Cuando uno recuerda la Semana Santa de su más tierna infancia con los sones musicales de aquellas bandas de “judíos” organizadas con ilusión y precariedad de medios -tanto instrumentales como humanos- por las cofradías de la época, la banda de los albañiles, los sanjuaneros, el Ecce Homo, los “mortericos”, entre otras, que ponían la emoción a flor de piel en aquel niño que soñaba con sus procesiones durante todo el año y que en los inicios de esa inocente vida tardaban tanto en llegar, poco podía imaginar que con el paso de las décadas nuestra Semana Santa tendría como acompañamiento procesional esta variedad de conjuntos musicales de tanto y tan preciado nivel. Bandas de cornetas de muy afinado gusto musical, agrupaciones cercanas a la banda por su variedad instrumental y la preparación de sus músicos, bandas llegadas de fuera y, cómo no, nuestra gran banda de música, orgullo de la ciudad y orgullo también de nuestra Semana Santa. Ella cierra todos nuestros desfiles mayores, y cuando yo tengo el placer, el honor, la suerte de escuchar sus conciertos en la procesión del Santo Entierro, en el momento en que mi cofradía tiene a bien, -uno empieza ya a recibir órdenes de los más jóvenes-, enviarme como representante a la presidencia de la misma, y a la que yo suelo, en principio, rehuir por mi vocación de cofrade con capucha siempre y sin excepción, poco pueden saber que en el fondo mi alegría es sobrenatural porque en esa presidencia voy a escuchar a mi banda durante dos largas horas de emociones constantes, Caridad del Guadalquivir, Mi Amargura, Hossana in excelsis, Jerusalem, interpretadas con tanto sentimiento, gusto, sensibilidad y sin las cuales nuestras procesiones no serían lo que son.
Decía Javier Pérez Garrido “podemos afirmar que gracias a los músicos que procesionan durante cualquiera de nuestros desfiles procesionales se abre la puerta al auténtico significado y comprensión de la Semana Santa, ya que con las emociones que generan a través de sus melodías nos es más fácil imaginarnos y sentir, como si fuesen reales, aquellos sucesos bíblicos que ocurrieron hace dos milenios”.
Hace unos años que llegó a mis manos el CD “Alma” que tantos años me ha acompañado como música de cabecera en los momentos de mayor intimidad, y que me ha procurado no pocos disgustos familiares cuando en pleno verano y por cualquier playa mediterránea es escuchada con emoción sin importar la elevada temperatura ambiente; tengo que decir que, en mis viajes, siempre es Semana Santa. De esta obra presumí y regalé a amigos de fuera de nuestra ciudad en diversas ocasiones.
Con la llegada, ahora, de “Dos Almas”, que disfruté por primera vez en el concierto de Miércoles Santo en nuestro magnífico teatro Concha Segura, con la presencia del maestro Sánchez Ruzafa, las emociones se recargan de nuevo, y creo que la historia
musical de Yecla abre una nueva y memorable página, también nuestra Semana Santa; porque qué sería de los desfiles de Pasión sin estas sensibles, emotivas, acompasadas, espléndidas marchas procesionales como las que este nuevo e impecable disco incorpora, y que enriquecen, aún más, a unas procesiones que si Dios quiere, prontamente serán declaradas de Interés Turístico Nacional, en ello estamos con gran ilusión y dedicación.
Enhorabuena y gracias por vuestro impagable esfuerzo, por vuestras muchas horas de ensayos, sin aparente recompensa, aunque todos sabemos que la enorme satisfacción que os procura os remunera sobradamente. Gracias a todos y cada uno de los músicos de la banda, con su director al frente, por esta nueva entrega musical que, dentro de la colección Aires de Yecla ahora estrenáis, con sus nueve marchas procesionales grabadas con tanto esmero. Por este disco que enriquece, aún más, el acervo cultural de nuestra ciudad. Una sociedad sin cultura es una sociedad sin vida y vosotros con la AAMY al frente sois una parte relevante de la cultura de Yecla.
Las procesiones religiosas sin las marchas procesionales son difíciles de concebir, como Yecla sin su banda de música tampoco. Me quedo escuchando “Mi Amargura” y me transporto a la noche mágica de Viernes Santo en esta ciudad levantina, barroca, procesionista y amante de la Música con mayúsculas.
En la ciudad de Yecla a 19 de mayo de 2017.
Juan-Zadí Muñoz Cañavate.
Presidente Hermandad de Jesús Despojado de sus Vestiduras.
Ex presidente de la Cofradía Oración del Huerto.
Presidente de la comisión de Relaciones con los Medios del Real Cabildo.
Pregonero de nuestra Semana Santa de 2012.