Decía Beethoven que la música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía. Transmite, transporta, sumerge. Y eso es lo que ocurrió el pasado sábado 18 de octubre en Toledo, cuando la Banda de la Asociación de Amigos de la Música consiguió hermanar a través de la cultura a dos ciudades que gracias a El Greco quedarán para siempre unidas.
El día invitaba a una noche inolvidable a pesar de la paliza del viaje. Un sol otoñal acompañó a la expedición desde su salida de Yecla a las 7:00 horas hasta su llegada a la capital del Tajo. De pronto, en torno a las 11:00 horas, más de 500 yeclanos llegados en siete autobuses y varias decenas de vehículos particulares tomaron la ciudad y al deambular por su judería creías encontrarte en plena calle de San Francisco. Tras la comida, los músicos entraron por primera vez al Alcázar para hacer la prueba de sonido. Y por fin, a las 19:00 horas, las puertas se abrieron para dar cabida a los cientos de personas que desde una hora antes hacían cola con la intención de ocupar un buen lugar en el recinto.
En apenas 15 minutos las aproximadamente 1.000 sillas que el Museo del Ejército había colocado en el Patio de Armas del Alcázar estaban ocupadas. No cabía un alfiler y algunas personas tuvieron que quedarse de pie al fondo. Las autoridades yeclanas, con representación tanto del Equipo de Gobierno como de los dos partidos de la oposición, tomaron asiento junto a los diferentes capitanes que no quisieron perderse el espectáculo.
La banda salió puntual al escenario. En respetuoso orden. El público les recibió con un caluroso aplauso y tras la presentación, el narrador, el profesor Miguel Ángel Puche, comenzó a explicar los entresijos de un programa que iba a unir por primera vez a Toledo, Yecla y Grecia gracias a la pintura de El Greco.
Tras esta obra, llegó el momento culmen de la noche. El estreno mundial de “El Entierro del Conde de Orgaz”, compuesta por el holandés Ed De Boer (Alexander Comitas) que se mostraba visiblemente nervioso antes de empezar a escuchar los primeros acordes de su obra. Dividida en cinco movimientos, esta composición dedicada a Yecla, a su banda y a Ángel Hernández, analiza el famoso cuadro de El Greco para centrarse en los personajes protagonistas de los distintos ambientes que recrean el cuadro. Los solos de fagot o saxo alto sirven para representar a estos personajes que acompañaron al conde tras su muerte. Tras la última nota, con el público en pie, el compositor, emocionado, subió al escenario para junto al director agradecer el cálido apoyo del público. Tras él, Marcos Ortuño, alcalde de Yecla, subió también para felicitar a Comitas por su trabajo.
Comenzaba así la segunda parte del concierto. Era el momento de hablar del personaje, de viajar a Grecia y acercar hasta el Alcázar sus diferentes músicas. Para ello, el director eligió la “Suite Hellenique” del maestro Pedro Iturralde y que hace apenas tres meses sirvió a la banda para ganar el primer premio en el Certamen de Dosbarrios. Una vez más, el saxo soprano de Fran Soriano volvió a sonar y, al igual que pasara en el municipio toledano, el público se rindió ante su magnífica cadencia. Para concluir esta brillante noche, tocaba hablar de las dos ciudades. Toledo y Yecla hermanadas por el pintor gracias al museo de réplicas que alberga nuestra Casa de Cultura. En primer lugar, se interpretó “En el Zoco Toledano”, del compositor local Emilio Cebrián Ruiz y, para acabar, el pasodoble “Yakka” que, como bien señaló el narrador, ha sido motivo de estudio en universidades estadounidenses e interpretado por decenas de bandas de todo el mundo.
Y tras este broche de oro comenzó el inolvidable y caluroso aplauso del público, reconociendo el trabajo de nuestra banda. En pie, durante varios minutos, Ángel Hernández tuvo que salir hasta en tres ocasiones a levantar a sus músicos para agradecer tan especial apoyo. Al final, y ante la insistencia del público, sonó un bis. Fue el tercer movimiento de “Green Folk Song Suite” del compositor Franco Cesarini, el mismo que, en un ya lejano 2007, ayudó con su “Mosaizi Bizantini” a que nuestra banda empezara a sonar en los círculos bandísticos de primer nivel gracias a una memorable actuación en el Palau de la Música de Valencia. Desde entonces, estos músicos no han dejado de crecer y con ellos su director, que anoche, una vez más, demostró en Toledo que gracias a su buen hacer al frente de la Asociación de Amigos de la Música, el nombre de Yecla vuela cada vez más alto.
David Val Palao.