Cómo presentarle, cómo decir que se pasó por aquí el guitarrista más grande entre los grandes; estuvo aquí Jimi Hendrix, el músico que revolucionó el mundo del rock allá por los “60”, aunque al decir verdad, y por la historia que me contó acerca de su mítico «Hey Joe», tal vez tendría que afirmar que quien vino a visitarme fue el detective Sherlock Holmes. Y es que Jimi me desveló que mucha gente lo identifica con la canción en cuestión, a pesar de que en la portada de aquel disco él no dudó en resaltar el mensaje: «Arreglado por Jimi Hendrix de una canción tradicional». Supongo que desde un principio el artista, todo un visionario, supuso que se crearía cierta controversia sobre la autoría de su composición; es lo que tienen las buenas canciones, que al final son de todos y de nadie. En fin, retrocedamos en el tiempo y vayamos por pasos para descubrir quién realmente la pudo escribir;…no pierdas detalle y atiende,…atiende.
Veréis, Hendrix llegó a Londres de la mano de Chas Chandler, bajista de The Animals en 1966, quien tras verle tocar en el Café Whah de Nueva York no dudó en poner un estudio de grabación a su disposición para que empezara a grabar material a rienda suelta. De tal modo que en diciembre de 1966 vio la luz en formato de single «Hey Joe», un disco que en pocos días se abriría un hueco en todas las listas de ventas de todo el mundo. La canción dejó atónitos a músicos ya de cierta relevancia por aquel entonces como Pete Townshend de The Who o Eric Clapton, a quienes no les quedó otra que reconocer, tras contemplar como deslizaba sus dedos sobre el mástil de su guitarra, que aquel chico recién llegado de Seatle, (USA), estaba en otra dimensión diferente a la de ellos. Ahora bien, volviendo a ese primer single puso patas arriba los estándares del rock de aquella época.
Cuando en la navidad de 1966 la canción irrumpió en todas las emisoras de radio, salieron a la palestra de entrada el grupo Londinense The Creation aventurando que ellos habitualmente tocaban el tema en sus conciertos, y que seguramente Jimi o Chas se la habían escuchado en alguna vez, y de ahí su esa versión. Evidentemente, y aprovechando el tirón y popularidad, la banda británica acabó grabándo también su propio “Hey Joe”, aunque eso sí, con un aire más blues. The Creation, habían conocido la composición al oírsela tocar a los californianos The Leaves, quienes la presentaban con el título de «Hey Joe, where You gonna go?». Pero sigamos rebobinando, pues éstos a por otra parte, se la habían escuchado en un concierto a los gloriosos The Byrds de David Crosby, quienes a su vez, se la oyeron tocar a The Quicisilver Messenger Service, una formación que estaba liderada por un tal Dino Valenti, que resultaba ser al parecer co-autor de la canción junto a otra persona llamada Billy Roberts, un músico que supuestamente cedió a su amigo Dino el cincuenta por ciento de sus derechos de autor con el fin de que éste, que se encontraba pasando unos días en la cárcel, pudiera suavizar su condena. Ambos, Valenti y Roberts,…y digo yo que alguna vez la cantarían sobre el escenario de aquel Café Whah neoyorquino, en dónde; qué casualidad, coincidieron en sus inicios con Jimi Hendrix. Bueno, con Hendrix y dicho sea de paso, con un músico que ya apuntaba maneras llamado Bob Dylan, pero en fin, no nos desviemos y volvamos al asunto “Hey Joe”. Pero ahí no queda la cosa, ya que una cantante folk llamada Neila Miller, cuando supo de la versión de Jimi barajó la posibilidad de denunciarle por plagio, pues mantenía que se había inspirado en una canción suya publicada en 1957 titulada «Baby, please don’t go», pero acabó desestimando la querella, y a pesar de la similitud de la progresión de acordes Neila optó por no pleitear. Así de entrada es un dato irrelevante, pero claro, si advertimos que la cantante folk había compartido anteriormente mesa, mantel, y cama con Billy Roberts la cosa evidentemente cambia un tanto. Y bueno, puesto que estamos más o menos ya a mitad de la década de 1950, viajemos un algo más en el tiempo y situémonos en el delta del Misisipi, por cierto, que casualidad de nuevo, de donde procedían la Neila y Billy, y en los años en los que los esclavos negros en los campos de trabajo, y a lo largo de generaciones, solían entonar la canción «Little Sadie», un tema que contaba la historia de un tal Joe, que asesina a su mujer con su pistola tras descubrir que le era infiel, y después huye a México. Si tenemos en cuenta, que la letra del «Hey Joe» de Hendrix dice algo así como: autoría:
Hey Joe,… ¿a dónde vas con esa pistola en tu mano?
Hey Joe, dije que, … ¿a dónde vas con esa pistola en tu mano?
Voy a dispararle a mi mujer
¿Tú sabes que la descubrí con otro hombre?
Voy a dispararle a mi mujer
¿Tú sabes que la descubrí saliendo con otro hombre?
Huh! y eso no está bien
Hey Joe, escuché que le disparaste a tu mujer
Tú la mataste
Hey Joe, escuché que le disparaste a tu mujer
Tú la mataste en el suelo
Si, lo hice, le disparé
¿Tú sabes que la descubrí paseando con otro hombre en la ciudad?
Uh, si lo hice, le puse mi pistola en la mano y se disparó ella
Bien
Dispáraté otra vez,…baby
Si, entierra la pistola
Oh, bien
Hey Joe
¿A dónde vas a correr, a dónde vas a ir?
Voy al sur
A México, bien
Voy al sur
Donde pueda ser libre
Nadie me encontrará
No caen los hombres
No me aprearán
Es mejor que me creas ya
Logre ir ahora
Hey Joe
Es mejor que corras abajo
Adiós a todos
Hey hey, Joe.
Entenderás ahora el por qué el amigo Jimi optó por firmar aquel single como “Arreglada por Jimi Hendrix de una canción tradicional”. Seguramente él conocía ya los entresijos de esta enrevesada cronología de versiones, autores, y co-autores, de ahí que siempre que le preguntaban acerca del tema siempre contestara, como advertí al principio, que “Hey Joe” era de todos y de nadie.
…Y pensar lo que podría haber llegado a ser el músico de no haber fallecido un 18 de septiembre de 1970 cuando tenía apenas 27 años. Pero es evidente que también fue su temprana desaparición lo que acabó convirtiéndolo en toda una leyenda. Sobre las circunstancias de su muerte igualmente se especuló otro tanto, pues a pesar de que en un principio se mantuvo que su fallecimiento tuvo que ver con la ingesta de un cóctel de barbitúricos y alcohol, todo parece ser que estaba más relacionado con una mala manipulación de su cuerpo inconsciente dentro de la ambulancia camino del hospital, pero esta historia la dejaré para otra ocasión, cuando venga a verme de nuevo el bueno de Jimi.
Eleanor Rigby.