La música transforma el sufrimiento en belleza, lo hace más profundo y consigue que de esa aceptación surja un pequeño haz de luz, porque la esperanza es libre, como decía J. Cortázar «Es la misma vida defendiéndose»… no hay mejor frase que defina a la música góspel.
Los esclavos africanos comenzaron a llegar a América del Norte a mediados del siglo XVII. Importan su cultura y vida «basadas en la música y el baile siempre dirigido por una percusión insistente y estable» y lo incorporan a una fe que les obligan a abrazar.
Mezcla de ritmos africanos y mensajes evangélicos, su origen es la necesidad de libertad y justicia, de un dolor compartido por multitud de seres humanos arrancados de su tierra para ser «llevados a la otra punta del mundo y obligados a trabajar de sol a sol» (en palabras de Sergio Matín Zamora, Director Coro Góspel Gloria de Valencia).
La palabra GOSPEL viene de la combinación de dos palabras inglesas: GOD que significa Dios y SPELL que significa llamada, la palabra de Dios: el Evangelio, la Buena Nueva. Surge como un canto de libertad en el esfuerzo de entender y acercarse a Dios a través de la música y la expresión del cuerpo.
Primero, y a lo largo del siglo XVIII, fueron los «Negro spirituals» con una estructura de «call and response», costumbre de origen escocesa, transmitida básicamente a través de los libros de himnos de Isaac Watts. Costumbre usual también en la música africana donde un predicador cantaba un salmo y la congregación lo repetía. Estos cantos desembocaron en el góspel clásico, coros de la Iglesia protestante y evangélica formados normalmente por afroamericanos.
El góspel clásico es acompañado principalmente por el órgano y es música más rápida y alegre que el góspel blues de ritmo más lento y que normalmente acompaña la guitarra. El góspel sureño o «quartet music» está compuesto por cuatro hombres y sus letras hacen referencia a la vida cotidiana. El góspel negro más actual es mezcla de rock y blues.
LA PERFECTA ARMONÍA EN EL CONJUNTO DE SUS VOCES
El góspel es música de gran riqueza armónica, de rítmica sencilla y muy marcada por los estribillos que es repetido muchas veces por el coro lo que facilita al solista improvisar.
La enseñanza de la técnica góspel consiste en una parte vocal y otra emocional que transmita el mensaje, por ello se utiliza el cuerpo para expresar las letras del Evangelio. Es necesaria la inmersión y entendimiento de las personas que cantan gospel. Su razón de ser va más allá de la música…
“Oh happy day»
Aunque fue popularizada por la versión de Edwin Hawkins en 1964, los orígenes de esta canción se encuentran en un himno escrito a mediados del siglo XVIII por el sacerdote inglés Phillip Doddridge. El título de este himno era entonces: «Oh, feliz día que me arregló mi elección” y estaba basado en “Hechos de los Apóstoles” 8:35; pero aún conocido por una melodía anterior (1704) de J.A. Freylinghausen.
A mediados del siglo XIX, Edward F. Rimbault le compuso una melodía diferente y fue utilizado en celebraciones religiosas tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos; hasta el arreglo de E. Hawkins que mantuvo el repetido refrán de Rimbault, con todos los versos originales omitidos.
«Oh Happy Day» fue el tema más popular de los ocho incluidos en el álbum » Let Us go Into the House of the Lord». De 500 copias que esperaban vender, vendieron más de un millón en dos meses, superando las ventas los siete millones de copias cuando la canción saltó al panorama internacional.
No mucho más tarde y gracias a este tema, Hawkins ganaría su primer Grammy.
Si nos remitimos a sus orígenes la letra de la canción celebra lo que significa el bautismo. Un día pleno de felicidad, el principio de un camino en el que Dios nos ilumina para saber mirar con su corazón, luchar en lo adverso y rezar.
Grandes del Góspel
A Thomas A. Dorsey (1899-1993) se le considera el padre del góspel ya que fue quien primero denominó a una canción como tal (1926). Pianista de blues y jazz combinó estos estilos musicales con canciones religiosas. Algunas de sus primeras canciones fueron «Someday, Somewhere» y «»If You See My Savior«. «Take My Hand, Precious Lord» es su composición más famosa y también favorita de Martín Luther King.
Son muchas las figuras que promovieron este estilo musical a principios de los años 30 pero la historia del góspel no sería la misma sin la voz de la cantante, guitarrista y compositora Rosetta Tharpe (1915-1973) o la envolvente e inimitable voz de Mahalia Jackson (1911-1972) y sin otras muchas voces que se dejaron influir por su energía como Aretha Franklin, Ray Charles, Elvis Presley, Michael Jackson, Withney Houston… En fin, una lista interminable de prodigios de una música que nos enseña a orar con el alma y a liberar todas las cargas que soportamos. Una de las experiencias que más nos acerca a Dios, cada uno como lo entienda. El milagro es descubrir toda la belleza que somos capaces de transmitir.
Regresando a las palabras del mago Cortázar:
“Música, Melancólico alimento para los que vivimos de amor”
El Góspel en España – Documental
Sección: La Vibración del Coro.
Por Inma Rico.
Alumna de coro de la Escuela de Música de Yecla.