Elías Ibáñez Lax comenzó a los 8 años sus estudios de clarinete en la Escuela de Música de Yecla, continuando su formación posterior en los Conservatorios de Villena y Murcia, y finalizando sus estudios superiores de clarinete en el Conservatorio Superior de Música de Murcia.
Desde el año 1983 y hasta la actualidad es componente titular de la Banda de Música de la Asociación de Amigos de la Música de nuestra ciudad y profesor de Clarinete en la Escuela de Música de su ciudad natal.
Hablamos con él para conocer más de cerca su inquietud compositiva. Entre su catálogo de composiciones podemos encontrar obras para Banda, especialmente marchas de procesión y pasodobles, así como otras formaciones como Orquesta Infantil, Banda Juvenil, arreglos y transcripciones.
Esto es lo que nos ha contado:
P.- ¿Cuándo y cómo surge tu interés y curiosidad por la composición?
R.- La verdad es que mi curiosidad por la composición, la recuerdo desde niño, siempre cogía la flauta dulce y con ella me inventaba melodías, incluso todavía tengo libretas de música con las composiciones que iba realizando, aunque he de reconocer que eran como pequeñas imitaciones de obras que me gustaban de pequeño y de los compositores que escuchaba. Esos fueron mis primeros contactos con la composición, fue más adelante cuando realmente sentí el gusanillo por la composición, y comencé con pequeñas piezas y poco a poco hasta el día de hoy.
P.- Dentro del mundo de la composición, ¿a quién admiras y qué estilo o influencias te gustan más?
R.- Desde mis inicios en la música, siempre me ha gustado mucho un compositor, uno de los grandes autores rusos, el genial Tchaikovsky, y siempre me ha venido a la mente su música, para mí siempre ha sonado grandiosa. Con el paso del tiempo, he ido conociendo a muchos y diferentes compositores, especialmente me han gustado los que se han centrado en escribir para banda de música, como podría ser Franco Cesarini, quien me maravilló desde el momento que descubrí sus obras. Aunque no puedo decir que tenga influencia de nadie, ya que mi música es muy humilde comparado con los grandes músicos que antes he nombrado, aunque quizás por el hecho de que el estilo que me ha dado mayores alegrías son las obras dedicadas a la semana santa, podría decirse que el compositor que más me ha influido en esta campo de la composición ha sido Abel Moreno.
P.- Tu música ya tiene relación con las grandes fiestas de nuestra ciudad mediante himnos principalmente. Nos gustaría recordar contigo tus aportaciones compositivas en la música de las Fiestas de la Virgen y las Fiestas de San Isidro, ¿qué destacarías de ellas?
R.- Lo primero que escribí un poco en serio, fue un pasodoble para una peña de San Isidro, “Los Lobos», yo diría que más que un himno era un pasodoble festero, siendo lo primero que se tocaba por la calle mío, y fue bastante gratificante, aunque visto con la perspectiva actual, pienso que fue un poco atrevido por mi parte, aunque creo que el resultado no fue malo.
En referencia a las Fiestas de la Virgen, hice el himno de la Escuadra “ Minerva», encargo que cuando me lo propusieron me dió mucha alegría y a su vez miedo, por poder cumplir las expectativas que depositaron en mí persona, pero creo que finalmente el resultado fue bueno, eso pienso….jajaja… intenté hacer un pasadoble-himno, con un carácter marcial y final tipo pasodoble festero. El problema me surgió al tener que poner la música a una letra, fue sin dula la parte más complicada de dicho trabajo.
P.- También has compuesto obras para diferentes formaciones como orquestas infantiles o bandas juveniles. Concretamente el pasado año 2017 tu obra para orquesta infantil “Marches entre les cordes” obtuvo el Primer Premio en el Concurso de Composición Música Jove, y tu obra para Banda Juvenil titulada “Los sentimientos” fue finalista en el mismo concurso. ¿Qué nos puedes contar de estas dos piezas y de algunas de sus diferencias?
R.- El cuento de los sentimientos tiene una historia curiosa, originalmente lo escribí para cuarteto de clarinetes, para un concierto que teníamos que hacer en Yecla, en el Ciclo “Aula de Conciertos”. El día del concierto era el Día del Libro, y se nos ocurrió el terminar el concierto con un pequeño cuento con música; sin pensarlo me puse manos a la obra, y no salió nada mal… con el paso de los meses pensé en instrumentarlo para banda juvenil y lo presenté al concurso citado y quedé entre los finalistas, es una pieza en donde la música intenta describir lo narrado en el cuento.
En cuanto a la obra para orquesta infantil, la verdad es que fue la primera vez que escribía para cuerda, y el resultado fue fantástico, me resulto más sencillo de lo que al principio pensaba, ya que vengo de una formación de viento y no estoy acostumbrado a esta instrumentación. Las diferencias entre ambas obras son muchas, una es muy íntima (la de cuerda) y la otra (cuento) es descriptiva y con una sonoridad muy amplia.
P.- De momento, en el género procesional encontramos el grueso de tus composiciones, con las marchas La Chicotá, Santo Entierro, La Pasión Conquense o Páter Noster. ¿Qué notas al programa utilizarías para describir estas composiciones?
R.- Son marchas totalmente diferentes entre sí, la primera que escribí fue la de “Santo Entierro», era mi primera incursión en este mundo, y en la misma estuve muy influenciado por las marchas del estilo levantino. “La Chicota» es totalmente de estilo andaluz, del tipo de las denominadas marchas de palio, y donde los ritmos andaluces están muy bien identificados en ella. “La Pasión Conquense» yo la definiría como un experimento musical, donde hay mezclados estilos diferentes. Y La ultima “Pater Noster», es una obra a la que le tengo mucho cariño, creo que es la mejor trabajada y de la que me siento más feliz cada vez que la escucho.
P.- Por otro parte, y en cuanto al género del pasodoble se refiere, en el año 2012 se estrenó “El Guti” y en diciembre del año 2017 aumentabas tu catálogo de composiciones con un pasodoble “con garbo” titulado Blan.Per.Mo. ¿Qué significan y cómo describirías estos pasodobles tan especiales?
R.- El pasodoble de “El Guti” fue una gran alegría para mi, por el resultado final, la idea era hacer un pasodoble con tintes festeros, y destinado a ser interpretado en la calle, y que la gente pudiera reconocerlo al escucharlo, y creo que ese objetivo finalmente se ha conseguido.
La idea de este pasodoble surgió como una apuesta, Antonio “El Guti», me lo comentó un día en plan broma y yo sin pensarlo dos veces me lance a escribirlo; sé que para él fue y será algo que no podrá olvidar, y yo con eso ya me siento realizado, aunque como casi todo en la vida, al principio cuesta mucho el que se toque.
El pasodoble “Blan.Per.Mo” es muy especial para mí, ya que está dedicado a mi compañera de vida, intenté hacer un pasodoble que tuviera “garbo” para el desfile, de ahí el subtitulo, y la verdad es que pienso que lo logré, es un pasodoble más elaborado que el anterior, y para mí muy especial.
P.- Por último y para conocer tu opinión y sensaciones al respecto, ¿qué se siente al escuchar muchas de tus composiciones interpretadas por “tu Banda”?
R.- La verdad es que es algo indescriptible cuando algo que yo he escrito suena en una banda y si esa es la mía, es algo maravilloso, no sabría muy bien cómo describirlo, aunque siempre me sucede que la primera vez que se ensaya, tengo bastantes nervios, tengo dudas por si no será lo suficiente buena y si gustara a no, pero siempre es maravilloso el escucharla interpretada por mi banda, por lo que vuelvo a dar las gracias a todos mis compañeros y especialmente a su director y amigo de la infancia Ángel Hernández Azorín, por darme siempre la oportunidad de poder probar mis piezas con la Banda.
Cecilia Ortuño.