HACIA EL DÉCIMO ANIVERSARIO
Por Tomás Martínez.
La capital murciana merece un festival como el SOS 4.8, aunque, la administración pública, concretamente la Consejería de Cultura de la Región de Murcia (principal propulsor del evento) debería estudiar nuevas fórmulas para celebrar el próximo año el décimo aniversario de un festival que ha puesto a Murcia en el mapa nacional de eventos culturales y que está aportando a la región una promoción importante dentro del ámbito cultural, artístico y turístico.
Sin embargo, este año el SOS no ha sabido conquistar a un público fiel en su novena edición debido a que ha vulnerado los derechos básicos de cualquier “festivalero”; el cartel artístico, algunos servicios y los altos precios de las consumiciones en el interior del recinto.
No es el primer festival que sufre altibajos a lo largo de su trayectoria, quien suscribe este artículo ha visto nacer, crecer y morir festivales desde hace 20 años, época en la que comenzó a crearse la escena festivalera en España, pero, ¿Cuál es la situación del festival murciano después de nueve años de vida?, ¿está en peligro su continuidad por nacer de las administraciones públicas y no privada?, ¿puede esto último afectar o beneficiar al festival en el futuro? Para poder explicar un poco todo esto debemos retroceder en el tiempo haciendo memoria de lo ocurrido.
Año 2008. Primera edición.
Aparece un proyecto ambicioso desde la Consejería de Cultura, dirigida entonces por Pedro Alberto Cruz. El festival, denominado “Festival Internacional de Acción artística y sostenible “Murcia 08” planteó la reflexión cultural dentro del mundo del arte a través de exposiciones y conferencias junto a grandes nombres de la industria musical (llámese Indie o alternativa) como principal reclamo que no tardó en calar entre miles de seguidores por todo el país, consiguiendo durante los primeros años un gran número de asistentes que consolidaron la continuidad de un festival que nació con un presupuesto de 2.700.000 euros, ( el presupuesto inicial iba a ser de 1.900.000 euros).
Consolidación y primeros problemas “burocráticos”.
Los años siguientes el SOS consiguió el objetivo marcado por la Consejería de Cultura y su aliados en la producción el evento, consolidar el festival, agotar entradas, grandes nombres en el apartado musical, apoyo de la prensa regional y nacional, todo, bajo un entorno privilegiado, el recinto de la Fica donde se encuentra el Auditorio Víctor Villegas, magnífico escenario donde se han ofrecido de manera excepcional conciertos exclusivos.
Mientras el festival conseguía elogios y felicitaciones, los problemas burocráticos comenzaban a llegar. El alto presupuesto de dinero público que hubo que “pintar en época de crisis” de repente año tras año en los presupuestos destinados a cultura salieron en parte de la retirada de ayudas públicas en muchos municipios de la región dentro del área de cultura, lo que generó malestar en el sector de la región, que no ven con buenos ojos el “hermano mayor competidor”.
¿Y ahora qué hacemos?
Consolidar el SOS durante todos estos años ha supuesto muchos “beneficios y perjuicios” que ahora crean un interrogante complicado de decidir en el terreno político. La gran afluencia de público ha conseguido contentar a sectores como la hostelería, hoteles y alojamiento en general, servicios de taxis, transporte, etc. generando un impacto importante económico en la ciudad que, todo hay que decirlo, ha ido a menos en los dos últimos años, aun así es positivo. La Consejería de Cultura ha ido recortando el presupuesto cada año, algo, que se refleja y que afecta solamente a los asistentes que ven, por poner un ejemplo, como el abono ha pasado de 39€ (año 2010 con un gran cartel de artistas como Orbital, Fatboy Slim, Tindersticks o Fran Ferdinand.) a 59€ (año 2016).
2016, el año de las dudas.
La Consejera de Cultura Noelia Arroyo ha hecho balance en rueda de prensa anunciando el impacto económico que el SOS ha dejado en la ciudad, la cifra asciende a 9.000.000 de euros, Noelia Arroyo, ha afirmado que esta edición ha sido «un nuevo éxito, tanto desde el punto de vista cultural y artístico como de impacto económico y repercusión turística».
Sin embargo, esta opinión contrasta con la de muchos asistentes que, tanto en el boca a boca como en la página oficial de Facebook del festival han reflejado su malestar por muchas cuestiones como los altos precios en las consumiciones (desde bebida, comida y otros productos), escasez de aseos, tareas organizativas como accesos y cambios de pulsera, calidad de sonido desde los escenarios mal ubicados entre sí (Kiko Veneno solo tocó 20 minutos como protesta al sonido que llegaba desde otro escenario debido a la prueba de sonido de Amaral). Pero lo más importante de este año ha sido el nivel a la baja del cartel artístico, las “voces» se van apagando, el apartado de arte brilló por su ausencia en el recinto, ya que los escasos proyectos presentados fueron trasladados a espacios urbanos fuera del recinto, (solo una propuesta audiovisual de Love of Lesbian a la que había que acceder de forma especial, ¿consumiendo un Red Bull?). Lo cierto es que el festival ha defraudado este año a un público más o menos fiel que tanto cuesta ganase a través de cualquier evento.
Cartel SOS 2016
2017, clave para el futuro del festival.
Lo peor de todo es que este “resbalón organizativo” con menor asistencia de público que en años anteriores (de la media entre 70,000 y 85,000 de ediciones anteriores a 60,000 este año, según cifras oficiales de la Consejería de cultura) ha ocurrido a las puertas de la celebración del décimo aniversario, donde todos quieren más, mejor y lo más barato posible. El presupuesto de este año han alcanzado los 2.500.000 euros, aunque desconocemos las aportaciones de cada parte (Consejería de Cultura, la productora legal Music y los sponsors y patrocinadores), por ello, pongamos como ejemplo “las cuentas del 2014”: «Organizar el SOS 4.8 de 2014 cuesta 2,7 millones de euros (en 2013, 2,19 millones), casi todo de dinero privado (organizadores y patrocinadores). La Comunidad Autónoma aporta este año 300.000 euros en un «contrato de patrocinio», esto lo comentaba el por entonces Consejero de Cultura Pedro Antonio Sánchez «A este dinero, eso sí, habría que sumar lo que cueste el dispositivo de seguridad, tráfico y limpieza que organiza el Ayuntamiento y que no está cuantificado”, afirmaba en el 2014 el ahora presidente de la Comunidad Autónoma. Partiendo de este ejemplo que cada uno puede interpretar como quiera, el futuro del SOS no pasa por que se trate de un evento organizado por la administración pública murciana (aunque sea a través de una productora musical la cual tiene derecho a su beneficios) es más, quien escribe este articulo está de acuerdo en que se destine dinero público a este terreno artístico (por cierto, muy poco atendido por las instituciones públicas), por lo que es de agradecer la iniciativa de crear en su día un festival en Murcia de estas características. El problema nace cuando todos sabemos cómo funciona la administración, cada cuatro años “cambia el jefe”, cada año cambian los presupuestos y en función de los escasos fondos destinados en política EN TODA ESPAÑA al desarrollo y apoyo al mundo de la cultura cuesta creer que haya continuidad para terminar un buen trabajo empezado que necesita años para consolidarse definitivamente. (La Mar de Músicas celebra en Julio la 22º edición, en el año 2012 estuvo a punto de desaparecer por falta de presupuesto en el Ayuntamiento de Cartagena <máximo responsable del evento, al final, el presupuesto fue aportado de manera acertada por la Consejería de Cultura>, el festival internacional es un referente en toda España y un icono importante en las músicas de fusión, no puede desaparecer un festival así después de 20 años celebrándose, como tampoco puede desaparecer la Catedral de Murcia, ambos deben entenderse, una vez creados, como patrimonio cultural de la región.)
Lo cierto es que la mayoría de los festivales que se han establecido en España han nacido de la iniciativa privada (también es cierto que muchos otros no lo han conseguido), empresas que se dedican plenamente y que negocian con los Ayuntamientos temas de infraestructuras y otros aspectos municipales. Las productoras y Ayuntamientos que han sabido llegar a acuerdos y realizar una buena gestión han conseguido establecer durante muchos años y con éxito algunos festivales de gran renombre en el país y en Europa, creciendo de manera conjunta tanto en calidad artística como en repercusión y beneficios económicos, en definitiva, se ha conseguido hacer “marca” y tener una personalidad propia, muy importante para eventos culturales especializados.
¿Lo mejor del SOS 4.8?
Lo mejor del festival murciano es que existe (lo decíamos al principio del artículo) y lo mejor que le puede pasar es que siga celebrándose. Hay que felicitar a la Consejería de Cultura por llevarlo a cabo, pero hay que reflexionar en la manera de hacerlo. No podemos “desvestir un santo, para vestir a otro”, no podemos dejar las “inversiones” a medio camino, hay que buscar fórmulas para terminar lo que se ha empezado, el SOS debe seguir su camino y le deseamos un futuro óptimo y lleno de éxitos, volveremos el próximo año y haremos como hemos hecho siempre, apoyar esta iniciativa cultural y desearle un buen futuro el cual depende tan solo de una buena gestión, por que, el público, ya ha demostrado que quiere un festival en Murcia, ahora son otros los que deben mover pieza.
Las bandas destacadas del SOS 4.8 2016
Sería injusto finalizar este artículo sin mencionar a aquellos que han cumplido con su parte en esta última edición. MANIC STREET PREACHERS. Los galeses celebran con una gira el 20 aniversario de la publicación de “Everything mus Go”, álbum que muchos de los asistentes al SOS no habían nacido el día de su publicación. Acierto total por parte de James Dean Bradfield y los suyos en recuperar este mítico álbum que supuso un antes y un después en la carrera de los MSP, dando una imagen de banda de rock de los 80 adaptada perfectamente a la escena del rock actual. CHVRCHES. El trío escocés demostró que hoy la música puede ser creada de muchas maneras posibles sin perder la capacidad de emocionar y transmitir. Pletórico el concierto que ofrecieron en el SOS, todo un descubrimiento. LOVE OF LESBIAN, AMARAL, LEÓN BENAVENTE o THE LIBERTINES también cumplieron con sus conciertos en la novena edición del SOS.4.8. SOLEÁ MORENTE o SPRING KING (UK) dejaron claro que hay proyecto de futuro y no hubiesen pasado desapercibido en el SOS de haber sido programados a una hora más adecuada (16,10 y 18,25 respectivamente).