Poesía y Música. Tipos de composición

Algunas fuentes griegas, entre ellas la Crestomatía de Proclo y el Baquete de los eruditos de Ateneo, nos dan testimonio de los diferentes tipos de música que tenían cabida en el mundo griego antiguo. También los datos aportados por Platón, Aristóteles, Aristóxeno, Ptolomeo, Arístides Quintiliano, entre otros, contribuyen al conocimiento de la música de Grecia, cuna de la cultura occidental. Las composiciones musicales a las que nos vamos referir después eran cantadas y a menudo acompañadas por los instrumentos que previamente hemos estudiado. Según la temática, el fin y el receptor de la composición musical podríamos hacer una doble división para su estudio: música dedicada a los dioses y música para fines humanos. De esta manera, vamos a hacer un ligero y conciso recorrido por las diferentes composiciones musicales a continuación.

MÚSICA PARA LOS DIOSES.
Como sabemos, la religión era para los griegos un pilar básico. Muchas celebraciones estaban estrechamente dedicadas a la veneración de las distintas divinidades que constituían su panteón. Los fieles celebraban a los dioses para pedir buenas cosechas, éxito en guerras o conflictos de la ciudad o, por otro lado, deseos en el ámbito particular de sus vidas haciéndoles ofrendas y sacrificios. Todo ello lo hacían la mayoría de veces acompañándose de uno de los regalos más poderosos que dieron los dioses a la humanidad: la música. Ciertamente, pensaban que con acompañamiento del canto y de los instrumentos se celebraban los ritos de una forma más solemne. Prueba de ello es que todavía hoy las celebraciones religiosas cuentan con la participación de un coro o pequeño grupo de cámara que interpreta música religiosa. Por tanto, era indiscutible que la relación que existía entre religión y música era íntima.
ὕμνος.

Los himnos son composiciones de alabanza o de petición a una divinidad. Su extensión podía ser más o menos larga y podían estar incluidos en otras obras literarias. Así, por ejemplo, en Ilíada 17, 472-74 encontramos un himno a Apolo. Precisamente el himno a esta divinidad tiene un nombre particular que es ‘peán’, el cual lo veremos después. La estructura de los himnos solía ser tripartita: primero aparecía una invocación a la divinidad que se iba a celebrar, después aparecían epítetos de la misma y por último una salutación. La colección de himnos más conocida que conservamos es la de los Himnos Homéricos, que, sin duda, era de tradición épico-rapsódica.

La música tuvo un gran papel en las recitaciones de los himnos. Instrumentos como la forminge o el auló acompañaban en numerosas ocasiones este tipo de composición. Algunos estudiosos afirman que el himno es el tipo de música formal más antiguo que conservamos y que también tuvo un gran peso en la vertiente literaria. Desde época antigua los himnos eran interpretados por un coro, pero también hay testimonios de monodia.

En Ateneo aparece el término ὕμνος en numerosas ocasiones. Los arcadios educaban a los niños desde pequeños en la ejercitación del himno con una finalidad clara: honrar a los héroes y dioses de su patria, tal y como se muestra en el siguiente pasaje:

παρὰ γοῦν μόνοις Ἀρκάσιν οἱ παῖδες ἐκ νηπίων ᾁδειν ἐθίζονται κατὰ νόμον τοὺς ὕμνους καὶ παιᾶνας, οἷς ἕκαστοι κατὰ τὰ πάτρια τοὺς ἐπιχωρίους ἥρωας καὶ θεοὺς ὑμνοῦσι.
En efecto sólo entre los arcadios, los niños se habitúan desde la infancia a cantar, según la costumbre, los himnos y peanes, con los que cada uno, según las costumbres heredadas por los antepasados, celebra a sus héroes nacionales y dioses. (Ath. XIV, 626b)

Pero todavía Ateneo nos aclara más el significado de ὕμνος más adelante:

τὸ παλαιὸν γὰρ καὶ τῶν ἡρώων τὰς πράξεις καὶ τῶν θεῶν τοὺς ὕμνους δι᾽ ᾠδῆς
ἐποιοῦντο.
Pues en tiempo antiguo celebraban a través del canto las hazañas de los héroes y los himnos de los dioses. (Ath. XIV, 633c)

παιάν.

El παιάν es un ὕμνος dedicado a unas determinadas divinidades: Apolo, Ártemis, Dioniso, Zeus, Higieya y Asclepio. Es cierto que más comúnmente se asocia a Apolo, pero originariamente también era propio de las divinidades mencionadas. Este tipo de composición acompañaba en fiestas como las Panateneas en Atenas o las Teoxenias de Delos, pero también en eventos privados como simposios o bodas. Además se conoce como παιάν a un tipo de composición militar con motivo de eventos importantes, como la ratificación de un tratado y más tarde a un tipo de composición dedicado a personas importantes. Aparte de estos datos, Ateneo acerca del παιάν dice lo siguiente:

τῶν γὰρ ὕμνων οἱ μὲν ὠρχοῦντο, οἱ δὲ οὐκ ὠρχοῦντο… ἢ τοὺς εἰς Ἀφροδίτην καὶ Διόνυσον, καὶ τὸν παιᾶνα δὲ ὁτὲ μὲν ὁτὲ δὲ οὔ.
Algunos de los himnos se bailaban, pero otros no… o los dedicados a
Afrodita y Dioniso, y el peán unas veces (se bailaba), otras no. (Ath. XIV, 631d)

Cabe destacar que, entre los fragmentos musicales que se han conservado, se encuentran algunos peanes, cuyos pentagramas y explicaciones están plasmadas en la obra de Mathiesen de una forma extensa y pormenorizada.

El otro fragmento en donde Ateneo menciona el παιάν es el texto anteriormente visto con el ὕμνος, con el que, recordemos, quedaba claro que los himnos y peanes se componían para honrar a dioses y héroes.

διθύραμβος.

El διθύραμβος es otro tipo de ὕμνος concreto con el que se celebra a Dioniso, el dios del vino y la fecundidad en la mitología griega. Eran composiciones para coro y estaban destinadas a ser interpretadas en festivales de distintas ciudades como Atenas o Delfos. Algunos autores apuntan a que podía haber ditirambos para coros de hasta cincuenta hombres y niños que se colocaban en forma de círculo quedando en el centro el auleta. Pero los coros no solamente estaban formados por hombres y niños, sino también por mujeres, puesto que se les permitía participar en la vida pública siempre y cuando fuera para alguna actividad de culto a una divinidad.

Platón, Píndaro o Arquíloco son algunos de los autores que dieron una definición a διθύραμβος y Ateneo en ocasiones la transmitió:

Φιλόχορος δέ φησιν ὡς οἱ παλαιοὶ σπένδοντες οὐκ αἰεὶ διθυραμβοῦσιν, ἀλλ᾽ ὅταν σπένδωσι, τὸν μὲν Διόνυσον ἐν οἴνῳ καὶ μέθῃ, τὸν δ᾽ Ἀπόλλωνα μεθ᾽ ἡσυχίας καὶ τάξεως μέλποντες. Ἀρχίλοχος γοῦν φησιν·
ὡς Διωνύσοι᾽ ἄνακτος καλὸν ἐξάρξαι μέλος
οἶδα διθύραμβον, οἴνῳ συγκεραυνωθεὶς φρένας.
καὶ Ἐπίχαρμος δ᾽ ἐν Φιλοκτήτῃ ἔφη·
οὐκ ἔστι διθύραμβος ὅκχ᾽ ὕδωρ πίῃς.
Filócoro dice que los antiguos que ofrecen libaciones no siempre cantan ditirambos, sino cuando ofrecen libaciones celebrando con cantos y bailes a Dioniso en el vino y la embriaguez, y a Apolo con la tranquilidad y el orden.
En efecto, Arquíloco dice:
‘que yo sé comenzar el hermoso canto del soberano Dioniso,
el ditirambo, habiendo sido fulminado a la vez en mis entrañas por el vino’.
Y Epicarmo decía en Filoctetes:
‘no existe ditirambo cuando bebes agua’. (Ath. XIV, 628a-b)

Con tales argumentos no podemos concluir sin afirmar de nuevo a partir de estas fuentes que el διθύραμβος estaba ligado a Dioniso y que se entonaba en momentos de embriaguez y de ambiente festivo.

MÚSICA PARA LOS HUMANOS.

El ser humano siempre ha necesitado manifestar sus emociones a través de las artes y concretamente de la música en las diferentes situaciones de su vida. Por ello, además de música dedicada a la divinidad, los griegos tenían composiciones que interpretaban en los momentos más comunes y cotidianos de sus vidas, como la recolecta de frutos, la siembra, la celebración de una boda o un funeral, etc. Ateneo en su libro XIV nombra algunas de ellas, pero no se extiende demasiado en su descripción, como en el caso de los instrumentos o de las composiciones dedicadas a los dioses. Por tanto, vamos a enumerar las que menciona Ateneo y a definirlas de manera breve.

αἴλινος.

No sabemos prácticamente nada sobre este tipo de composición. Ateneo sí que nos aclara que es un tipo de composición ligado a los trabajadores del telar:

ἡ δὲ τῶν ἱστουργούντων ᾠδὴ αἴλινος, ὡς Ἐπίχαρμος ἐν Ἀταλάνταις ἱστορεῖ.
El canto de los que trabajan el telar es el ailino, según Epicarmo cuenta en Atalanta. (Ath. XIV, 618d)

Por otro lado, cabe destacar que en ocasiones también el αἴλινος suele asociarse a un canto de lamento o de dolor.

ἴουλος.

Ateneo sobre este término añade definiciones de diversos autores. La primera es de Trifón, quien nombra una serie de composiciones musicales acompañándolas de una breve explicación, y entre ellas se encuentra la de ἴουλος:

ἡ δὲ τῶν ταλασιουργῶν ἴουλος.
El canto yulo es de los que trabajan la lana. (Ath. XIV, 618d)

Sin embargo, Semo de Delos en su obra En los peanes dice lo siguiente:

‘τὰ δράγματα τῶν κριθῶν αὐτὰ καθ᾽ αὑτὰ προσηγόρευον ἀμάλας. συναθροισθέντα δὲ καὶ ἐκ πολλῶν μίαν γενόμενα δέσμην οὔλους καὶ ἰούλους· καὶ τὴν Δήμητρα ὁτὲ μὲν Χλόην, ὁτὲ δὲ Ἰουλώ. ἀπὸ τῶν οὖν τῆς Δήμητρος εὑρημάτων τούς τε καρποὺς καὶ τοὺς ὕμνους τοὺς εἰς τὴν θεὸν οὔλους καλοῦσι καὶ ἰούλους’.
A los puñados de cebada mismos los llamaban gavillas, y reunidos y habiendo hecho de muchos un solo (manojo) los llaman ulos y yulos. También llamaron Deméter a veces Cloe, otras Yulo. A partir de los descubrimientos de Deméter, ellos llaman a las frutas y a los himnos de esta divinidad ulos y yulos.’. (Ath. XIV, 618d-e)

Por lo que podemos comprobar a veces es algo ambiguo reconocer las funciones para las que estaba destinada una composición musical, pero al menos tenemos fuentes literarias con las que poder contrastar las distintas ideas y llegar, si se puede, a una definición o conclusión.

ἀλῆτις.
Mathiesen define ἀλῆτις como “wandering song”, es decir, “una canción deambulante”, que es lo que significa ἀλῆτις. Esto es debido a que Erígone, errante, había recorrido el mundo en busca de su padre Ícaro

ἦν δὲ καὶ ἐπὶ ταῖς ἐώραις τις ἐπ᾽ Ἠριγόνῃ, ἣν καὶ ἀλῆτιν λέγουσιν, ᾠδή.
Había también en las festividades por Erígone una canción que llaman “deambulante”. (Ath. XIV, 618e)

καταβαυκάλησις.

Esta palabra acaba con el sufijo –σις, lo cual indica que estamos ante un sustantivo de acción: “acción de dormir con cantos”. Pero puede ser entendido también como un tipo de composición musical tal y como Ateneo muestra:

αἱ δὲ τῶν τιτθευουσῶν ᾠδαὶ καταβαυκαλήσεις ὀνομάζονται.
Los cantos de las nodrizas son llamados ‘nanas’. (Ath. XIV, 618e)

Teniendo en cuenta el contexto y el significado del sustantivo podríamos traducir el término, cuando se refiera a una composición musical, como “nana”.

λιτυέρσης.

Por el significado del sustantivo sabemos que esta composición tiene que ver con la recolección del cultivo o de la fruta. A su vez, Litierses era el hijo del rey Midas y patrón de los segadores, por lo que él es quien da nombre a este canto. Ateneo aporta la siguiente definición:

ἡ δὲ τῶν θεριστῶν ᾠδὴ Λιτυέρσης καλεῖται.
El canto de los segadores se llama litierses. (Ath. XIV, 619a)

βουκολιασμός.

Por su etimología podemos fácilmente saber de qué tipo de composición se trata: de tema pastoril, bucólico. Así lo afirma Ateneo:

ἦν δὲ καὶ τοῖς ἡγουμένοις τῶν βοσκημάτων ὁ βουκολιασμὸς.
El canto pastoril era para quienes conducen sus ganados. (Ath. XIV, 619a)

Otras composiciones musicales.

El último fragmento que vamos a comentar del libro XIV de Ateneo enumera algunas composiciones musicales:

Ἀριστοφάνης δ᾽ ἐν Ἀττικαῖς φησιν Λέξεσιν · ‘ἱμαῖος ᾠδὴ μυλωθρῶν·
ἐν δὲ γάμοις ὑμέναιος· ἐν δὲ πένθεσιν ἰάλεμος. λίνος δὲ καὶ αἴλινος οὐ
μόνον ἐν πένθεσιν, ἀλλὰ καὶ ‘ ἐπ᾽ εὐτυχεῖ μολπᾷ κατὰ τὸν Εὐριπίδην.’
Aristófanes en su obra Vocablos Áticos dice: “el himeo es un canto de los molineros; el himeneo en las bodas. En ocasiones de duelo el iálemo Pero el lino y el ailino no sólo se cantan en ocasiones de duelo, sino también en la feliz danza, como dice Eurípides”. (Ath. XIV, 619b-c)

Y con las siguientes reflexiones finaliza una serie de artículos que hemos ido publicando relacionados con el mundo griego y la música. Como hemos podido comprobar, la μουσική τέχνη ocupaba un lugar clave en la vida de los griegos desde los tiempos más remotos. No se concebía la vida sin música en la Grecia antigua, puesto que ésta estaba presente en todos y cada uno de los momentos más importantes. Por tanto, la primera y más evidente conclusión que podemos sacar es que “la sociedad griega se podía calificar como una sociedad dependiente y admiradora de la música”, como anteriormente hemos dicho. Pero no olvidemos que, a su vez, a esta consideración hemos podido llegar gracias al testimonio de algunos autores como Ateneo. Sin duda alguna, su obra es una fuente riquísima e indispensable para el conocimiento de la música griega antigua. Por un lado, hemos visto cómo los comensales del Banquete de los eruditos proporcionaban diferentes definiciones sobre lo que cada uno entendía por “música”. Con todas ellas, llegamos a tener una visión general sobre lo que era la música para el pueblo griego: un instrumento poderoso capaz de hacer cambiar la actitud del ser humano e incluso de los animales, capaz de exhortar y estimular a los soldados antes de una guerra, de rebajar el dolor de ciertas enfermedades, etc. Además, prueba de que la música griega tenía una gran importancia en la sociedad es que incluso la filosofía, la religión y la educación se servían de ella, como hemos podido comprobar en diferentes pasajes.

Por otro lado, a través de los textos que Ateneo transmite sobre cada uno de los instrumentos musicales podemos de nuevo afirmar su importante aportación a la música griega. Hemos podido obtener a partir del Banquete de los Eruditos valiosa información sobre los orígenes de los instrumentos, la forma de interpretarlos, las ocasiones a propósito de las cuales se hacían sonar, etc. Información que, junto con la iconografía de objetos cerámicos, colabora a mejorar nuestro conocimiento de los instrumentos musicales, de su relevante función en la cultura griega; y gracias a ello, además podemos hoy día reconstruir algunos, aunque no con las mismas cualidades de sonido. No debemos olvidar que muchos de los instrumentos de los que hoy día disfrutamos son los claros predecesores de algunos griegos. Pero también es esencial la obra de Ateneo por su aportación a los distintos tipos de composiciones musicales que existían en la sociedad griega. Ateneo ofrece información en este libro XIV sobre sus orígenes y los momentos idóneos en los que se interpretaban. Todo ello, además, nos hace ver la íntima relación que existía entre música y poesía, pues en numerosas ocasiones la recitación estaba acompañada de música instrumental para agradar al auditorio y para retener mejor en la memoria los versos que se declamaban.

En definitiva, podemos llegar a la conclusión de que es primordial conocer e interpretar los textos grecolatinos para poder entender y conocer cómo era el mundo antiguo, el mundo que dio origen al nuestro. Claramente, no podríamos saber tanto acerca de la música griega si Ateneo u otros autores, importantes por sus aportaciones al tema, no hubiesen escrito sobre ella y no se conservasen sus obras.

José Luis Palao.

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