Esta semana compartimos con los lectores de la Revista Diapasón, la transcripción de la entrevista realizada por Cecilia Ortuño, en la edición nº 410 del programa Diapasón, a Pepe Marco, con motivo del 50º Aniversario de la fundación de la AAMY en 1974.
Pepe es uno de los fundadores y también antiguo Presidente de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, estando vinculado veinticinco años de una forma u otra a la directiva de la misma.
Una entrevista llena de recuerdos, pero también de valores y filosofía sobre la que se asentaron los pilares básicos de la Asociación, y que se han mantenido (in crescendo) a lo largo de estos cincuenta años de cultura musical en Yecla. Valorando también el presente y cómo ve el futuro.
Esto es lo que nos ha contado:
P.- Buenas noches Pepe, bienvenido.
R.- Buenas noches Cecilia, ya estamos por aquí otra vez.
P.- ¡Cómo pasa el tiempo! ¿Te esperabas que llegáramos a los 50?
R.- Nuestra ilusión cuando fundamos la Asociación era esa, llegar lejos, pero no pensábamos que se llegaría tan lejos y tan potente.
P.- La vida y la sociedad ha cambiado muchísimo. Es muy diferente al año 1974. ¿Cómo fueron aquellos comienzos?
R.- Mucho, mucho ha cambiado todo. Pues cuando lo hicimos, la ilusión de los ocho o diez que nos juntamos, era hacer una Asociación para que hubiera ambiente musical en el pueblo, y lo primero que hicimos también fue hacer un convenio con la que entonces era la sociedad musical. Nos mandaban actores, intérpretes y músicos de Madrid, de la Sociedad de Autores, y empezamos con eso.
Nuestra ilusión fue fundar la Asociación para fundar también una banda de música, porque no teníamos ninguna. Pero siempre tuvimos claro, que viniera aquel al que le guste la música, no porque quiera cobrar. Muchos músicos mayores vinieron al principio porque creían que se iba a cobrar en la banda y cuando les dijimos que no, nos dijeron: “Vosotros no habéreis banda, si no hay dinero”. Y fíjate, hicimos un Bandón, y ahora cada vez que veo la banda por la calle siempre digo: “Madre mía de mi alma”, ¡qué alegría más grande! Y qué orgullo que siento al ver que lo que proyectamos ha salido adelante, y además hemos tenido la suerte de que los que nosh an ido siguiendo, han ido manteniendo y aumentando eso.
P.- En el currículum oficial de la Asociación, consta que es una Asociación sin ánimo de lucro, ¿qué significa para ti esto?
R.- Sí, la Asociación para nosotros era la creación de una banda de música, de una escuela de música y de una familia. Nosotros la fundamos pensando que los músicos y los directivos éramos todos una familia. Ahora veo que se sigue la misma marcha, y las mismas reglas de la Fundación se van siguiendo para adelante.
P.- Hablemos de valores, ¿por qué la música es buena tanto a nivel cultural como para la sociedad?
R.- La música es uno de los pilares de nuestra sociedad, de nuestra vida, lo mismo que el Arte. La pintura es una parte, la música otra parte, y son fundamentales. Cualquier fiesta que hagas, si no hay música, no es fiesta. Prueba de ello es que hasta los chavales, ahora los jóvenes, se buscan un tambor u otra cosa para hacer música. Eso es lo fundamental, que haya una cultura musical y también enseñar valores.
Antiguamente pensaban que solamente era “ruido”. Ni hacía música, ni director, ni instrumentos… Y nosotros, muy poco a poco e insistiendo mucho, fuimos consiguiendo cosas. Pasaba lo mismo en la Región, pero nosotros hemos sido los primeros de la Region en muchas cosas, hemos ido siempre delante, y en la Federación de Bandas de Música hemos estado también siempre ahí.
Hoy en día es un orgullo ver que la banda de nosotros, es una banda sinfónica, es el ejemplo de toda la Región. A nosotros, sobre todo a mí, me decían los directores de las otras bandas: «¿Vosotros qué hacéis? Ahora tenéis profesores, ¿cómo váis a pagar los sueldos?» Yo les decía: «A mí no me metáis en política. Nosotros, no cobramos y lo que necesitamos lo buscamos”. Entonces fue cuando teníamos cuatro profesores, que eran cuatro jubilados. El padre del director (Ángel Hernández Castaño), Martín Andrés, “el Menor” y “el Minuto”. Cuatro jubilados que no cobraban.
“¿Y De verdad funciona esto sin cobrar?” “Esto funciona porque nos gusta la música, y todos los que estamos aquí, desde el presidente hasta el más pequeñito que viene aquí, no cobra, no paga”. Además, otra prueba de ello es que nosotros comprábamos los métodos y el primer instrumento se lo daba la Asociación. Lo comprábamos nuevo o de segunda mano, pero ese chiquillo salía a la calle tocando un instrumento de la Asociación.
Hasta el presidente de la Federación, una de las veces me dijo: «Pepe, pero bueno, vosotros tenéis gastos», decía, y yo: «Claro, hacemos las cosas y después las pagamos como podemos. Si un músico va a tocar a un sitio y él no cobra, pero lo hace la Asociación, ya está. Ese dinero que entra, no lo hace, porque nos lo hemos gastado antes de que entre en comprar un instrumento, en los arreglos de los mismos y en todas las cosas que hacen falta”. No se lo creía pero fue así como conseguimos arrancar y poner los cimientos de lo que vino después.
La única manera de hacer las cosas es que te guste. El que viene aquí, si no le gusta la música o viene por interés, ese durará un mes o dos, no más. Al que le gusta, es el que viene y siempre está ahí. Aquí no cobra nadie. El que venga es porque le guste y se acabó. Así hicimos las cosas, así ha marchado y sigue marchando. Es la única solución.
P.- Has seguido siempre muy cerca la evolución de todo y estuviste presente en ese concierto de la Medalla de Oro a la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. ¿Qué sentiste en ese momento?
R.- En ese concierto sentí mucha alegría y una satisfacción muy grande de ver allí a la banda. Creo que la Asociación se lo merecía. No porque yo haya hecho algo, yo no he hecho nada, eso ha salido después, pero es que se lo merecía. Es una Asociación que ha luchado mucho y, como estamos diciendo, solo con la ilusión de tener en nuestro pueblo una señora banda de música, que se ha convertido en una banda sinfónica. Eso es maravilloso. Ha crecido también gracias a los directores que han venido, porque tenemos un director que empezó en el 96 y hay que ver dónde ha subido.
Los presidentes que han venido también han ido manteniendo la misma línea con la que se fundó. Lo importante es que la Asociación funcione, porque en cuanto en la parte de arriba haya algunos que se zapatean un poco, la Asociación va abajo. Aunque ahora hay pocos socios, no sé por qué, cuando tenía que haber más, porque nosotros llegamos a conseguir hasta 700. No sé si te acordarás, cuando tú entraste, que te saqué yo.
P.- Sí, me acuerdo.
R.- Yo también me acuerdo mucho de Cecilia. ¡Madre mía! Te lo digo por eso. Entonces íbamos para arriba, poco a poco. La mayor alegría que me llevé en aquel entonces es cuando conseguimos el Hospitalito, cuando hicimos la obra con las aulas nuevas. Para mí eso fue una gran satisfacción. Cuando dejé la presidencia, ya había 400 alumnos. Tenía 19 profesores. Me dijo mi mujer: «Ahora ya lo podrás dejar. Tú querías tener la escuela, ya tenéis la escuela y todo. Ya puedes descansar un poco». Es que yo llevé entre la fundación y después en la directiva, 13 años y después los 12 años de presidente, llegué a los 25 y dije: «Bueno, pues ya no vamos a reñir más, vamos a descansar».
Me quedaba la satisfacción de poder haber hecho, pero después, cuando nos dieron el actual edificio, eso ya es pan con aceite. Esto sí que ya es una cosa buena. Cuando Amadeo entró de concejal, hablábamos y decíamos: «¿Y si nos dieran el edificio este?». Yo le decía: «Mira a ver tú, si pudieras», y me dijo: «Es imposible meter mano ahí, están los sindicatos». Al final dijeron fuera el sindicato y, claro, es una cosa que para el pueblo era y es un beneficio, y para nosotros otro. Es un orgullo para el pueblo.
Los primeros años estuvimos en 18 sitios. Que si aquí, que si ahora en la calle San José, en la calle San Antonio, en la calle Colón, en los Camareros, en la Rambla… Hasta que llegamos al Ayuntamiento y el primer sitio que tuvimos fue la Escuela del Reloj, pero la banda pues no podía ya ensayar allí. Después ensayaba en el Auditorio, pero no sé qué pasaba que nosotros ensayábamos los sábados por la tarde y todos los sábados por la tarde había reunión en el Auditorio. Ahí sí que llegaste a estar tú también. Siempre había reuniones allí. Hasta que conseguimos que nos dieran el Hospitalito, el salón de abajo, y después nos dieron e edificio.
P.- No fue nada fácil y el llegar aquí no ha sido cuestión de suerte, sino todo lo contrario. Ha sido después de mucho trabajo. Hemos hablado del pasado y del presente, pero también quiero preguntarte por el futuro. ¿Qué mensaje lanzarías?
R.- Hay que luchar mucho, lo primero, y estar siempre pendiente de lo mismo. Estar pendiente de que hay que seguir para adelante a pesar de todos los problemas que se encuentran, porque hay muchos peñascos gordos que hay que tropezarlos y hay que brincarlos. Es lo que nos pasó a nosotros en los primeros años. Ahora, para seguir, hay que pensar que la música es lo más grande. Sin música no se puede vivir. En ocasiones hay una sombra, un terreno sombrío y oscuro, pero la música es la que da alegría, da vida a la vida. Por eso hay que seguir adelante y pensando siempre en el mañana, no quedarnos donde estamos, sino pensar siempre en el mañana.
P.- Ahí están las palabras de Pepe Marco Ortega, que hoy nos ha visitado en Diapasón. Le damos las gracias como siempre, por estar con nosotros una vez más, por ayudarnos a entender mejor y recordar aquellos inicios de la Fundación de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, que este año 2024 cumple nada más y nada menos que un número redondo, simbólico, 50 años. Gracias Pepe. Para terminar con música, ¿qué te gustaría compartir con nosotros?
R.- Yo de música, como decía, lo único que se tocar son las consecuencias de música, pero en pasodobles me gusta mucho Corazón Yeclano. Es un pasodoble que ahora no se oye, no sé por qué, pero siempre que se oía en las fiestas de la Virgen. Es un pasodoble que me ha gustado mucho. Y en música clásica soy aún de Beethoven. Me gusta mucho cualquier obra de Beethoven.
P.- A continuación, sonará precisamente Corazón Yeclano, para terminar esta entrevista y celebrar un poquito más este 50º Aniversario de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. Muchas gracias y a seguir así de bien.
R.- Gracias a vosotros, siempre. Gracias, Cecilia.
Cecilia O.
Colaboradora AAMY.