En el siglo V a.C., cuando Grecia alcanzó su máximo esplendor, Atenas se convirtió en el centro principal de artistas. La música en este momento, se hacía mediante los “ditirambos”, que eran composiciones poéticas en las que se combinaban la música y la danza.
La música estaba presente en todos los ámbitos de la vida de los griegos: en celebraciones, en funerales, en fiestas a dioses… hasta en las representaciones teatrales como las tragedias griegas, en las que el coro tenía un rol importante. Pero, además de todas estas cosas, la música era un gran medio de entretenimiento. Por esta causa, los músicos perdieron mucho socialmente hablando.
Cabe destacar que en el mundo antiguo, creían que existía una gran vinculación entre la música y las matemáticas. Por esta causa, el sistema musical estuvo basado en unos principios expuestos por Pitágoras.
Para los griegos, la música era esencial y muy poderosa, pues sostenían que era un medio para calmar y educar. Incluso, ayudaba al desarrollo intelectual del ser humano. Esto llega hasta nuestros días, ya que existen técnicas de relajación que utilizan la música para liberar estrés y preocupaciones.
Diferentes filósofos defendían también que era conveniente educar a los niños en el ámbito musical, debido a las grandes cualidades que la música contiene. Según Platón en su obra “Las leyes”, los niños tenían que estar enseñados y ejercitados en gimnasia y música, para que se desarrollaran y fueran educados correctamente.
Entre los instrumentos más importantes de la Grecia antigua, se encontraba la lira, que era el instrumento musical más importante por ser el instrumento de Apolo, el dios de las artes. Éste se construía con un caparazón de tortuga y al principio solo poseía tres cuerdas. Otros instrumentos importantes eran las flautas, que eran tocadas por las musas, y las tubas, nombradas varias veces en la gran obra “Eneida” de Virgilio.
En definitiva, la música siempre ha tenido una gran fuerza sobre el ser humano, debido a que es un gran vehículo para expresar emociones y es capaz de controlar incluso nuestro comportamiento.
La música es el lenguaje universal por excelencia que puede llegar a ser entendida por cualquier persona sea cual sea su origen y que está siempre presente en nuestras vidas, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Como el gran filósofo Nietzsche decía:
“Sin música la vida sería un error”.
José Luis Palao Azorín.