Después de casi 20 años de estrechísima relación, recuerdo mis primeros ensayos con la banda de la AAMY en su anterior sede, “El Hospitalico”.
Tengo la suerte de poder presumir de que este colectivo humano ha sido crucial en mi carrera musical y de que Yecla ha supuesto para mí un escenario importantísimo en el crecimiento de mi propia vida.
Mis primeros contactos con la ciudad vecina fueron cuando empecé a asistir a las clases de la escuela de Tuba “Ciudad de Yecla” impartidas por una de las personas más importantes de mi vida y el que fue, es y será mi profesor: Daniel Férriz Azorín “el Chucho”. Gracias a ello me fui integrando cada vez más en un fantástico grupo humano, siempre de la mano de la música como elemento indiscutible de unión.
Empecé a participar en algún concierto y viajes con la banda y mi grupo de amigos de la música yeclano se iba haciendo cada vez más numeroso. Más tarde algunos de ellos serían mis compañeros en el conservatorio y grandísimos amigos, los cuales me acompañarán a lo largo de toda mi vida.
Ángel Hernández Azorín es otra de las personas a las que le debo mucho. Siempre ha confiado en mí y me ha ayudado en todo lo que ha estado en su mano. En estos momentos es también director de mi banda, la banda de la Asociación Jumillana “Amigos de la Música”, cosa que me hace sentir tremendo orgullo y también me hace estar tranquilo porque sé que mi “casa musical” está muy bien cuidada. Para él solo tengo palabras de agradecimiento y de sincera amistad.
Como otras tantas veces, el pasado 29 de junio, tuve el privilegio de volver a actuar con la banda de la AAMY, esta vez como solista junto a mi compañero José Miguel Rochina y a otros dos compañeros y amigos de la Banda Municipal de Bilbao, Juan Luis Novo al trombón e Iñaki Gurruchaga al flautín. Ambos interpretaron el Concierto paraTtrombón (Korsakov), y Figuration for Shakuhachi and Band y El Pequeño Ruiseñor respectivamente y de manera magistral. Fue mágico tenerles aquí y que pudieran disfrutar de las costumbres y forma de vida de mi comarca, teniendo en cuenta que el primero de ellos es gallego y el segundo de Irún, indiscutiblemente esto no hubiera sucedido sin la MÚSICA.
El concierto tuvo lugar en el atrio de la Basílica de la Purísima y fue de un altísimo nivel. La banda se portó con una admirable profesionalidad y se hizo música a un gran nivel. Personalmente para mí fue, si cabe, aún más especial porque entre el público se encontraba Ginés Carrión, el compositor de la obra Overhauled Music, que interpretamos José Miguel Rochina y un servidor. Él es la última persona que quería nombrar, y no por ello menos importante en mi vida. Nos une una gran amistad desde la infancia y sin duda es un privilegio enorme poder interpretar su música, es un grandísimo compositor y una enorme persona a la que quiero muchísimo.
No podría nombrar en estas líneas a todas las personas de este gran pueblo que admiro, se de corazón que ellos saben quiénes son.
Para despedirme solo os puedo pedir a cada uno de los músicos y personas que forman la AAMY que disfrutéis de cada minuto siendo miembros de esta asociación, que trabajen duro, que toquen con el corazón, se traten con respeto y aprendan todo lo que puedan. Quién sabe si en los próximos años, a igual que yo, también puedan mirar atrás y descubrir que esta increíble institución le ha brindado algunos de sus mejores recuerdos y amistades.
Solo les pido que me dejen seguir formando parte de vosotros y que sea para toda mi vida.
Muchas gracias por todo amigos.
David Abellán.