Inmersos en Semana Santa, y completando de manera mensual lo correspondiente a los elementos que constituyen la Semana Santa. Este mes quiero hablaros sobre “Los Pasos”, es decir, ese espacio donde se ubican las imágenes a las que rendimos culto y que están adornadas con flores y velas o iluminación electrónica.
Como explicaba en el primer artículo en el que San Vicente Ferrer fue el que introdujo la Semana Santa en España, aquellas procesiones de disciplinantes van evolucionando y los artesanos comienzan a fabricar grandes carros destinados a ser altares públicos que van tirados por caballos. Lo que motivó el uso de estos pasos fue el interés de representar la pasión de Cristo a través de imágenes, a modo de evangelización para aquel pueblo inculto.
En esta imagen es a lo que más nos podemos aproximar a aquellos carros de la época.
El origen de los pasos en procesión proviene de la Italia renacentista. Surge por la tradición clásica que había de las “Procesiones Triunfales” que derivaron en las funerarias y también en las papales con la llegada del pensamiento humanista. Se sabe de procesiones como la del Resucitado de Roma, que en 1592 procesionaba con estandartes, hermanos de luz, y la imagen del Resucitado, entre otras.
En España, podemos irnos al Corpus de Valencia en donde veremos las famosas “rocas”, carros que tienen más de 500 años y procesionan en el Corpus Christi tirados por caballos, como podemos observar en la imagen.
Estas carros son como representaciones de los Autos Sacramentales, llamados “Entremesos” o “Misteris” datados del s.XV y VI. Estos monumentales pasos están guardados en la “Casa de las Rocas”, una nave de grandes dimensiones del s.XV cercanas a las Torres de Serrano y puede ser visitada. Pero es realmente en la capital hispalense, Sevilla, donde verdaderamente los pasos evolucionan de una manera espectacular y no solo en eso, sino también en cuestión de patrimonio de las propias cofradías.
También tenemos que destacar en la evolución de los pasos en Andalucía, un elemento característico como es el “Llamador”. El llamador es una figura de metal que está colocada en la parte frontal del paso con el fin de llamar, de ahí el nombre, a los que portan el paso, en este caso, los costaleros. Esta figura puede tener la forma de algo significativo de la Cofradía o Hermandad. Por ejemplo, el llamado del paso de misterio de “Las Tres Caídas” de Sevilla, tiene la forma de un ancla inclinada con una soga anudada, símbolo identificativo de la corporación de los mareantes o de las Tres Caídas.
En lo referente al “Paso” en sí, podemos establecer una clasificación de los mismos según la forma de llevarlos. El término “Carroza”, un tanto peyorativo para el respeto que pueden tener estos monumentos escultóricos, se denomina a esos pasos que llevan ruedas y son empujadas, en su interior o fuera por personas, generalmente por los cofrades. Por otro lado tenemos los que van en “Andas”. En barrotes, que son cuatro varales de madera atravesados desde atrás hacia adelante sobre los que sostienen la estructura del anda y el palio. La Parihuela que se da en las zonas de Málaga y Castilla y León, que se componen de varales colocados longitudinalmente cuyo peso puede ser interior, exterior o mixto. A Moilá , trabajaderas distribuidas de forma transversal que se coloca alrededor del cuello y descansando el peso sobre los hombros. Muy habitual en la Semana Santa Jerezana. Están otros como la Almohá, que son trabajaderas se encuentran en el interior se pone una almohada en el palo y se agarra con dos cuerdas a los extremos de la almohada junto al palo. En cada palo van unas cinco almohadas, cinco cargadores, pero pueden ir reduciendo el número de cargador por palo. En Almohá, es habitual en San Fernando (Cádiz).
Y el más complejo de todos quizás que es A Costal. Las Trabajaderas se colocan transversalmente descansando sobre las cervicales de los costaleros. Habitual en Sevilla.
En cuanto a “Pasos” de nuestra ciudad, podemos destacar el de la Virgen de las Angustias realizado entre 1997 y 1998 por Alfonso Muñoz, de estilo neo-barroco y policromado o el de Santa María Magdalena que sigue el estilo cartagenero y murciano con el alumbrado de candelabros de bronce con tulipas y adornos de cristalería. También tenemos que hacer mención al paso de Ntra. Sra. De la Esperanza cuyo trabajo fue realizado en los Talleres de Orivio de la Torre, en Torralva de Calatrava (Ciudad Real), repujado en plata de primera ley en el año 2005. Ni que decir tiene que es una de las joyas más importantes en cuanto a paso tenemos.
Roberto Puche,
Marzo 2015.