Inteligencia musical y emocional

La inteligencia de una persona está formada por un conjunto de variables como la atención, la capacidad de observación, la memoria, el aprendizaje, las habilidades sociales, etc., que le permiten enfrentarse al mundo diariamente. El rendimiento que obtenemos de nuestras actividades diarias depende en gran medida de la atención que les prestemos, así como de la capacidad de concentración que manifestemos en cada momento. Pero hay que tener en cuenta que, para tener un rendimiento adecuado intervienen muchas otras funciones como, por ejemplo, un estado emocional estable, una buena salud psicofísica o un nivel de activación normal.

La inteligencia es la capacidad de asimilar, guardar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas, cosa que también son capaces de hacer los animales e incluso los ordenadores. Pero el ser humano va más allá, desarrollando una capacidad de iniciar, dirigir y controlar nuestras operaciones mentales y todas las actividades que manejan información. Aprendemos, reconocemos, relacionamos, mantenemos el equilibrio y muchas cosas más sin saber cómo lo hacemos. Pero tenemos además la capacidad de integrar estas actividades mentales y de hacerlas voluntarias, en definitiva de controlarlas, como ocurre con nuestra atención o con el aprendizaje, que deja de ser automático como en los animales para focalizarlo hacia determinados objetivos deseados.

La función principal de la inteligencia no es sólo conocer, sino dirigir el comportamiento para resolver problemas de la vida cotidiana con eficacia. Hasta ahora la interpretación errónea de que la inteligencia sólo servía para resolver problemas matemáticos o físicos había dejado de lado las capacidades personales de resolver problemas que afectan a la felicidad personas o a la buena convivencia social.

El CONCEPTO DE INTELIGENCIA es muy amplio, y sus definiciones más representativas son:

– Terman: la capacidad para pensar de manera abstracta

– Köhler: la capacidad especial para adquirir conocimientos nuevos.

– Piaget: la capacidad para adaptarse al ambiente

– Wechsler: la capacidad para actuar con un propósito concreto, pensar racionalmente y relacionarse eficazmente con el ambiente.

– Boring: La inteligencia es lo que miden los test.

Existen múltiples teorías sobre la inteligencia pero destaca la teoría de inteligencias múltiples de Gardner que se basan en:

Lingüística: Sensibilidad a los sonidos, ritmos y significados de las palabras, sensibilidad a las diferentes funciones del lenguaje.

Lógico-matemática: Sensibilidad y capacidad de discernir esquemas lógicos y numéricos, habilidad para manejar largas cadenas de razonamientos.

Musical: Habilidades para producir y apreciar ritmos, tonos y timbres; aprecio por las formas de expresividad musical.

Espacial: Capacidades para percibir con precisión el mundo visual-espacial y para realizar transformaciones en las percepciones iniciales.

Corporal-cinestésica: Habilidad para controlar los movimientos del cuerpo y para manejar objetos con destreza

Interpersonal: Capacidades para discernir y responder apropiadamente a los estados de ánimo, temperamentos, motivaciones y deseos de otras personal.

Intrapersonal: Acceso a los propios pensamientos y la capacidad de distinguir entre ellos y utilizarlos para dirigir la conducta; conocimiento de las propias fortalezas, debilidades, deseos e inteligencia.

La INTELIGENCIA MUSICAL es una capacidad y sensibilidad para producir y pensar en términos de ritmos, tonos o timbres de los sonidos. Las personas se inclinan por tocar instrumentos musicales, cantar, silbar, escuchar música, componer melodías o atender a sonidos ambientales, son personas innovadoras, capaces de expresar y canalizar sus emociones y sentimientos y con una gran capacidad de desarrollar las matemáticas.

Entre las características de la Inteligencia Musical destacan las siguientes: disfruta improvisando ritmos y se le da sentido musical a las frase; desarrolla la habilidad para cantar o interpretar un instrumento; recopila música e información referente a ella en diferentes formatos; responde a la música; muestra disposición por explorar y aprender la música y la de los medios; a través de la escucha se demuestra interés por una variedad de sonidos; etc.

Recomendaciones para Desarrollar la Inteligencia Musical en los más pequeños:

– 0 a 8 meses: Cantar al bebé en voz baja y suave, al decir instrucciones darles entonación, escuchar Cd’s de música instrumentada…

– 8 meses a 1 año: Atribuir un sonido a cada cosa, inventar sonidos

– 1 a 3 años: Asociar sonidos con las cosas, escuchar un mismo sonido en el día y luego por la noche en lugares abiertos, imitar voces jugando con títeres, identificar sonidos del ambiente…

– 3 a 5 años: Grabar frases del niño de bebé a esa edad, compararlas y descubrir las diferencias; vivenciar el silencio quitándole el sonido al televisor por unos minutos, escuchar diversos tipos de música…

– 5 a 6 años: Reconocer canciones grabadas, reconocer canciones de películas (decir el nombre de la película)…

La INTELIGENCIA EMOCIONAL es aquella que nos permite comprender y regular nuestras emociones, y afrontar situaciones difíciles. Estas emociones son educables y abarcan cinco competencias que todo individuo debe vivenciar: conocimiento de las propias emociones, control de dichas emociones, motivarse a uno mismo, reconocer emociones ajenas y controlar las relaciones.

La música invita al movimiento, estimula el recuerdo y despierta las emociones. El torrente de sentimientos que desata la música, crea un poderoso canal de comunicación entre el interior de la persona y el entorno.

Shakespeare decía que “la música puede originar la percepción de un silencio cada vez más elocuente, y tan fascinador, en ocasiones, que dulcifique al triste, y al malo, lo incline hacia el bien”. La música es como el Amor, penetra sigilosamente sin pedir permiso en esa intimidad y profundidad del alma donde las palabras y razones no pueden entrar ni curar; la música sí logra que ese corazón deprimido y triste, reviva como un niño, sonría, cante y baile. La música posee valores universales que afectan a todas las personas.

La emoción no sólo sirve para transmitir datos neurológicos entre neuronas, dentro del cerebro y entre el cerebro y el cuerpo, sino que también se difunde activamente en la comunidad que nos rodea e influye en ella. Las investigaciones hechas sobre la emoción positiva revalorizan el papel que la función espiritual cumple en el mantenimiento de la salud mental-corporal. La adoración en grupo, la confianza, el mirar a las necesidades de los otros y no sólo las propias, etc., pueden ser más benéficas que lo que se ha pensado hasta ahora. Tal vez las decisiones que se hacen en este sentido son tendencias innatas a buscar la integridad del ser.

La emoción incluye sobre todo potencial de pensamiento antes de ser procesado en las zonas corticales de orden superior como pensamiento consciente, las emociones pueden perturbar nuestro equilibrio no sólo psicológico sino también orgánico. En la cultura griega y su sucesora la romana, se decía “mens sana in corpore sano”, haciendo referencia esencialmente a la necesidad de cuidar del cuerpo para que pudiera alojar en él una mente plena.

Pero…¿qué son las emociones? El centro neurológico de las emociones se encuentra en el sistema límbico: “El sistema límbico, también llamado cerebro medio, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta).

Las emociones básicas son cinco: miedo, enfado, tristeza, alegria y afecto. Se manifiestan en estados más complejos como felicidad, , depresión, tranquilidad, paz, agresividad, etc.

Las emociones necesitan sentirse, identificarse y expresarse y además encontrar una respuesta acogedora por parte del entorno, porque también necesitan cuidados.

¿Para qué sirven las emociones? Ayudan a resolver situaciones, previenen estrés que conllevaría no resolverlas. Las emociones preparan el organismo para la acción, nos proporcionan información valiosa; son un medio de adaptación al entorno, y favorecen la interacción, la comunicasión social y el analfabetismo emocional.

¿En que afecta la música en las emociones? Las emociones influyen directamente sobre la salud mental. Produce sensaciones de relajación, estimula la imaginación, la creatividad, sentimientos de conexión con uno mismo, etc…

Willems (1981) asocia:

Ritmo ð Vida física: A través del ritmo tendemos a la acción, nos activa y moviliza. Afecta a la vida fisiológica.

Melodia ð Vida emocional: La melodía afecta a la vida emocional y afectiva, y es el encéfalo el que recibe los diseños melódicos, despertando así todo un mundo interior de sentimientos y emociones.

Armonia ð Vida intelectual y de relación: La armonía está relacionada con la actividad intelectual. La composición de la armonía musical necesita del conocimiento de las relaciones matemáticas entre los intervalos musicales.

Condiciones para que la emoción musical tenga lugar: Debe existir una disposición personal para sentirse afectado por la música, una predisposición a escuchar un tipo determinado de música que puede emocionar, ciertas condiciones personales del momento concreto, recuerdos vinculados a una música determinada, y cuidar las condiciones ambientales en las que se escucha la música.

¿Y los hemisferios cerebrales influyen en el desarrollo de la inteligencia musical y emocional? Es un hecho que la actividad musical incrementa la inteligencia y que se puede aprender música a cualquier edad. Un dato curioso es que según el sexo existe diferente dominación hemisférica, dominando en las niñas más el izquierdo y en los niños el derecho.

Hemisferio Izquierdo: El hemisferio izquierdo tiene que ver con las funciones lingüísticas, de habla y escritura, lógica, razonamiento, cálculo, sentido rítmico y dominio motor y desarrollo del oído absoluto. Es el que analiza, abstrae, cuenta, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza, piensa en palabras y en números; es decir, contiene la capacidad para las matemáticas, y para leer y escribir.

Hemisferio derecho: El hemisferio derecho tiene relación con las funciones de intuición, emoción, imaginación, creatividad artística y música melódica. Se puede decir que este hemisferio es el que siente mientras el izquierdo sería el que piensa; desarrolla la creatividad y la emoción musical; posee el oído dominante ya que envía sonidos con mayor rapidez; desarrolla la improvisación; capta motivos visuales y auditivos; se encarga de la percepción visual y espacial; domina la expresión de emociones; y desarrolla más el sentido artístico y musical.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA RECOMENDADA
– Psicología del Desarrollo. Infancia y Adolescencia. Kathleen Stassen Berger. Bronx Community College. City University of New York. Editorial Médica Panamericana.
Musicofilia (Relatos de la música y el cerebro). Sacks, O. (2009) Barcelona: Anagrama.

Cecilia Ortuño Gil.

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