Julián Santos Carrión

Poder escribir unas pocas líneas acerca de un músico notablemente conocido dentro del marco de la música española del siglo XX es todo un honor. En este caso nos vamos a referir al pianista, compositor y director Julián Santos, natural de una de las colindantes ciudades con Yecla, Jumilla. Nació a principios del siglo pasado, concretamente en 1908, en el seno de una familia con una importante tradición musical, razón por la cual Julián, junto con algunos de sus hermanos, estudió música de la mano de sus padres. Pero en este punto se debe destacar que solamente fue él quien logró llevar a término su carrera musical.

Tenemos certeza de que desde muy temprana edad ayudó a su padre en sus diferentes labores musicales; tocando el órgano en la iglesia de El Salvador de Jumilla –entre otros instrumentos–, o dirigiendo los coros que a ésta pertenecían, por ejemplo. También empezó a concebir sus primeras composiciones musicales con tan sólo 5 años, lo cual dejaba maravillado a cualquiera que lo contemplase.

Más tarde se trasladó a Melilla para cumplir con el servicio militar, donde tuvo la oportunidad de dirigir la banda y dedicarse a la composición de obras específicamente militares. Cuando cesó su labor como militar, vivió en Murcia durante un tiempo dedicándose a dar clases de música. Allí, además, llegó a ser director del famoso Orfeón ‘Fernández Caballero’ desde el año 1937. Pero, además de sus labores docentes, a Julián siempre le había fascinado el mundo de la ópera, por lo que compuso algunas, tales como Los Jerifaltes, La moza de la dehesilla o Farruca, logrando obtener el Premio Nacional de Zarzuelas.

Posteriormente Julián Santos estuvo una temporada viviendo en Madrid con la que fue su esposa, Asunción Espinosa de los Monteros. Durante su estancia en la capital logró entablar amistad con algunos de los mejores músicos de la época, hasta que decidió, deseoso de ello, regresar a su querida Jumilla, donde permanecería asentado hasta su muerte. Ya de vuelta, decidió formar una banda de música y componer numerosas obras, las cuales fueron interpretadas en distintas parroquias de Jumilla y, por supuesto, en el famoso Teatro Vico de Jumilla; éstas fueron, desde marchas de procesión, dedicadas a la Semana Santa jumillana, hasta pasodobles, como Mantillas de Jueves Santo.

Cuando murió su esposa compuso una marcha fúnebre titulada Para siempre, con la que pretendía mostrar su enorme tristeza por la pérdida de un ser querido tan cercano a él. A partir de este momento, Julián continuó impartiendo clases de solfeo y piano, y, más tarde, siendo el primer director de ésta, fundó la banda de la Asociación Jumillana de Amigos de la Música, la cual todavía hoy continúa con su importante labor musical.

Finalmente murió en el año 1983 dejando en la que fue su ciudad natal, como hoy día podemos comprobar, una huella imborrable. Por ello, por el gran cariño que el pueblo de Jumilla siempre ha mostrado a su conciudadano y músico Julián Santos, se decidió nombrarlo Hijo Predilecto de dicha localidad en marzo de 2003. Por su parte, los músicos jumillanos serán siempre los encargados, como ya vienen haciéndolo, de que la música del excelente maestro Julián Santos se conserve, se interprete y, sobre todo, se disfrute.

José Luis Palao Azorín.

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