Hoy comenzamos con un poco de historia en plena GUERRA. En los años 40 se introducen nuevos estilos para desafiar con cierta fantasía verosímil los ambientes de las películas. “Perdición” de Miklós Rozsa es una ficción cuyo estreno en la cartelera de París coincide con el final en Europa del llamado “film noir”, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial. El “film noir” es un género que se desarrolló en EEUU entre los años 30 y 50 y hace referencia a la crítica cinematográfica. Actualmente las películas caracterizadas como cine negro giran en torno a hechos delictivos y criminales con un gran contenido expresivo, empleándose un lenguaje elíptico y metafórico donde se describe la escena con una iluminación tenebrosa y se juega con el uso de sombras para exaltar la personalidad de los personajes. Ni que decir tiene que muchos de estos efectos eran conseguidos en blanco y negro. El cine negro presenta una sociedad violenta, desvergonzada y corrupta que amenaza tanto al héroe/protagonista como a otros personajes en un ambiente de pesimismo fatalista. Suele aparecer en este tipo de películas la llamada “mujer fatal”, de apariencia inofensiva, que puede conducir a sus víctimas al peligro o incluso a la muerte. Las novelas de Raymond Chandler destacan en este género.
Durante esta época Erich Korngold y Max Steiner siguen trabajando y entre las décadas de 1930 y 1940, los compositores que empezaron a crear música para películas procedían de distintas áreas de la composición musical. De la comedia musical de Broadway, por ejemplo, llegaban Alfred Newman, de las salas de conciertos y de la ópera, Erich Wolfgang Korngold, Dimitri Tiomkin, Nino Rota, Miklos Rozsa; y Bernard Herrmann o Victor Young procedían de la radio. Diversos compositores de música clásica (Malcolm Arnold, Aaron Copland, etc.) harían también importantes contribuciones en este campo.
Nos encontramos en la época de la postguerra cinematográfica y podemos dividir esta etapa en tres periodos: el primero sería antes de que los Estados Unidos entraran en guerra, el segundo incluye hasta el final de la guerra en 1945 y el tercero será la época de posguerra y recuperación de los cines nacionales europeos.
Tras la Guerra Civil, la industria cinematográfica se recuperó rápidamente gracias a las actividades por parte de las productoras, abundante en firmas, algunas con una amplitud de proyectos muy llamativa; muchos directores que consolidaron su carrera y otros nuevos que aparecieron con gran fuerza en el panorama creativo; y, finalmente, un gran conjunto de actores y actrices que fueron, sin duda, el motor que animó la presencia del espectador de la época.
Los años 40 suponen el nacimiento del cine moderno, un cine que da a la palabra una nueva importancia: Orson Welles en 1941 realiza “Ciudadano Kane” con música de Bernard Hermann. Se trata de la muerte de un dueño de una cadena de periódicos, de emisoras y de una gran colección de obras de arte. Su última palabra que pronuncia despierta una gran curiosidad en la prensa como en la población, su significado se convierte en un enigma y varios periodistas investigan para resolver el misterio. Recibió muchas críticas ya que en plena guerra en Europa los japoneses estaban a punto de atacar Pearl Habor y mientras tanto Welles revoluciona el cine con dicha película, película que marca un antes y un después en la historia. Hoy día es considerada la mejor película de todos los tiempos a pesar de que en su día no obtuvo un gran éxito de público ni se llevó los premios.
El secreto del triunfo de Disney en los años 40 se creó con “Blancanieves y los Siete Enanitos” (1937). Los críticos , que habían dudado de la posibilidad de esta «locura de Disney», se vieron obligados a reconocer que su versión de esta conocida historia, llena de música, humor, romanticismo, suspense y algo de terror estaba conseguida y respondía a las expectativas creadas, aunque hubiese sido a costa de 1.700.000 dólares, una cifra muy elevada en aquella época. Eso permitió que en 1938 Disney iniciase varios proyectos, de los cuales el primero en completarse fue Pinocho (1940). “Blancanieves y los Siete Enanitos” fue el mayor triunfo personal de Disney, pero Pinocho sigue siendo su mejor película. Se trata de una obra maestra del cine de animación, con consecuencias tan asombrosas como la presentación del pueblo de Gepetto a la luz de las estrellas, las escenas submarinas o las de la caza de la ballena. La riqueza pictórica de Pinocho, los imaginativos ángulos de cámara y su espléndido ritmo se vieron complementados por magníficas caracterizaciones, una espléndida partitura musical, con la canción ganadora del OscarWhen You Wish Upon a Star, cantada por Pepito Grillo, cuyo moralista papel como «conciencia oficial» de Pinocho ayuda a evitar el exceso de sentimentalismo. Esta canción, que promete la realización de los sueños, se convirtió en la piedra de toque de toda la filosofía cinematográfica de Disney. (Hablaré más profundamente de Disney en el artículo dedicado exclusivamente a Disney)
LA II GUERRA MUNDIAL: La primera voz que desde América se alzó contra los nazis fue la de Chaplin en “El gran dictador” (1940), una sátira contra las dictaduras en la que se personifica a Hitler. Chaplin era el único cineasta que todavía no había aceptado el cine “hablado” y ésta fue su primera película hablada, en la que hace un discurso de siete minutos. He de decir que también se hacía cine antinazi: Lubitsch rueda “To be or Not to be” y se incorporaron directores europeos al cine americano como Billy Wilder.
“To be or not to be” conocida como “Ser o no ser” está ambientada en Varsovia, durante la invasión alemana de Polonia. La acción gira en torno a una compañía teatral, el matrimonio de actores, un piloto de bombardeo del batallón polaco de la RAF y un espía. El resultado es una disculpa contra el nazismo y al mismo tiempo una divertida comedia y una reflexión sobre el teatro.
John Ford, que en el año 40 y 41 había conseguido su segundo y tercer Oscar por “Las uvas de la ira” y ”Qué verde era mi valle”, vuelve al Western con “Pasion de los fuertes”
Sin embargo en los 50 la música inspirada en el jazz se abre paso en el cine y se componen músicas exóticas, el público comenzó a valorar más la música cinematográfica y algunos autores compusieron obras vendibles para que después pudieran editarse en discos. Tras los éxitos de artistas como The Beatles o Elvis Presley, los estudios hicieron películas con los temas de estos artistas que lograron una gran fama. Destaca también “Con faldas y a lo loco” Adolph Deutsch.
En los 50 había buenos directores de cine, actores importantes, guiones estupendos, películas de gran calidad y presupuesto y grandiosos compositores que brillaron en la historia del cine. Se produjo una etapa esplendorosa gracias a la madurez de Newman y Rózsa entre otros, unidos a los que ya relumbraban como North Gold. Destaca en 1951 “Un tranvía llamado deseo” de Alex North y en el año 1959 destaca la película “Ben-Hur” con música de Miklós Rózsa, es una película ambientada en la provincia romana de Judea en tiempos del emperador Tiberio. Ben-Hur contó con el mayor presupuesto que hasta entonces había tenido una película y para su rodaje se construyeron decorados más grandes de los que habitualmente se empleaban. Además se supervisó a un equipo de cien costureras para crear el vestuario. En la filmación había jornadas de doce y catorce horas que se desarrollaron seis días a la semana. Ben-Hur fue estrenada en el teatro de Nueva York en 1959 y llegó a convertirse en la película más taquillera de ese año, convirtiéndose en la mejor película de la historia del cine, mejor director, mejor actor, mejor fotografía y mejor actor de reparto, lo que supuso un logro inigualable hasta Titanic. En cuanto a la música (compuesta y dirigida por Rózsa como he dicho anteriormente) es una música de la antigüedad grecorromana para dar a su partitura una sonoridad arcaica combinada con la modernidad. Fueron 12 las sesiones de grabación que sumaron una duración de 72 horas. Se compusieron más de tres horas de músicas para Ben-Hur, de las cuales se emplearon dos horas y media, lo que la convierte en la banda sonora de mayor duración de la historia del cine. Además hasta día de hoy sigue siendo la única banda sonora de una película de género épico ambientada en la Antigüedad que ha sido galardonada con el premio Óscar. Esta banda sonora influenció en otras composiciones musicales hasta mediados de la década de los 70.
Enlaces: «Un tranvía llamado deseo»:
https://www.youtube.com/watch?v=KzDRG5jqL5E
«Ben Hur»:
https://www.youtube.com/watch?v=ueS07YbMeUw
MITOS DEL CINE… ¿SABÍAS QUE…?
El paso de que algo sea anónimo a ser la más sonora popularidad no deja de ser una anécdota al evolucionar la industria del cine. Los mitos tienen que ver con los rostros de sus intérpretes y con los personajes que trascienden a la mente del espectador a partir de obras que los plasman como Mabel Normand que es uno de los grandes rostros del cine mudo al conocerse como Muriel Fortescue.
La mitología de Hollywood crea identidades con las que el espectador de todo el mundo se identifica con el paso de los años. La “novia de América” siempre es Mary Pickford. Como cada década trae nuevos rostros, el “sex-symbol de los cuarenta” es Rita Hayworth, la irrepetible Gilda, el símbolo sexual de los cincuenta es Marilyn Monroe. Al mismo tiempo Elisabeth Taylor, Elvis Presley, Paul Newman y otros muchos; femme fatale, pin-up, jóvenes rebeldes sin causa, nombres que se fortalecieron a partir de la beleza y elegancia, la rebeldía y en cada época, una nueva generación alegra las vivencias. Es gracias a la vida privada de las estrellas de cine lo que le interesa a los lectores, como la información más íntima y personal, lo que sucede en torno a esa estrella, sus romances, la ropa que visten, quién les peina, cómo se maquillan, que coche tienen… por todo eso los mitos brillan con luz propia en un firmamento que los espectadores de todo el mundo defienden como propio.
El repertorio mitológico es abundante en el mundo del cine, las historias de ficción que el cine ha plasmado en la pantalla permite que pervivan personajes, héroes y monstruos como Frankestein, Drácula, King Kong, Godzilla o el hombre lobo, Superman, Batman o Spiderman, ET…
La difusión de la estrella de cine y de los héroes crea cierto interés en el espectador.
Los compositores de la música de cine nos hacen vivir, sentir, de modo más intenso la trama de las películas con melodías indicadas al momento histórico y hemos aprendido a asociar las películas del oeste, de romanos, de historia sagrada, de aventuras de piratas, de ciencia ficción, comedias o cualquier otro género con un estilo muy particular de banda sonora. ¡Hasta el próximo artículo querido lector!
Violeta Alonso Lax.