Introducir objetos en el interior del piano, tocar directamente dentro de la caja de resonancia, pulsando, frotando o golpeando las cuerdas, percutir en todo el cuerpo del piano con las manos o con objetos… Superar las fronteras de la forma convencional de tocar el piano. Ampliar horizontes en su tímbrica y en su técnica. Experimentar y enriquecer el instrumento.
Las extended techniques (o “técnicas extendidas”) son toda forma de producir sonido en un instrumento –o en la voz- de forma no convencional, cambiando los métodos tradicionales de producción de sonido. Es aquello que todavía hoy, por desgracia, en un concierto con un público general no especializado en música –o en ocasiones simplemente no especializado en la contemporánea- sigue provocando sorpresa y curiosidad por no ser lo convencional. ¿No merecería la pena que se fomentase, en los conservatorios y en las salas de concierto, música que lleva el instrumento a otras dimensiones tímbricas? En ocasiones, incluso los sectores más críticos desaprueban estas prácticas simplemente por el peso de la tradición, o pensando que se daña el instrumento –cuando sólo son algunas las que lo hacen, hoy en día las menos usadas-.
Las técnicas extendidas son el reflejo de un cambio de pensamiento, de un afán de búsqueda y experimentación, consecuencia directa de las nuevas formas de expresión artística durante la segunda mitad del siglo XX. El piano actual, más allá de su perfeccionamiento mecánico, no ha cambiado desde principios del siglo XX, sin embargo, sorprendentemente compositores como Satie o Ravel – nacidos en la segunda mitad del XIX- ya hicieron explícito su deseo por enriquecer todavía más la tímbrica del instrumento con prácticas no convencionales. En Piège de Meduse, Erik Satie introdujo hojas de papel entre las cuerdas del piano para conseguir un sonido metálico. Héctor Villa-Lobos en Choros nº 8 para 2 pianos y orquesta utilizó el mismo recurso. Ravel escribió en los años 20 dos obras para luthéal, una variante ahora obsoleta del piano de la época con distintos registros –similar al órgano en este sentido, con gran riqueza de timbre pero un mecanismo muy sensible y poco práctico-, que por el parecido sonoro con el piano preparado se sustituyó por este.
A partir de precedentes como estos, dos grandes compositores desarrollaron por primera vez las técnicas extendidas para piano: Henry Cowell (1897-1965) y el célebre John Cage (1912-1992).
La obra de Henry Cowell es una de las más innovadoras en cuanto a escritura y recursos pianísticos de toda la Historia de la música. En sus obras utilizó clusters (acordes construidos por segundas, que en el caso de ser muy amplios tienen que tocarse con la palma de la mano o con el brazo), recursos para crear vibraciones por simpatía (presionando teclas sin que suenen para que el macillo no apague las cuerdas que resonarán por simpatía cuando se produzcan otros sonidos), y acciones dentro de la caja de resonancia del piano, o comúnmente denominado Inside piano. Las técnicas de inside piano que actúan sobre las cuerdas se llaman String piano y recoge técnicas como el pizzicato en las cuerdas punteando con la uña, la yema del dedo o una púa;
The fairy Bells (1929): https://www.youtube.com/watch?v=pcUzds2v56k
También se pueden realizar glissandos deslizando los dedos a través de varias cuerdas o a lo largo de una o varias de ellas;
Aeolian harp (1923): https://www.youtube.com/watch?v=L10DlNK-6Io
The Banshee (1925): https://www.youtube.com/watch?v=WaIByDlFINk
O utilizando la técnica de las notas muteadas o apagadas presionando las cuerdas en un punto concreto para provocar determinados armónicos y accionar el sonido tocando a la vez dicha nota al teclado;
Sinister Resonance (1930): https://www.youtube.com/watch?v=zIZ5vt6a6Uc
En las técnicas del inside piano percusivas también utiliza efectos en The Leprechaun (1928), así como John Cage en su Music of Changes (1951).
John Cage, una personalidad única clave en la Historia del Arte del siglo XX, artista, escritor, inventor y sobre todo pensador, es conocido por el gran público–o mejor dicho, desconocido, malinterpretado e infravalorado- por su obra del silencio 4’33’’. Pionero en muchos experimentos, su visión del Arte ha sido tan esencial para la música posterior como para el piano contemporáneo. En 1938 se le encargó componer la música para el ballet Bacchanale de…, que iba a ser estrenado en una sala muy pequeña que solo contaba con un piano de cola. Ya que no podían caber los instrumentos de percusión que necesitaba para su idea originaria, decidió “modificar” el piano introduciéndole todo tipo de objetos entre las cuerdas para que, una vez tocado de forma convencional, el timbre fuese más rico y semejase un conjunto de percusión. Así creó el llamado Prepared piano, que llevó a su culmen en la obra Sonatas and interludes (1948) y sirvió de inspiración para muchos compositores posteriores.
Sonatas and interludes (excerpt): https://www.youtube.com/watch?v=xObkMpQqUyU
![piano-carolina_720](https://revistadiapason.com/wp-content/uploads/2016/11/piano-carolina_720-300x199.jpg)
Además de su más célebre aportación, el Piano preparado, John Cage también utilizó recursos del inside piano en gran parte de su obra, destacando Music of Changes, obra creada al azar a partir de un libro chino llamado I Ching. En esta obra utilizó un compendio sorprendente de técnicas extendidas como golpear el exterior del piano con las manos o con baquetas, glissandos con plástico y metal sobre las cuerdas, puntear o mutear las cuerdas, etc.
Music of Changes (excerpt): https://www.youtube.com/watch?v=Yn3QZzw0vlY
Con este inicio de las técnicas extendidas para piano se abrió un amplio margen de actuación y experimentación que aprovecharon compositores posteriores como Crumb, Stockhausen, Pierre Boulez, Marco Stroppa, Sciarrino, Helmut Lachenmann y un largo etcétera. Al ampliarse el horizonte de la música, también se extendió el del piano.
Carolina Santiago Martínez