P. Desde siempre estamos acostumbrados a oír música en las Iglesias, y muchas veces el tipo de música que se oye nos hace darnos cuenta de la formación de los celebrantes, ¿crees que esta transparencia hace que seamos más receptivos a las innovaciones en la música que acompaña estos eventos?

R. Yo en el espacio musical no influyo. Yo confío totalmente en la gente del coro y no interfiero. Pero si se me ocurre alguna sugerencia se las hago.

P. ¿Qué te parece las adaptaciones de canciones laicas al cantoral eclesiástico?

R. A mí no me gusta ponerle etiquetas a nada ni a nadie. La música o es buena y transmite o es un rollo. Yo creo que hay que buscar lo que mejor exprese lo que se quiere transmitir. Yo estoy abierto a incluir canciones aunque no salgan de un compositor cristiano.

P. ¿Has adaptado algunas canciones heavy a las celebraciones como en otra época se adaptaron canciones de Joan Báez o de Lluís Llach? ¿Crees que hay canciones heavy que se podrían cantar en la Iglesia sin que nadie se sintiera ofendido?

R. Una que hemos tocado en la parroquia es de Extremoduro «Ama, ama, y ensancha el alma». También ha sonada Metallica y su «Nothing else matters». Las más rápidas, creo, que de momento no caben.

P. No sé si has estado alguna vez en Taizé, allí la música con frases cortas de latín inunda el ambiente de las celebraciones imprimiendo un carácter de compañerismo entre todas las nacionalidades que comparten estancia, ¿es el latín todavía la lengua mater a la que recurrir como elemento unificador y al mismo tiempo diferenciador en la música de las celebraciones? ¿Te parece que utilizar el latín sería un buen intento de universalizar una lengua como fue y es el esperanto?

R. Hay espacios donde el latín tiene cabida. Es volver a un pasado importante en la historia de la Iglesia, pero creo que entre los jóvenes es mejor utilizar la lengua en la que se entienda lo que se canta.

P. En “La sotana metálica” hablas de heavy y de aspectos de la vida, hasta has dedicado alguna colaboración a hablar de fútbol en el heavy, ¿qué crees que hace que casi todos los temas estén en canciones heavy?

R. La producción de música es amplísima por eso se abordan todos los temas que afectan a la condición humana.

P. De la gente que has conocido en los programas o en tu faceta de músico ¿quién te ha impresionado y te ha dejado huella?

R. Los músicos que he tenido la oportunidad de conocer todos me han dejado muy buena impresión. Al que más conozco es a Vicente Feijoo guitarra y cantante de Zarpa una de las mejores bandas que admiro del Heavy Metal nacional, por su humildad y por su capacidad de trabajo. Y son valencianos.

P. Y en los otros aspectos de la vida ¿qué personas creen que dejan o han dejado marcas en ti? ¿Y quién ha dejado o va dejando esa sensación en la sociedad actual?

R. Hay muy buena gente que invierte sus mejores energías para mejorar el mundo que tenemos. Una persona que me fascina es el Papa Francisco, por su libertad y por su cercanía.

P. ¿Has conocido a cantantes y a músicos?, ¿les sorprende tu oficio?, ¿hay algunos que consideres amigo y con los que compartas cervezas y charlas?

R. Sí, a algunos les digo que soy cura, a otros no da tiempo pero al hablar de música la verdad es que da igual, somos personas que vibramos con el mismo tipo de ámbito cultural.

P. ¿Y anécdotas? ¿Te habrán pasado muchas? ¿Hay alguna que se pueda contar?

R. Con el “batería” de los Mojinos Eskozios, al decirle que era cura se moría de risa, porque acababa de tocar una canción que se llama: «Me cago en el cura», pero todo en clave de humor sano.

P. Este año estuviste en el Viña Rock, como colgaste en tu Facebook, ¿te gusta ir a conciertos, festivales o eventos musicales?

R. Sí que lo gozo cuando puedo, lo que sucede es que a veces por problemas de agenda no puedo ir, pero a la menor oportunidad que tengo allí que voy.

P. ¿Qué te parecen la proliferación de festivales y qué aportan a la música?

R. Es un negocio, para eso se programan pero es una oportunidad de ver a los grupos que te gustan en directo. Es la forma de que la música permanezca.

P. ¿Cuál recomendarais para conocer la música heavy?

R. El “Leyendas del Rock” que se celebra en verano en Villena, ahí están casi todos los grandes grupos nacionales y extranjeros.

P. Tu segundo libro de Escuelilla de vida lleva el título de “Dureza y Ternura”, es un guiño a la música que te gusta, ¿no? ¿De qué hablas y a quién va dirigido?

R. Es una recopilación de escritos que semanalmente comparto con mi comunidad aquí en Madrid, son reflexiones sencillas sobre nuestra vida, y como la Palabra de Dios es capaz de iluminarlas.

P. Estas letras puede que la lean, aparte de los profesores y músicos de la Escuela, padres de alumnos e incluso algún alumno ¿qué les dirías?

R. Está demostrado que las personas que tocan algún instrumento musical tienen un nivel de inteligencia superior y una mejor capacidad de descubrir la belleza. Y es una escuela de sociabilización. Por eso animaría a que dediquen tiempo a tocar la música que les sale del alma.

P. ¿Crees que es bueno que los pequeños de la casa tengan pronto relación con la música? ¿Consideras buen método aprender cualquier asignatura con la música: los números, las tablas de multiplicar, los colores, otros idiomas e incluso las oraciones? ¿Crees que hay muchas canciones que tienen fines educativos fuera del material escolar?

R. La música siempre es capaz de crear un ambiente de atención y de alegría. Yo creo que sirve para muchas cosas, incluida la educación.

P. Bueno, es hora de despedirse, aunque estaríamos charlando más tiempo porque no creo que a nuestro interlocutor le faltaran respuestas a las preguntas que siguiéramos haciéndole, pero habrá que terminar, dinos alguna recomendación de canciones que te hayan gustado o te hayan impresionado y otras que hayan dejado huella para siempre en tu memoria.

R. Las 5 que siempre digo que son top para mí: «Distancia» de Habeas Corpus. «Concierto para ellos», de Barón Rojo. «Corazón de Mimbre», de Marea. «Herederos de un Imperio», de Zarpa. «Hay Dolores», de Reincidentes.

Estas palabras se quedarán en la revista Diapasón, ahora digital, antes en papel físico de la Escuela de Música de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, en la que José Miguel te invita a colaborar con tus escritos. Si se echa una mirada a lo ya publicado aparecen entrevistas muy sesudas, algunas más informales, como pretende ser esta, y muchas aportaciones valiosas al trabajo musical que se realiza en la Escuela y en Yecla, sin olvidarnos de las interesantes colaboraciones de músicos que viven y ejercen su trabajo fuera de Yecla y de personas que han tenido alguna relación con la Escuela, intentando abarcar todos los campos entre los que se divide un movimiento tan amplio como es la música, por eso y debido a la curiosidad y a la posibilidad se plantea esta entrevista. Esperamos verte pronto compartiendo tu saber en estas páginas electrónicas.

M. Esperanza Esplugues M. Yecla 29.Septiembre.2015 -Día de San Migue

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