Este artículo es el primero de una serie en la que se conoceremos aspectos musicales referentes al marco de antigüedad griega, abordados desde una perspectiva principalmente filológica, mediante el análisis y la interpretación de los textos del libro XIV del Banquete de los Eruditos de Ateneo.
LA MÚSICA (μουσική τέχνη): DEFINICIÓN E IMPORTANCIA EN LA GRECIA ANTIGUA.
La definición que la Real Academia Española proporciona sobre el término música es la siguiente: “arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente”. Pero en esta definición, aunque es indudablemente completa, no se refleja la esencia griega del término. Está claro que “música” es la transcripción al español del término griego μουσική, que, como podemos comprobar, procede de la raíz de μοῦσα. Pero este término no sólo comprendía la música tal y como la entendemos hoy día, sino que también abarcaba la poesía y la danza; es decir, la μουσική τέχνη designaba un arte unitario constituido por la música, la poesía y la danza, pero con el tiempo se dividiría y cada una de ellas (música, poesía y danza) tomarían importancia de forma independiente.
Es cuestión indiscutible que la música ha existido siempre, desde las primeras poblaciones de la tierra, debido a la necesidad que el ser humano posee de expresarse, tanto estética como emocionalmente. Tenemos además constancia, a partir diferentes referencias de autores, de que la música estaba presente en numerosos ámbitos de la vida de los griegos: en celebraciones, funerales, representaciones teatrales como la tragedia (en ella, como sabemos, el coro tenía un papel muy importante, aunque no era un coro tal y como lo conocemos hoy en día), en fiestas a divinidades, etc. Incluso podemos afirmar que, puesto que la música es algo tan importante para el desarrollo intelectual del ser humano, se consideraba un pilar prácticamente imprescindible, junto a la gimnasia y la filosofía, para la educación básica griega, como el propio Platón refleja en R. 401d-e:
ἆρ᾽ οὖν, ἦν δ᾽ ἐγώ, ὦ Γλαύκων, τούτων ἕνεκα κυριωτάτη ἐν μουσικῇ τροφή, ὅτι μάλιστα καταδύεται εἰς τὸ ἐντὸς τῆς ψυχῆς ὅ τε ῥυθμὸς καὶ ἁρμονία, καὶ ἐρρωμενέστατα ἅπτεται αὐτῆς φέροντα τὴν εὐσχημοσύνην, καὶ ποιεῖ εὐσχήμονα, ἐάν τις ὀρθῶς τραφῇ, εἰ δὲ μή, τοὐναντίον; […]
ἐμοὶ γοῦν δοκεῖ, ἔφη, τῶν τοιούτων ἕνεκα ἐν μουσικῇ εἶναι ἡ τροφή.
Ahora bien, decía yo, Glauco, a causa de estas cosas la educación en la música es la más importante, porque especialmente el ritmo y la armonía se introducen hacia el interior del alma, y la tocan muy fuertemente aportando equilibrio, y la hacen decorosa si alguien está educado debidamente, y si no, lo contrario; […] En efecto, decía, me parece que la educación en la música existe a causa de estas cosas.
También Platón en otra de sus importantes y extensas obras filosóficas, en Leyes 795d, habla acerca de la importancia de la música en la educación, afirmando que la gimnasia se ocupa de entrenar la parte terrenal del ser humano, es decir el cuerpo, mientras que la música, por otro lado, se encarga de promover y ejercitar la parte espiritual, el alma, y concretamente su parte benigna:
τὰ δὲ μαθήματά που διττά, ὥς γ᾽ εἰπεῖν, χρήσασθαι συμβαίνοι ἄν, τὰ μὲν ὅσα περὶ τὸ σῶμα γυμναστικῆς, τὰ δ᾽ εὐψυχίας χάριν μουσικῆς.
Resultaría que son necesarias dos disciplinas, por así decirlo; las relativas al cuerpo con la gimnasia, y por otro lado, las relativas a la belleza de un alma bondadosa con la música.
Pero no ha sido Platón el único en tratar este arte universal en sus obras, sino que Ateneo, entre otros muchos autores, en el libro XIV del Banquete de los eruditos también lo hace de una manera muy detallada. Entre los asistentes al banquete de los eruditos, al comienzo del libro XIV, surge la idea de comenzar a hablar de aspectos musicales, ofreciendo minuciosos detalles sobre melodías griegas, instrumentos, modos, músicos importantes del momento, o tratando de buscar una definición concreta al término μουσική y describir las cualidades del mismo. Respecto a ello podemos comprobar las siguientes palabras que aparecen en Ateneo, las cuales son pronunciadas por Masurio, un partícipe del Banquete de los Eruditos, jurista y amante de la música que sabe tocar también algunos instrumentos musicales. Éste recuerda unos versos del poeta cómico Éupolis:
ἡ μουσικὴ πρᾶγμ᾽ ἐστὶ βαθύ καὶ καμπύλον,
αἰεί τε καινὸν ἐξευρίσκει τι τοῖς ἐπινοεῖν δυναμένοις.
La música es un hecho profundo y complejo,
y siempre descubre algo nuevo para los que la pueden percibir. (Ath. XIV, 623e)
Una vez más, como en las afirmaciones anteriormente expuestas, la música es considerada algo provechoso y beneficioso para el ser humano, pero a la vez algo complejo. Además, según Éupolis, no todo el mundo puede percibir el encanto de la música, sino solamente algunos, y ellos son los que descubrirán sensaciones nuevas. Más adelante, el mismo comensal, Masurio, vuelve a hacer referencia a otra afirmación que aparece en una obra titulada Jacinto, de Anaxilas:
‘ἡ μουσικὴ δ᾽ ὥσπερ Λιβύη πρὸς τῶν θεῶν
αἰεί τι καινὸν κατ᾽ ἐνιαυτὸν θηρίον τίκτει.’
La música es como Libia, que, ¡por los dioses!,
da a luz una nueva criatura cada año.
Por último, Masurio recuerda una última definición de música que aparece en la obra El citaredo, de Teófilo:
‘θησαυρός ἐστιν καὶ βέβαιος μουσικὴ ‘
ἅπασι τοῖς μαθοῦσι παιδευθεῖσί τε.’
Un tesoro también seguro es la música para todos
los que la han aprendido y han sido educados en ella.
Según este autor la música es literalmente ‘un tesoro seguro’, con lo que podemos concluir la existencia de una valoración más que positiva sobre la música en el mundo griego. Desde antiguo yacía la idea de que la música era altamente poderosa, hasta el punto de que sostenían que era una vía capaz de modificar la conducta del ser humano o incluso de las fieras. Esto mismo llega hasta nuestros días, puesto que vemos que existen terapias de relajación que utilizan la música como instrumento primordial. Tenemos dos claros ejemplos que Ateneo expone:
καὶ γὰρ τὰ ἤθη παιδεύει καὶ τοὺς θυμοειδεῖς καὶ τὰς γνώμας διαφόρους καταπραύνει. Κλεινίας γοῦν ὁ Πυθαγόρειος, ὡς Χαμαιλέων ὁ Ποντικὸς ἱστορεῖ, καὶ τῷ βίῳ καὶ τοῖς ἤθεσιν διαφέρων, εἴ ποτε συνέβαινεν χαλεπαίνειν αὐτὸν δι᾽ ὀργήν, ἀναλαμβάνων τὴν λύραν ἐκιθάριζεν. πρὸς δὲ τοὺς ἐπιζητοῦντας τὴν αἰτίαν ἔλεγεν ‘πραύνομαι’.
Pues en efecto educa el carácter y calma las opiniones fogosas y discordantes. Por ejemplo, Clinias el pitagórico, según cuenta Camaleón Póntico, distinguiéndose por su conducta y sus costumbres, si alguna vez ocurría que él estaba disgustado en un momento de cólera, tomando la lira la tocaba. A los que le preguntaban la causa les decía: “Me estoy calmando a mí mismo”. (Ath. XIV, 623f-624a)
Tras este ejemplo y en el mismo capítulo, Ateneo también nos dice que Aquiles en la Ilíada se calmaba con el sonido de su κιθάρα en momentos en los que estaba alterado. Además, afirma que es el único en esta obra homérica que se servía de este tipo de música:
καὶ ὁ Ὁμηρικὸς δὲ Ἀχιλλεὺς τῇ κιθάρᾳ κατεπραύνετο […]
μόνος γοῦν ἐν Ἰλιάδι ταύτῃ χρῆται τῇ μουσικῇ.
Y el Aquiles homérico se apaciguaba a sí mismo con la cítara […]
en efecto, es el único en la Ilíada que se sirve de esta música. (Ath. XIV, 624a)
Es digno también de destacar hasta qué punto para los griegos la música tenía un gran peso, ya que incluso la utilizaban como arma poderosa para curar enfermedades terribles, tanto mentales como psíquicas, o incluso reducir dolores corporales. Así lo afirma Ateneo en boca de sus comensales:
ὅτι δὲ καὶ νόσους ἰᾶται μουσικὴ Θεόφραστος ἱστόρησεν ἐν τῷ περὶ Ἐνθουσιασμοῦ, ἰσχιακοὺς φάσκων ἀπόνους διατελεῖν εἰ καταυλήσοι τις τοῦ τόπου τῇ Φρυγιστὶ ἁρμονίᾳ.
Que la música también cura enfermedades lo refirió Teofrasto en su obra Sobre la inspiración divina, diciendo que los que tienen dolor de ciática terminan con su dolor si alguien toca el auló en modo frigio en la parte afectada.
(Ath. XIV, 624a-b)
Al parecer, cuando los frigios descubrieron este modo musical, lo utilizaban constantemente con fines curativos tal y como afirma Ateneo. Este modo, naturalmente, adoptó su nombre a partir de los frigios pues fueron ellos quienes lo fundaron. Pero no es Ateneo el único en hablarnos del modo frigio afirmando que con él se pueden sanar enfermedades, sino que también nos lo dice Hipócrates en su obra Sobre la enfermedad sagrada: afirma que ciertas enfermedades mentales tenían cura cuando se llevaba a cabo una danza ritual al ritmo de música frigia.
Además, la música a través del deleite que produce en los oyentes, estaba relacionada con la magia. Cuando el auditorio escuchaba cualquier tipo de composición musical no quedaba incólume, sino que, según el tipo de ritmo, melodía, armonía o modo musical (lidio, dorio, eolio, frigio, etc.) podía quedar expuesto a que su carácter, conducta y alma fueran modificados. Incluso podía afectar a los animales. Respecto a esto último es interesante un pasaje de la novela de Longo (IV 15, 1- 4): “las cabras adoptaban diferentes actitudes como reacción ante los distintos aires musicales que Dafnis interpreta con su zampoña”, según nos dice M. Valverde. Sin duda, Orfeo, al que habitualmente se le representa junto con su lira, también con sus cantos era capaz de hechizar tanto a humanos como a animales, lo cual está tratado en multitud de textos de la literatura grecolatina.
Por otro lado, algunos griegos antiguos, como el historiador Polibio de Megalópolis, afirmaron que la música no sólo estaba relacionada con aspectos de magia y engaño, como algunos solían afirmar, sino que también tenía un rol muy importante en las batallas o en la organización social de ciertas πόλεις griegas. El siguiente breve fragmento muestra cómo los antiguos se servían de la música para inducir a sus soldados a las batallas y estimularlos para estar preparados para el porvenir bélico:
τὸ δ᾽ ἀρχαῖον ἡ μουσικὴ ἐπ᾽ ἀνδρείαν προτροπὴ.
En tiempo antiguo la música era una exhortación a la valentía. (Ath. XIV, 626b)
Y en esta misma sección, Ateneo a través de Polibio, nos hace ver que la música participaba en la vida social de los ciudadanos griegos e incluso nos cuenta que entre los arcadios era fundamental, tanto para los niños como para los jóvenes hasta los 30 años de edad. Éstos, y fundamentalmente los varones, desde su infancia se ejercitaban en el canto de himnos y de peanes, y se servían de ellos para celebrar a los héroes y dioses de su patria.
También entre los filósofos la música siempre ha sido importante objeto de debate, pues son conscientes de la importancia de la música para el κόσμος. Algunos de ellos, como los pitagóricos, incluso basaron sus teorías en principios musicales, y defendieron que eran considerados verdaderos sabios los antiguos que se habían dedicado al estudio y análisis de la música, llegando incluso algunas divinidades a dedicarse a este arte de la música, como Apolo u Orfeo:
κἀμοὶ δὲ διὰ τοῦτο φαίνεται φιλοσοφητέον εἶναι περὶ μουσικῆς. καὶ γὰρ Πυθαγόρας ὁ Σάμιος τηλικαύτην δόξαν ἔχων ἐπὶ φιλοσοφίᾳ καταφανής ἐστιν ἐκ πολλῶν οὐ παρέργως ἁψάμενος μουσικῆς· ὅς γε καὶ τὴν τοῦ παντὸς οὐσίαν διὰ μουσικῆς ἀποφαίνει συγκειμένην. τὸ δ᾽ ὅλον ἔοικεν ἡ παλαιὰ τῶν Ἑλλήνων σοφία τῇ μουσικῇ μάλιστ᾽ εἶναι δεδομένη. καὶ διὰ τοῦτο τῶν μὲν θεῶν Ἀπόλλωνα, τῶν δὲ ἡμιθέων Ὀρφέα μουσικώτατον καὶ σοφώτατον ἔκρινον…
Por ello, es claro para mí también que la música debe ser objeto de reflexión filosófica. Pitágoras de Samos, teniendo una gran fama por su filosofía, es conocido por muchas cosas habiendo asumido la música no de pasada. Éste muestra que el ser mismo del universo está formado por principios musicales. Tomando todo junto, es evidente que la antigua sabiduría de los griegos se dedicó especialmente a la música. Por esta razón consideraban a Apolo de entre los dioses el más musical y el más sabio, y a Orfeo de entre los semidioses.
(Ath. XIV, 632b-c)
La música influye de forma notable en el aspecto psicológico de la persona, cosa que ya notaron los griegos desde tiempos antiguos, según lo que nos transmite Ateneo:
καὶ πρὸς γυμνασίαν δὲ καὶ ὀξύτητα διανοίας συμβάλλεται ἡ μουσικὴ· διὸ καὶ τῶν Ἑλλήνων ἕκαστοι καὶ τῶν βαρβάρων οἱ γινωσκόμενοι τυγχάνουσιν χρώμενοι.
También la música contribuye al ejercicio y a la agudización de la mente; por lo tanto, todos los griegos, así como aquellos bárbaros con los que están familiarizados, hacen uso de ella. (Ath. XIV, 628c)
Por otra parte las abundantes referencias a músicos célebres de la época en la obra de Ateneo son esenciales para reconocer y poder afirmar, una vez más, la importancia que tenía en la sociedad la música. Cierto es que la profesión del músico en Grecia no era como la de hoy en día: los músicos de la Grecia clásica se dedicaban a ir de ciudad en ciudad recitando poemas acompañándose de sus instrumentos, y además a tocar en representaciones teatrales y en ceremonias religiosas. Podemos decir que los antecedentes de los juglares que conocemos de la época del medievo son estos músicos que comentamos. En el libro XIV de Ateneo, como decimos, encontramos algunos nombres propios de músicos como Amebo, el considerado primer citarista (623d), Clinias el pitagórico, que tocaba la lira (624a), o Corónico, un compositor (638c). A través de un fragmento de Ateneo también podemos ver que ya los músicos de la época optaban a recibir una cantidad de dinero por su labor musical:
Πρατίνας δὲ ὁ Φλιάσιος αὐλητῶν καὶ χορευτῶν μισθοφόρων κατεχόντων τὰς ὀρχήστρας…
Pero Pratinas de Fliunte cuando auletas y bailarines asalariados tomaron las orquestras… (Ath. XIV, 617b)
En suma, con tales argumentos podemos afirmar el importante papel que desempeñaba la música en la sociedad griega, llegando esto de alguna forma hasta nuestros días. Los propios griegos sin duda eran conscientes del poder y de la presencia de la música en la vida del ser humano desde un primer momento, puesto que la tenían presente en diferentes vertientes de sus vidas: la guerra, la educación, los certámenes y celebraciones, etc. Por tanto, la sociedad griega se podría calificar como una sociedad dependiente y admiradora de la música.
José Luis Palao.