En esta ocasión recordamos la entrevista realizada el 2 de noviembre del pasado año 2021, en el programa Diapasón, dirigido por la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. En su edición nº 349 hablamos de mucha música de la mano de Andrés Yago, recordando su trayectoria profesional, así como diferentes anécdotas y recuerdos:
P: Esta semana en nuestra sala de invitados hablamos de mucha música de la mano de Andrés Yago, muy conocido en Teleyecla Radio, a lo largo de muchísimos años. Andrés, buenas noches. Bienvenido a Diapasón.
R: Buenas noches, Cecilia. Pues sí, ya unos cuantos años llevábamos en esto de la radio y, parece que fue ayer, pero se van a cumplir ya 10 años desde que empezaron las emisiones de Teleyecla Radio; y el programa Diapasón que tantas veces he programado, nos envías el material como un reloj y lo vamos poniendo todos los martes.
P: Sí, la verdad es que el tiempo pasa volando y, como tú bien dices, es una alegría. Diez años, una década de Teleyecla Radio en antena, en el 92.0, y sí, de la mano de Diapasón, de este espacio dirigido por la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. Hoy, vamos a aprovechar para recordar momentos de toda tu trayectoria profesional y también vamos a hablar de música porque realmente la música siempre ha ido de tu mano, ¿verdad? Cuéntanos.
R: Bueno, lo primero, pedir perdón porque yo no sé música, no sé solfeo ni nada que se le parezca y cuando uno es joven, es muy atrevido. En aquellos años de Instituto, los chavales hacíamos grupos: unos de Pop, otros de Rock… y a unos cuantos nos dio por el Folk, porque allá por los principios de los 70 (fíjate, nos vamos 50 años atrás), había una explosión de grupos folk en España impresionante. Seguramente, el más recordado fue Mocedades, que en el año 73, fueron con Eres tú al Festival de Eurovisión, quedaron segundos, pero es que Mocedades era un poco el buque insignia y había otros grupos que también marcaron esa época, como Agua Viva, Nuestro Pequeño Mundo, Nuevo Mester de Juglaría, Carcoma, Jarcha y, sobre todo, Vino Tinto (con nuestro entrañable, querido y añorado Pepe Ruiz)
Por eso, a unos cuantos que nos gustaba ese tipo de música, nos dio el venazo de hacer un grupillo que se llamó Nueva Semilla, y cantábamos canciones desde el folklore popular castellano, alguna cosita en inglés (aquel inglés casi inventado) y la verdad es que lo pasábamos muy bien. Lógicamente, eso, como todas las cosas en un Instituto, duró poco, pero cuatro o cinco años más tarde tuvimos otra intentona.
Yo pasé por el Grupo de Coros y Danzas “Francisco Salzillo” y allí estaba gente como Sole Giménez y otros compañeros, así que nos presentamos en el año 78 a un concurso de música folk, un concurso nacional, que era en serio, en San Pedro del Pinatar. Hicimos un grupillo con cinco amigos y nos dirigió Pepe Ruiz. Además, Pepe Ruiz tenía alguna canción inédita de Vino Tinto e incluso la cantábamos en aquel momento. Así que nos fuimos allí, a San Pedro del Pinatar, y creo que quedamos cuartos, y habían tres premios (risas). Pero aquello duró poco porque, enseguida Sole, su hermano Juan Luis, José María y compañía, se fueron a Valencia a estudiar y ahí empezó Presuntos Implicados.
Pero también de Coros y Danzas guardo un grato recuerdo porque se hacían unos viajes espectaculares. Si ahora, por ejemplo, con la banda de música hacéis unos viajes muy chulos, pues con Coros y Danzas, con el folklore, con los trajes típicos cargados de baúles para allá y para acá también se hicieron viajes muy chulos.
P: Fue una etapa muy añorada, muy entrañable y que siempre da gusto recordar. Por todo eso, y después del paso de los años, sigues mantenido una buena amistad con Sole Giménez, y que tiene mucho que ver con el estudio de TeleYecla Radio. Cuéntanos.
R: Sí, con Sole tengo una amistad desde los años 70 hasta a día de hoy, desde que éramos críos y desde el grupo de Coros y Danzas. Luego, además, tuvimos otro grupo que le pusimos de nombre grupo Arabí, e hicimos solamente un par de actuaciones. A la vuelta de San Pedro del Pinatar, nos contrataron para cantar en Bigastro, y allí cantamos ocho o diez canciones. No teníamos más en el repertorio (risas).
Pues sí, la verdad es que cuando montamos hace diez años la radio, Teleyecla Radio, le dijimos: “Sole, ¿quieres ser nuestra madrina?” y dijo: “¡Tú estás loco!”. Digo: “No, hombre, que te lo digo en serio”. Y contestó: “Ah, pues sí, lo que vosotros digáis”. Y así fue como le pusimos el nombre al estudio de Sole Giménez, e hicimos una fiesta muy chula en noviembre del 2012, a la que vino ella y la hicimos oficialmente madrina de TeleYecla Radio, en la que tú participaste también y otros colaboradores.
P: Una amistad de las buenas, claro que sí. Por otro lado, a lo largo de toda tu trayectoria profesional, vamos a recordar tu paso por los 40 Principales, Cadena Dial y Teleyecla Radio. Toda una vida delante del micrófono, has puesto muchísima música a todos los yeclanos día tras día. Cuéntanos alguna anécdota porque me imagino que habrá miles.
R: Sí, a ver, uno tiene sus gustos musicales y eso cualquier persona que se ponga delante de un micrófono en un estudio de radio, pues su impronta la deja patente, pero siempre hay unas pautas que te marca la empresa.
Cuando estábamos en la Cadena SER, llegábamos a hacer emisiones locales, emisión de 40 Principales, después pasó a Cadena Dial. Lógicamente desde Madrid, te marcan una pauta de lo que hay que emitir, pero siempre tú, dejas algunas gotitas de tu cosecha. Y, también tienes que tener en cuenta el tipo de audiencia que puedes tener y lo que le puede gustar al oyente. Ya sabemos que hay oyentes jóvenes, oyentes medianos, oyentes más maduros y hay que tener en cuenta los gustos musicales de cada uno. Hay que hilar muy fino porque si tú pones una canción que a alguien no le gusta igual te apaga la radio para siempre. Esas cosas hay que tenerlas en cuenta. Aunque, ya te digo, cada uno tiene un poco sus gustos musicales. Por ejemplo, yo soy muy Beatles, pero no iba a estar poniendo a los Beatles todos los santos días.
Mira, me estoy acordando, que en el año 79, yo estaba en el servicio militar y en julio, en el mes de permiso que nos daban, aprovechamos para hacer un especial de los Beatles en Radio Yecla. Aún no era Cadena SER (Cadena SER fue a partir del 80). Pues ese verano anterior, con mi buen amigo y técnico Paco Forte, que es otro loco de los Beatles, montamos un programa de dos noches que se emitió en varias emisoras de la zona de Murcia. No sé si estaba Lorca, Villena, Cartagena… en el circuito de las emisoras. Y ahí participó muchísima gente, músicos, presentadores de élite: Joaquín Luqui, el quinto Beatles, Ramón Arcusa del Dúo Dinámico, Luis del Olmo… Localizamos a toda esta gente, y cada uno nos daba su opinión de los Beatles; se llamaba Los Beatles y nosotros, recuerdo. Y te lo cuento porque hace un par de meses, me encontré el guión mecanografiado que hicimos en aquel momento, está a máquina de escribir y los folios tienen un color amarillento impresionante. Pero cuando repasas esas cosas, dices: “Hay que ver las cosas que hemos hecho, ¿verdad?” Y como esas pues habría un montón de anécdotas.
P: Y a lo largo de ese camino, también has coincidido con muchas personas dentro de la comunicación, como por ejemplo Koki, Socio de Honor también de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla.
R: Koki fue el maestro de todos los que hemos seguido después los pasos de la radio. La radio empezó aquí de una forma muy casera. Ramón Ortín, el Botero que le llamaban, fue el que, a principios de los 50, en su casa de la Calle España, cerquita de la Escuela de Música, emitía un rato y ahí empezó un poco la radiodifusión yeclana. Y luego ya, una serie de personas empezaron con la radio.
También en este local donde estamos haciendo la entrevista, en la Escuela de Música, estuvo la primera Radio Yecla o Radio Juventud de Yecla que se llamaba. En un rinconcito de este antiguo Casino Primitivo, entrabas y había unas escalinatas que se abrían a los dos lados. Y al lado izquierdo, había un estudio de radio que era el de Radio Yecla. Luego los estudios se fueron a la calle de San José, donde han estado hasta hace unos años, y Koki ha sido el maestro de todos.
Especialmente, ya que hablamos de música, yo recuerdo que en los primeros años había que comprar los discos de vinilos, los sencillos y los elepés (los grandes); y cuando Koki se iba a Murcia o Madrid se le daban unas perricas (como decimos en Yecla) y se traía las novedades musicales. Todos esperábamos ese día, era una vez a la semana o cada dos semanas, y decíamos: “A ver qué discos nos trae Koki”. Y luego ya con el tiempo, las discográficas, una vez que ya entras en una cadena nacional, distribuían los discos. Teníamos miles de discos llamados de promoción. Ellos te los mandaban gratuitamente porque si no el desembolso que había que hacer para conseguir una discoteca importante era tremendo.
Y mira, ya que sale el tema a colación, hay una cosa que sí nos dolió mucho, a los que estábamos en Radio Yecla toda la vida, y es: ¿qué pasó con esa discoteca? Yo sé que, entre el Ayuntamiento y la dirección de la SER, (que yo ya estaba en Teleyecla Radio) hubo negociaciones para ver, cuando se desalojara el local, ¿qué pasaría con esa discoteca? Y no se pusieron de acuerdo. El ayuntamiento la quería como si fuera una biblioteca, para poder tenerla y disfrutarla, y parece que no se pusieron de acuerdo. Y al final, creo que la SER la cedió a una asociación en Murcia o a una fundación.
El caso es que ahí habían, yo creo que, unos 10.000 elepés, 20.000 discos sencillos, 8.000 o 9.000 CDs, y aunque la mayoría no tendrían un valor importante (porque en muchos discos de promoción, pasa la canción y se olvida), sí había joyas, que se han perdido. Y eso, a los que estábamos ahí peleando por sacar eso adelante, creo que es lo que más nos dolió.
También recuerdo, que entonces no había medios suficientes para grabar entrevistas y dejarlas guardadas. Se grababan en un magnetofón y esa cinta la volvías a borrar, para grabar otra entrevista encima porque no tenías material; ahora en los ordenadores se puede archivar absolutamente todo, entonces teníamos unas pocas cintas y con esas íbamos peleando. Se grababa una, se volvía a grabar encima, y con el paso del tiempo te das cuenta de que hay entrevistas a personajes yeclanos históricos o personajes que han pasado por aquí o documentos importantes y no hay un archivo sonoro de todo eso, es una pena. Si hubiéramos tenido los medios de ahora, imagínate en una emisora de radio lo que habría guardado. Pero ya no queda, yo creo que prácticamente nada, ni de grabaciones, ni de entrevistas, ni de discos de vinilo, ni CD… Yo creo que alguna vez, alguien nos tendrá que explicar, el alcalde que había entonces y la dirección de la SER en Murcia, sobre todo, qué pasó en ese contacto para que la discoteca de Radio Yecla desapareciera de aquí.
Ahora cualquier canción la tienes en internet, pero lo bueno era tener el disco de vinilo en la mano porque algunos tenían su historia; algunos estaban firmados por los propios cantantes… Mira, voy a contar una anécdota: en algunos ponía “rayado” y no estaban rayados. Es una censura, entre comillas, que había. La emisora funcionaba con el régimen anterior y había cantantes protesta en aquel momento, y el bueno de Koki si veía que alguna canción se pasaba un poco de la rosca, escribía: “Rayado”. Y eso no se emitía, aunque a lo mejor no era para tanto, pero la época era delicada y él ponía “Rayado” por si acaso.
Me estoy acordando también, de que a cada disco se le asignaba un número de orden de entrada, y el amigo Paco Forte, se encargaba de hacer de cada disco unas fichas. Ahora los datos se meten en el ordenador, pero entonces con la maquinita Olivetti, hizo miles y miles de fichas; estaban por intérprete y por títulos. Había miles y miles de fichas. Y por supuesto, los primeros 100, ciento y pico discos, eran zarzuelas. Había una colección de zarzuelas en Radio Yecla impresionante. El disco 1, 2 y 3 eran efectos especiales para montar cuñas y tal, y a partir de ahí, más de 100 zarzuelas. ¡Eso era una delicia! Y luego ya venían todos los estilos mezclados en elepés. En discos de vinilo, estaban los sencillos, los singles que se decían, el primer disco, el número uno que sería de los años 50 era Alma, corazón y vida de los Panchos y ese disco se lo llevaron a un museo de la radio en Murcia, según tengo entendido.
Yo, era un crío cuando yo entré a la radio y son curiosidades que me están viniendo ahora mismo a la cabeza.
P: También queríamos preguntarte por tu nueva etapa. ¿Cómo has llevado lo de dejar a un lado el micro y cómo sigue la música en tu día a día?
R: Pues mira, el micrófono lo dejé, y es la primera vez, te confieso, desde que me jubilé a primeros de mayo, que me pongo delante de un micrófono. Y la música pues la sigo, porque la vida sin música no vale nada, y además, tú sabes que yo tengo ahí un gusanillo dentro, que es la música coral. Por eso, hace siete u ocho años me incorporé al coro Voces de Hécula, y la verdad es que es una delicia cantar obras sacras, profanas, a capella, de todo… y es un motivo para estar cerca de la música, y participando desde dentro. Te repito lo que te decía al principio, yo no me enseñé música, tocaba la guitarra de oído y algún instrumento más, y sobre todo el instrumento que tenemos, que es la voz, que si lo manejamos bien es una maravilla.
Y ahí estoy cantando con el coro, retomando un poco la actividad, porque la pandemia, nos ha dejado a todos muy tocados y ahora mismo estamos haciendo la entrevista con mascarilla, no se nos ve, pero cantar con mascarilla también es muy engorroso y los que llevamos gafas, que se nos empañan, a veces las partituras no se ven…
Y te voy a contar una última anécdota…
Volviendo al origen, que me estaba acordando ahora y aquello fue de lo más gracioso. Cuando formamos el grupo aquel de estudiantes del Instituto, Nueva Semilla, hicimos seis o siete actuaciones en distintos lugares, y uno de ellos fue el lugar más raro y pintoresco que te puedes imaginar para hacer una actuación (y si alguno de mis compañeros está escuchando esta entrevista se va a acordar). Fue allá por el 73, más o menos, en el Barrio del Sol, cuando se inauguraron los bajos del Barrio del Sol (son todo cocheras que se comunican con unos pasillos enormes). Allí hicimos una actuación, en esos enormes sótanos, para inaugurar los aparcamientos de los bloques del Barrio del Sol.
P: Muy buena anécdota y muy buen recuerdo para terminar esta entrevista. Ya sabes, que es tradición, pedir a nuestros invitados alguna recomendación musical para despedir esta entrevista. ¿Qué obra te gustaría que sonara a continuación?
R: Yo te he dicho que soy un enamorado de los Beatles, de la música Beatles, y me voy a quedar con una canción de ellos, y que precisamente la puse yo el último día que emití en Teleyecla Radio, en aquello que llamamos El baúl de los recuerdos, y es una canción que casi sirvió de despedida a Los Beatles.
Los Beatles sacaron dos últimos discos, el Abbey Road… Si alguien no la ha escuchado, la cara B del Abbey Road (van cruzando por un paso de peatones los cuatro), era impresionante. Y luego vino el Let it be, pero salieron al mercado al revés, o sea, que el último que apareció fue el Abbey Road. Pues en el Let it be hay una canción que se llama The long and winding road, que es “El largo y sinuoso camino”, y como todos hemos tenido un largo y sinuoso camino pues nos vamos a quedar con ella. Paul McCartney se quejó porque parece que le metieron demasiados sonidos de violines, mucha cuerda a la canción. No acabó muy contento, pero cuando los oyentes escuchen ese largo y curvo camino, que yo ya llevo, han sido 44 años de radio, pues creo que puede venir bien para cerrar esta entrevista hoy con los Beatles.
P: Pues a continuación sonará. A Andrés le agradecemos que nos haya visitado en Diapasón, y le agradecemos también toda su ayuda, toda su colaboración, y todo su apoyo a lo largo de todos estos 10 años, y le deseamos pues lo mejor en el futuro. Muchas gracias Andrés, hasta pronto.
R: Muchas gracias a ti, Cecilia. A seguir con Diapasón cada martes de nueve a diez de la noche en el 92.0 en Teleyecla Radio. Y, como ves, aunque lleve fuera del micrófono unos meses, no estoy desentrenado (risas).
P: Lo llevas en la sangre. Muchas gracias.
R: Adiós, un saludo.
Cecilia O.