Sois muchos los que deseáis aprender cómo grabar música en casa con resultados semi-profesionales, ¿no es verdad? Y realmente es muy fácil y no se necesitan hacer grandes inversiones. Prácticamente lo puedes hacer todo en audio: desde la transferencia de cintas y vinilos (¿te acuerdas?) a CDs, hasta crear audiolibros, voz en off, poner sonido a tus vídeos en lugar del «ruido» horrible que por lo general proveen de las videocámaras. También puedes grabar tu propio CD o maqueta para llevarla a masterizar a un estudio de grabación profesional, etc. ¿Te he convencido? Bueno, pues sigue leyendo, porque antes de hacer cualquier otra cosa, te aconsejo que leas el resto del artículo, porque se convertirá en tu escudo contra el consejo que te pueda dar el vendedor de tu tienda de música de tu ciudad cuya única pretensión es que le compres el equipamiento más caro posible; o de algunos otros expertos en audio que pretenderán que sólo si confías en ellos podrás hacer una grabación.
Éstos son los cinco secretos:
1) No necesitas invertir un montón de dinero para empezar. Te digan lo que te digan.
Prueba esto aunque sólo sea por diversión. Entra en una tienda de instrumentos musicales la que esté más cerca de tu ciudad y pregúntales qué necesitas para grabar audio desde tu casa. Me atrevería a decir que la contestación que recibirás es que lo que necesitas es un micrófono de condensador, cables, soporte de micrófono, tarjeta de sonido para el ordenador y un software especial. Todo esto acabará costándote alrededor de 700 € si el equipo es muy básico, pero lo más probable es que ascienda todo a más de 1.000 €, y hasta este punto nadie te ha explicado cómo usarlo. La única otra opción que tienes, te dicen, es ir a un estudio de grabación profesional, que te costará alrededor de 30 € por hora, más la molestia de llegar hasta allí con todo lo que necesitas (además de toda la gente, si estás en un grupo). La mayoría de la gente creen que esas son las únicas dos opciones que tienen. La verdad es que no es necesario que gastes dinero en equipamiento, o un estudio hasta que no pretendas obtener resultados altamente profesionales. Todo lo que necesitas es un ordenador con una tarjeta de sonido (con la que lleva incluida es suficiente), el micrófono que probablemente vino con el ordenador (sino por unos pocos euros podrás adquirir uno), auriculares del tipo que utilizas con tu reproductor de mp3, y una conexión a internet. Estoy muy seguro que la mayoría de los que estáis leyendo este artículo tenéis todo esto. Solo se necesita un poco de conocimiento acerca de cómo obtener el máximo provecho de lo que tienes… lo que me lleva al siguiente punto:
2) El conocimiento es mucho más importante que la velocidad (pero no tanto como el tocino)
Esto es una realidad: Todavía se pueden encontrar grabaciones de muy baja calidad realizadas por estudios de primer nivel y viceversa. Esto es mucho más común de lo que puedas pensar. Para comprobarlo sólo debes comprar un ejemplar de cualquier revista de audio profesional y ver la sección «Las Grabaciones de los Lectores» y te darás cuenta como el revisor de la revista está constantemente atónito ante las grandes grabaciones que le llegan realizadas con un equipo de gama barata-media, así como las grabaciones desastrosas que se suponen de gran nivel, realizadas por estudios profesionales y que cuestan hasta 5.000 € (o más).
Esto es otro hecho: ahora que la tecnología está disponible para prácticamente cualquier persona (todos disponemos de un ordenador), el mundo se está inundado de grabaciones realmente terribles que suenan a «ya está aquí el fin del mundo». Y esto es porque la mayoría de la gente (y me refiero a un 80/90 por ciento de los usuarios) no conocen los principios básicos de la grabación de audio, la mezcla y la producción. Con tantos aficionados que pretenden iniciarse en el mundo del audio profesional, la única característica real que le diferencia del resto es «el contenido», es decir su canción, su podcast, su interpretación, etc. y el saber cómo hacerlo. Otro hecho: Si estás empezando y tienes 300 € gastadores, conseguirás mejores grabaciones después de invertir parte de los euros en conocimiento y no todo en la compra de equipamiento.
3) No necesitas saber cómo funciona un televisor para aprender a usarlo (consejo: busca el botón ON/OFF).
Que dicho de otra manera, no tienes que saber cómo reconstruir pieza a pieza un motor para poder conducir un coche, ¿verdad? Lo que sí que es necesario es que aprendas muy rápidamente el funcionamiento de lo básico (alrededor de un minuto en el caso de un televisor). Si te gusta la mecánica tanto como a mí, no tendrás ni la menor idea de lo que es un «catalizador», y no por eso dejas de conducir. Pues el mismo cuento debes aplicar a las grabaciones. Después de haber pasado por esto como un principiante, te puedo decir que muchos de los «expertos» que encontrarás en los grupos de noticias o foros te harán una afirmación más o menos como la siguiente: «No se puede aprender a grabar correctamente en una noche». ¿Y qué? También puedes leer en algunos libros técnicos sobre el tema: «para aprender a fondo como hacer una grabación correctamente, debes practicar una y otra vez durante años». ¿Pero es esto lo que necesitas? Afirmaciones tan categóricas dejan de lado a un montón de gente que podrían desarrollar auténticamente su arte y los limita a la hora de expresarse. Es como decir «no se puede entender realmente cómo funciona un televisor a menos que hayas ido a una escuela de reparación de TV, o que al menos tengas una ingeniería electrónica.» Aunque esto es cierto en parte, no es necesario entender todo eso para manejar un televisor (¡que yo sólo quiero cambiar los canales!). Y he dicho en parte, porque sí que es verdad que deberás tener todo ese conocimiento, si lo que pretendes es convertirte en ingeniero de sonido.
Pero para lo que nos compete ahora, todo dependerá en gran medida de qué tipo de grabación estás tratando de hacer (grabar voces para podcast o radio, grabar música o grabar un trabajo completo para hacer un CD). Un gran porcentaje de la gente puede aprender a hacer todo lo que necesita de en unas pocas horas si disponen del maestro adecuado. Muchos principiantes, al echar un vistazo a una mesa de mezclas física o virtual, se enfrentan una sobrecarga de información que hace que lo único que pase por sus mentes es «salir corriendo de la habitación». Tienes que aprender los 4 o 5 botones o comandos básicos de los 80 o 90 que tendrá la mesa o el programa con el que estés trabajando en ese momento.
No debes tener miedo a hacer lo que tienes que hacer para empezar. Luego tendrás que aprender tal vez 15 opciones más, luego 20 más… ¡En serio!: si te lo planteas de esta manera lo conseguirás. He diseñado cientos (probablemente miles) de proyectos de audio en los últimos 20 años, y aún no conozco el 100% de lo que mis programas y equipos que pueden hacer.
4) Tú hazme caso que lo que yo te diga: ¡no necesitas un Mac!
El mito de los Mac se remonta a los años 80, cuando la gente empezaba a comprar ordenadores (sí niños… hubo un tiempo en que las familias ¡no tenían un ordenador en casa!) Y un poco antes de eso, ¡ni siquiera tenían televisores! ¿Habéis entrado en shock?… pues lo siento, pero es lo que había. Los primeros Mac tenían alguna función o característica que los hacían más aptos para la producción musical. Pero con los años, las cosas se han igualado, y el paisaje de la grabación es de aproximadamente 50/50. Es como las dos grandes marcas de refresco de cola: algunas personas prefieren una sobre la otra, pero no es necesariamente mejor una que la otra. Así que si algún vendedor o fan de Mac te intenta convencer de sus infinitas bondades con respecto a PC, dile con toda confianza que… ¡de eso: ná de ná!.
5) Tampoco necesitas ni «Pro Tools», ni micrófonos Neumann.
Este es otro mito que persiste desde los «viejos tiempos». Érase una vez, a finales de los años 80, cuando el programa de audio profesional llamado «ProTools» apareció, sólo estaba disponible para Mac. Las primeras versiones para PC eran a menudo inestables. Y estas inestabilidades no fueron corregidas hasta mediados de los años 90. Pero Pro Tools se comercializa profesionalmente desde el principio, en su versión para Mac, por lo que de alguna manera se convirtió en estándar para asociar «buen software de grabación» a la unión de Pro Tools y Mac. Pro Tools todavía es considerado como probablemente el software de audio más utilizado en el mundo. Pero en el siglo 21, «común» no significa necesariamente «mejor», y tampoco significa «obligatorio». Incluso leí a un gurú de la ingeniería de audio esta frase: ProTools es el estándard de la industria del audio profesional para desgracia de la industria del audio profesional (no sé si yo diría tanto). Para utilizar Pro Tools, hasta hace muy poco tiempo no sólo se necesitaba el software, sino que también obligatoriamente debías comprar un hardware muy específico, sino el programa no funcionaba sin una de sus interfaces de hardware aprobadas. Ahora eso ya no es así. Ya se puede utilizar ProTools con cualquier tarjeta de sonido. Pero como todos sabemos, la calidad la determina el hardware mucho más que el software. Entonces si lo que deseas es grabar tus proyectos, no necesitas grandes inversiones como la que plantea ProTools. Existen opciones mucho más económicas (o incluso gratuitas) que te permitirán adentrarte en el mundo de las grabaciones de música ¿Por qué comprar un vehículo de alta gama cuando ahora sólo necesitas una bicicleta? Más adelante es posible que tengas que empezar a invertir en algún sistema más completo de grabación de audio, e incluso puede ser que tengas que contar con los servicios de un profesional (te estaré esperando), pero por favor, no empieces con sistemas muy complejos que lo único que harán es frustrarte.
Y ahora ¡échate al ruedo y a grabar! Creo que con éstos consejos puedes empezar hoy mismo… ¡sin tener que hipotecar tu piso!.
Un abrazo,
RAFA MONLLOR
www.audioart.es