En esta sección de “Habla la Banda” seguimos conociendo diferentes impresiones de algunos de los músicos de la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, tras la experiencia y resultado histórico obtenido el pasado mes de julio en el World Music Contest Kerkrade 2017.
En esta ocasión Tomás Martínez habla habla con un veterano y miembro fundador de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla, José Cano Medina, violonchelo:
P. ¿Qué siente una persona que es miembro fundador de esta Banda que a día de hoy está abarcando y consiguiendo lo que está consiguiendo?
R. Para mí es un reto y conseguido, a pesar de que nos ha costado muchos esfuerzos, yo cuando salí, la Banda fue Municipal hasta el año 56. Los hombres siempre hemos tenido ilusión por la música pero el resultado era de muy poca calidad, a pesar de que el Maestro era una gran persona y un gran músico, pero las circunstancias económicas y sociales de entonces no son las de ahora.
Hubo un bache desde el 56 hasta el 74 muy grande, en Yecla no se dio ni una clase de música, solo daba clase una monja en el Asilo de Huérfanos, durante ese plazo. Nos reunimos unos cuantos amigos, porque anteriormente habíamos hecho la Sociedad Unión Musical Yeclana, que es cuando se creó el pasodoble SUMY que hizo el Maestro, pero tampoco funcionó, después hicimos un grupos unos cuantos amigos con Antonio Peña Fernández, Pedro Hernández “Perete”, yo me incorporé a ellos, pero aquello tampoco tenía futuro porque solo era cubrir las necesidades de las fiestas del pueblo a nivel de música, y en vez de cobrar un forastero cobrar nosotros, pero eso a mí no me iba, por eso cuando nos juntamos unos locos por la música e intentamos cambiar el sistema, decidimos hacerlo de una forma seria y formal.
Hicimos unos estatutos como Asociación, lo mandamos al Ministerio de la Gobernación de Madrid para ser aprobado o no, nos lo hizo el que era entonces Secretario del Ayuntamiento que trabajó con nosotros de una manera indecible, era un hombre natural de Caudete, Mateo Sánchez Solera, un hombre muy inteligente, e fue incluso de una forma humorística, cuando hicimos los estatutos y planeábamos hacer una Escuela de Música y después hacer una Banda, luego un coro y traer actuaciones importantes, lo hacíamos con mucha ilusión pero de una forma irónica preguntándonos si eso sería o no.
Y efectivamente paso a paso se fue avanzando, el modo de funcionar a partir de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla fue totalmente distinto al anterior. Yo he leído con mucha atención el libro de Alfonso Hernández Cutillas de “Música y músicos yeclanos” y a partir de 1974 la música empezó a funcionar y a caminar en Yecla.
Un hombre que estudia unos conocimientos para después ejecutarlo en la calle y cobrar, eso a nosotros no nos servía, hubo personas que no quisieron estar con nosotros y nos vaticinaron que si no pagábamos a los músicos en Yecla no habría jamás música. Y Luis Chirlaque Milla, mi cuñado Pepe Marco, yo y lo que nos juntábamos le dijimos: “pues resulta que la opinión nuestra está totalmente enfrente, si se paga a los músicos creemos que jamás habrá Banda”. Y así empezamos y así seguimos, y efectivamente el pensamiento no fue malo ya que el resultado ha sido efectivo.
P. Tras la experiencia y resultado obtenido en Kerkrade, podemos decir que has convivido con todos los directores de la Banda, no quiero que me hagas una comparativa pero sí que me definas a Ángel Hernández Azorín.
R. Ángel tiene una facultad que es muy difícil para un director, y es saber estar, cuando se pone con la batuta en la mano y al mismo tiempo cuando baja y compagina su vida con los demás músicos. Otros directores eso no lo han tenido. Ángel tiene una facultad, yo le digo Angelín porque soy amigo de su padre de toda la vida y además éramos vecinos, y sé diferenciar las dos cuestiones, yo Ángel cuando coge la batuta para mí es el Director de la Banda y me diga lo que me diga, me moleste o no me moleste, creo que es su obligación decírmelo y si he hecho algo mal me lo tengo que tragar y también agradecer, porque ese es el resultado que después ha de tener la Banda, y eso se transforma también cuando baja de la tarima y se toma contigo una cerveza, hablar de fútbol u otra cosa. Esa facultad es muy meritoria y otros no la han tenido.