PIERRE BOULEZ: LAS SONATAS PARA PIANO

Pierre Boulez (1925-2016) fue un compositor, director y escritor francés. Ha sido una de las figuras musicales más importantes de los últimos tiempos, siendo ya en los años 50 un reconocido y joven compositor de vanguardia (especialmente en la Escuela de Darmstdat). Destacó principalmente por su dominio de la técnica del Serialismo integral, un proceso compositivo nacido a partir del dodecafonismo de la Segunda Escuela de Viena, utilizado por Schönberg –que prefirió siempre el término atonalismo-, Alban Berg y Anton Webern.

Si en el dodecafonismo se ordenaban los doce sonidos de la escala cromática creando una serie a partir de la cual componían la obra, en el serialismo integral se crea una serie con todos los elementos del sonido –no solo las alturas, sino también las diferentes dinámicas, matices y articulaciones- creando una música totalmente determinada, limitada y calculada a partir de estas series. Así, con epicentro en la escuela de verano de Darmstdat (Alemania) y entre sus principales exponentes Boulez y Stockhausen, se popularizó el serialismo integral como la antítesis de la música aleatoria –basada en el azar- con la que destacó John Cage en EEUU tras la Segunda Guerra Mundial.

Paradójicamente, la decisión de controlar y predeterminarlo todo daba como resultado sonoro algo muy parecido a la música aleatoria, además de ser un proceso compositivo limitado por su propia naturaleza. Posteriormente, el lenguaje de Boulez fue evolucionando llegando a componer con aleatoriedad controlada (dejando cierta libertad al intérprete) y siendo pionero en la transformación electrónica de música instrumental a tiempo real.

Su intensa carrera compositiva, en la que demostró ser un gran maestro siempre en la vanguardia, no estuvo exenta de polémicas declaraciones donde tachaba a grandes compositores por posiciones excesivamente “conservadoras” y fue durante largo tiempo criticado por ser demasiado dogmático e inflexible. Boulez fue un músico de convicciones muy fuertes que, a pesar de su carácter, demostraba siempre un fino y divertido sentido del humor.

Como director de orquesta, fue uno de los más destacados, siendo director principal de la New York Philarmonic, la BBC Symphony Orchestra y el Ensemble Intercontemporain, entre otros. Su gusto musical también se vio reflejado en la música que dirigía siendo famoso por sus interpretaciones de la música del siglo XX y negándose en ciertas ocasiones a dirigir música que no le era de su agrado. Su labor como divulgador de la música contemporánea fue muy importante siendo fundador de instituciones como el Domaine Musical, el IRCAM (Instituto de búsqueda y coordinación acústico/musical), el Ensemble Intercontemporain o el Lucerne Festival Academy.

La obra para piano solo de Boulez no es tan numerosa como su obra para orquesta o ensembles pero es igualmente de una calidad incuestionable. Compuso para este instrumento solista 12 notations (1946), Sonata nº 1 (1946), Sonata nº2 (1947-1948), Sonata nº3 (1955-1963), Incises (1994 y con una segunda versión en 2001) y Une page d’éphéméride (2005), además de otras obras menores fuera de catálogo. Con tan solo 21 años Boulez dominaba a la perfección el instrumento y la técnica compositiva del serialismo integral del cual fue su máximo exponente. Tras su tercera sonata para piano, en plena madurez compositiva, tuvo un gran periodo en el que se dedicó esencialmente a la música electrónica y orquestal, vocal y para ensembles instrumentales, siendo llamativa la escasez de obras para instrumentos solistas en su última etapa.

Pero llama todavía más la atención el hecho de que escribiera tres sonatas para piano solo. Es bien sabido que Boulez no era gran amigo de las formas tradicionales en música, como lo es la sonata, ejemplo de ello son los títulos de sus obras (Le marteau sans maître, Pli selon pli, Structures, Notations…), que normalmente no tienen que ver con las típicas formas musicales a excepción de algunas como las Sonatas o los Estudios (1952) para cinta magnética.

La primera Sonata para piano se compone de dos movimientos (Lent – Beaucoup plus allant y Assez large – Rapide) y dura un total de 10 minutos. La compuso con tan solo 21 años y se considera su primer gran trabajo serialista junto con su Sonatina para flauta y piano.

-Enlace a Sonata nº1 de Boulez, por Pierre-Laurent Aimard: https://www.youtube.com/watch?v=xmpvx16qGJU

En ella se puede disfrutar de un gran contraste de matices y caracteres íntimamente relacionado con la música de Webern, uno de los principales exponentes de la Segunda Escuela de Viena, y sin duda el mayor referente que tuvo a la hora de desarrollar el dodecafonismo hasta la técnica serial. También es evidente la influencia de quien fue su maestro el compositor francés Olivier Messiaen (del cual Pierre Boulez admiró su obra Modes de Valeurs et d’intensités). Aunque la forma sonata es una forma consagrada a la que los compositores suelen dedicarse en su plena madurez, Boulez se aventuró en ella a muy temprana edad regalándonos una de las maravillas de la música serial. Además, suele relacionarse el hecho de que el mayor exponente en sonatas para piano de toda la historia, que fue Beethoven, escribió su última Sonata op. 111 con dos movimientos, y esta primera sonata de Boulez tiene paralelamente el mismo número de movimientos.

La segunda Sonata para piano de Boulez fue una de las grandes obras con las que adquirió mayor fama y reputación y que escribió con solo 23 años. Consta de cuatro movimientos (Extrêmement rapide, Lent, Modéré-presque vif, Vif) y se trata de una obra de gran dificultad –calificada como intocable por muchos pianistas- y aproximadamente 30 minutos de duración. Estrenada en 1950 por Yvette Grimaud en París, cuando ese mismo año entabló amistad con John Cage en EEUU la estrenó allí el célebre pianista David Tudor (famoso sobre todo por estrenar la obra de Cage). Anecdóticamente, se ha llegado a decir que la genial pianista Yvonne Loriod se echó a llorar cuando pensó en la posibilidad de tocarla al ver la partitura y pensar en la enorme dificultad de la obra.

-Enlace a Sonata nº 2 de Boulez, por Pollini: https://www.youtube.com/watch?v=KbF2996shIU

Beethoven también fue en esta sonata un referente para Boulez, y el tema fugado de la sonata op 106 “Hammerklavier” está sugerido al principio de esta segunda Sonata. La forma de desarrollo compositivo que utilizó Beethoven es fuente de inspiración para el joven Boulez que no sólo criticaría a los creadores que no tenían un lenguaje suficientemente vanguardista y progresista sino también a los que no continuaran con el legado de grandes maestros como Beethoven por simple miedo a la comparación. Tenía tanto carácter Boulez con respecto a su posición artística que fue muy duro en declaraciones contra otros compositores como quien fue su propio maestro por aquella época, Olivier Messiaen, a quien apreciaba pero tildaba como alguien demasiado conservador.

Aunque esta segunda Sonata probablemente sea difícil de escuchar para un oído poco acostumbrado al lenguaje serial, es apasionante descubrir con cada nueva escucha detalles de gran sofisticación. Quizás para escuchar de forma más placentera, podríamos pensar en un joven genio que amaba sobre todo la música y que creía firmemente en que ella, y es así como su música, como su carácter, poseía una fuerza arrolladora.

La Sonata para piano nº3 (1955-1963) fue estrenada por el mismo Boulez en Colonia (Alemania) en 1958 con la versión original de cinco movimientos. Sin embargo, solo publicó dos de ellos y un fragmento de un tercero en 1963 porque la obra completa no llegó a cumplir sus exigentes expectativas. Los movimientos son Antiphonie, Trope, Constellation, Strophe, Séquence, de los cuales publicó Trope y Constellation-Miroir.

– Enlace a Sonata nº 3 de Boulez, por Paavali Jumppanen: https://www.youtube.com/watch?v=Lb-bqejWmPk

Esta sonata es muy particular ya que, aunque Boulez fue reconocido en primera instancia por su música serial, aquí explora el recurso de la aleatoriedad (incluyendo fragmentos de azar donde otorga cierta libertad al intérprete), una técnica contraria al serialismo – donde no se otorga ningún tipo de libertad interpretativa y está todo estrictamente calculado. Se trata de una investigación acerca de la “forma abierta” dejando no sólo fragmentos con cierta libertad al intérprete sino en manos de éste también el orden de ejecución; por ejemplo, el primer movimiento Trope está dividido en cuatro secciones (Texte, Parenthèse, Commentaire y Glose) que se pueden interpretar en distinto orden. Así, el pianista debe orientarse a través de este compendio de secciones encontrando una especie de “ruta” y cada interpretación tendrá una sonoridad y sobre todo una estructura diferente.

La forma de escribir de Boulez, tanto en música como en sus escritos sobre música –con los que afortunadamente contamos-, resulta en primera instancia difícil de comprender pero es muy bello ir descubriendo poco a poco lo que desentraña toda su reflexión estética. Desmintiendo la imagen preconcebida que se tiene de él como un compositor calculador, exclusivamente matemático y frío, Boulez reflexiona acerca de lo que significa la técnica artística para él consiguiendo un resultado indudablemente poético.

[…] En efecto, la “técnica” no es ese peso muerto que hay que arrastrar detrás de nosotros si queremos pasar a la posteridad. La técnica es este espejo exultante que se forja la imaginación, que le remite a sus propios descubrimientos; la imaginación, cuando inventa, no sabría apoyarse simplemente sobre el “instinto” sin arriesgarse a ser débil.

Que nuestra imaginación afila nuestra inteligencia, y que nuestra inteligencia asegura nuestra imaginación: sin esta reciprocidad de acción, la investigación tiene todas las de ser quimérica. Por ello, antes de abordar la forma, intentamos conseguir una síntesis de la técnica actual, para poder actuar con conciencia y libertad: lejos de ser un peso para nosotros, este equipaje nos servirá de viático y provocará en nosotros la especulación. Se ha repetido numerosas veces: la música es una ciencia tanto como un arte; ¡quién sabrá fundir estas dos entidades en un mismo crisol si no es la Imaginación, esta “reina de las facultades”! *

Carolina Santiago Martínez.

*Fragmento extraído del final del libro Pensar la música de hoy en día de Pierre Boulez.

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