…Y ya van varias, siempre sucede igual. Descubro que alguien es nuevo en este otro lado, cuando les veo andar algo perdidos entre la gente sin saber bien en dónde se encuentran. Cómo, intentan entablar una conversación con las personas y, sólo les prestan atención aquellos que están en su misma situación; es decir… muertos. Fue el caso hoy de Pau, así me dijo que se llamaba, Pau Donés Cirera. Un cantante español, concretamente de Barcelona, que lideró un proyecto musical que se hacía llamar Jarabe de Palo. Me reveló, que aunque era un recién llegado a esta dimensión, en verdad no había sido un paso repentino, pues desde hacía unos meses tenía claro que su vida tenía los días contados. Como la mayoría de músicos que se pasan por este cementerio de St. Peter de Liverpool, él también se había acercado por aquí por el significado que representaba este lugar. Ya que es de sobra sabido, que fue un enclave especial para Paul Mc Cartney y John Leenon en los preludios de The Beatles, por ser ese rincón particular en el que se reunían ese par de amigos para tocar la guitarra. Aunque Pau me desveló que en realidad lo que estaba deseando, era reencontrarse a su madre, quien cuando él no era apenas un chaval, decidió voluntariamente dejar de permanecer en el mundo de los vivos. Y es que, me confesó que fue ella la que le incitó a saborear la música y, a aprender a tocar la guitarra cuando era un niño, e incluso le compró su primera guitarra eléctrica unos días antes de que esta falleciera. Sin duda, ese hecho de perder a su madre tan pronto, fue un palo en su vida, que le llevaría a plantearse su existencia; dejar de titubear con ciertos productos “no aconsejables”, y pasar a ser el referente de sus tres hermanos, pues él era el mayor de todos.
Pero ahí va, el barcelonés no iba a ser menos, y al igual que todo el que me visita, me contó la historia de “La Flaca”, su composición más emblemática, y la que en verdad le catapultó a la fama. Él venía formar parte ya de alguna que otra banda con su hermano, compaginando sus conciertos, con sus estudios de económicas hasta licenciarse, en un principio, y después, con su trabajo en una agencia de publicidad. Por aquel entonces se hacían llamar –El Palo Cantamañanas-, pero su amigo y compañero de trabajo, Fernando de France, se involucró en su proyecto musical, y le aconsejó cambiar el nombre del grupo, pasando a ser ya –Jarabe de Palo-. De France, al parecer, le presentó la maqueta de sus canciones a un contacto que este tenía en la discográfica Virgin, y terminaron viajando a La Habana, en Cuba, para grabar un videoclip de “El lado oscuro”, una de sus canciones;…y ahí está lo que son las casualidades. Cuando se encontraban en La Tasca, un local de la capital cubana, irrumpió en el centro de su pista de baile, una chica delgada ataviada con un vestido de gasa roja semitransparente, que cautivó desde el primer momento la mirada de Pau. Ni que decir tiene, que a pesar de que le hicieron pruebas a una y otra modelo para protagonizar su video, en la mente del cantante estaba la figura de Alsoris Guzmán, que resultaba ser aquella chica de rojo. Con lo que esperaron a que apareciera de nuevo en la noche Habanera, le propusieron sus planes, y el resultado fue, que Pau se quedó totalmente; y expreso sus mismas palabras,… “colgado por ella”. Aunque a mi pensar, y tal como contaba la historia, estimo que todo aquello fue una conexión mutua;…digo yo, pues me dijo que la última noche en la isla la pasaron juntos, pero lo que sucediera, o no sucediera, será el secreto de ambos. El caso es, que a la mañana siguiente, al al despertarse, antes de partir, el músico cogió papel y lápiz, y contemplando cómo dormía Alsoris sobre la cama, en alrededor de diez minutos, escribió los versos que acompañarían poco después los acordes de lo que sería su canción “La Flaca”. Y ahí quedó todo; el grupo dejaría el caribe, y Pau le diría adiós a su musa con un beso, y una carta de despedida con aquellas rimas que ella le había inspirado. En su regreso a Barcelona todo trancurrió muy deprisa, debido a que la gente de Virgin les aguardaba para firmar un contrato, y grabar ese disco que acabaría titulándose genéricamente “La Flaca”. Aquel primer álbum pasaría sin pena ni gloria por las listas de éxitos, y cuando apuntaba a ser un estrepitoso fracaso, el azar del destino, llevó precisamente a que la canción “La Flaca”, se incluyera como sintonía en el spot de una famosa marca de cigarrillos. Sorpresivamente, la gente por inercia comenzó a preguntar en las tiendas de discos por quién cantaba aquello, y así, sin comerlo ni beberlo, un año después de su lanzamiento pasaría a convertirse en el éxito de aquel verano de 1997, y en el álbum más vendido del año. El resto de la historia supongo que ya la conocéis: un montón de discos; multitud de giras y conciertos; un trabajo póstumo denominado “Tragas y escupes”… y “Eso que tú me das”, un documental sobre lo que vino a ser su vida, y los últimos días de ese cáncer que lo trajo hasta aquí a sus cincuenta y tres años.
Mi día transcurrió en su compañía, y al caer la noche me pidió si podía pasar la noche conmigo… salvando las distancias de lo que fue aquella noche en La Habana… claro. Le hice un lado en mi cama, y al despertarme comprobé que ya se había ido. Ya no sé si acabará haciéndome también una canción. De lo que estoy segura, es que acabará dándose pronto una vuelta por Italia, que es donde me dejó entrever que vive por lo visto Alsoris Guzmán… su “Flaca”.
Eleanor Rigby.
La flaca
En la vida conocí mujer igual a la flaca
Coral negro de la Habana, tremendísima mulata
Cien libras de piel y hueso, cuarenta kilos de salsa
Y en la cara dos soles que sin palabras hablan
Que sin palabras hablan
La flaca duerme de día, dice que así el hambre engaña
Y cuando cae la noche baja a bailar a la tasca
Y bailar y bailar, y tomar y tomar
Una cerveza tras otra, pero ella nunca engorda
Pero ella nunca engorda
Por un beso de la flaca daría lo que fuera
Por un beso de ella, aunque sólo uno fuera
Por un beso de la flaca daría lo que fuera
Por un beso de ella aunque sólo uno fuera
Aunque sólo uno fuera
Mojé mis sábanas blancas, como dice la canción
Recordando las caricias que me brindó el primer día
Y enloquezco de ganas de dormir a su ladito
Porque Dios…