SECCIÓN:LA STANZA ANTIQVA
Por Francisco José Díaz Martínez
[1] Principales tratados que refuerzan la técnica antigua en el violín
Cuando comienzas a estudiar violín no te planteas que formulas interpretativas son las más idóneas en la práctica del instrumento; En la mayoría de los casos nos limitamos a atender y aplicar las enseñanzas de nuestros maestros, los cuales consideran que ya es suficiente con lograr adquirir una posición correcta, una buena toma del arco y una afinación no descuidada. Antes que nada, conviene documentarse acerca de la técnica interpretativa antigua, y que mejor manera de ello que acudiendo a algunos tratados interpretativos importantes, escritos para iniciarse, mejorar y lograr la perfección en la práctica del violín histórico.
Según lo que FRANCESCO GERMINIANI (*1687 – †1762) define en su tratado llamado “El Arte de tocar el violín” Op. IX Londres 1751:
“La intención de la música no es solo complacer al oído, sino expresar sentimientos, estimular la imaginación, afectar la mente y dominar las pasiones. El arte de tocar el violín consiste en darle al instrumento el sonido que de alguna manera rivalice con la voz humana; y en interpretar cada pieza con la exactitud, propiedad y delicadeza de expresión que le corresponde a la verdadera intención de la música”.
Estas palabras vienen de un gran estudioso del violín, discípulo de Arcangelo Corelli, el cual tras años de práctica interpretativa y pedagógica, plasmó una serie de consejos para que el violinista de la época pudiera completar una formación correcta, alcanzando la perfección en dicho instrumento.
El siguiente tratado es obra de uno de los personajes mas importantes de la música española del siglo XVIII; el músico valenciano JOSÉ HERRANDO YAGO (*1720 – †1763), violinista quien compaginó su ocupación como instrumentista en capillas religiosas con su actividad teatral.
Su tratado llamado “Arte y puntual explicación del modo de tocar el violín con perfección y facilidad” fue publicado en París en el año 1756 y al año siguiente en Madrid; está dedicado al duque de Arcos de la casa Osuna. Esta obra fue confeccionada para servir de apoyo a sus clases ya que contiene abundantes apuntes y ejemplos musicales, y destaca por su gran valor pedagógico, ya que aborda aspectos básicos como la colocación de la mano sobre el violín, efectos tímbricos con el instrumento, distinción de diferentes articulaciones con el arco, o la ejecución de las dobles cuerdas y notas de adorno.
Otro tratado importante que debemos considerar será el escrito por LEOPOLD MOZART (*1719 – †1787), llamado “Versuch einer gründlichen Violinschule” (Tratado completo sobre la técnica del violín, más conocido como Escuela de violín).
Esta obra es una compilación didáctica para la instrucción en la interpretación violinística, escrito y publicado en 1756. Leopold fue un profesor muy hábil que se encargó de la enseñanza de sus dos hijos Maria Anna y Wolfgang Amadeus Mozart, que se convirtieron en los extraordinarios músicos que hoy en día, sobre todo el último, son estudiados e interpretados como repertorio habitual del violinista, resultando un auténtico reto interpretativo para aquel que quiera realizar una versión veráz ajustada a los cánones estéticos, estilísticos e históricos del autor. Leopold comenta que no existían buenas bases que controlaran la técnica del arco, lo que provocaba que incluso se encontrar en sus clases con alumnos a los que debía de cambiar malos hábitos posturales. También se preocupa sobre la correcta forma que un intérprete o concertista debe adquirir acerca del buen gusto en la interpretación.
“…he escrito esta escuela de violín no solo para el uso de los alumnos el beneficio de los profesores, sino porque deseo sinceramente convertir a todos aquellos que, por culpa de su mal aprendizaje, frustran a sus propios alumnos. Pues ellos mismos cometen faltas que fácilmente reconocerían si renunciaran durante un momento a su autoestima.”
El violinista y compositor francés JOSEPH-BARNABÉ SAINT-SEVIN o L’ABBÉ LE FILS (*1727 – †1803) fue una personalidad importante en la escuela francesa de violín del siglo XVIII, y un compositor más que notable. Viene de una familia de buenos y célebres músicos, siendo su padre quien comenzó a enseñarle música. Fue alumno del virtuoso violinista Jean-Marie Leclair, y compañero de otro violinista importante como es Pierre Gaviniès. Sus grandes logros al instrumento lo llevaran a la Ópera en 1743 con la edad de tan solo 16 años, donde compartirá escenarios con su tío y su padre durante algunos años. Sus contemporáneos lo definen como uno de los mejores músicos de orquesta que hayan existido.Fue en 1761 cuando se publica la primera edición de su método llamado “Principes du Violon, pour apprendre le doigté de cet instrument et les différens agrémens dont il est susceptible”, obra dedicada al Marqués de Rodoüan de Damartin, mosquetero la segunda compañía de la guardia del Rey. Una nueva edición de este importante método aparecería unos diez años más tarde. Este tiene un valor excepcional y se le considera el único método serio francés del siglo XVIII. Muchos son los académicos analizan las teorías de Saint-Sevin, muy particularmente las relativas al manejo del arco que el autor consideró como “el alma del instrumento”.
Como violinista y compositor italiano, BARTOLOMEO CAMPAGNOLI (*1751 – †1827) fue uno de los primeros en escribir sobre el arte del la práctica del violín en Bolonia. Este enorme músico proviene de la escuela del gran violinista Giuseppe Tartini. Hacia 1797 se convirtió en concertino en la Gewandhaus de Leipzig y obtuvo el título de maestro de capilla en la ciudad de Neustrelitz. Escribe esto sobre el sonido:
El sonido perfecto es el que une dulzura y solidez. Verás más adelante ya que el violín tiene esta ventaja. Por lo tanto, es necesario preservarlo haciendo un sonido que sea pleno y suave, dándoles fuerza o redondez. El sonido se produce en el violín por la forma en que el arco pone las cuerdas en vibración; se observó que era necesario tener mucho cuidado de obtener siempre el mismo sentido en las cuerdas, dependiendo de la pureza del sonido. La precisión contribuye no poco a hacer que el sonido sea puro, porque una nota perfectamente correcta hace que resuene más que el cono consonante.
Todos sus éxitos violinisticos fueron perfectamente compaginados con su vida compositiva; una de sus obras más estudiadas es el “Metodo della meccanica progressiva per suonare il violino” Op. 21 compuesto en 1797. Este método para violín está dividido en cuatro partes y distribuido en 132 lecciones progresivas para dos violines y 118 estudios para violín solo; todo esto viene precedido por las principales reglas y aplicación a las lecciones anteriores, de tal forma que pueda servir de guía para los estudiantes o aficionados al instrumento.
También tendremos en consideración la obra del virtuoso violinista FRANCESCO GALEAZZI (*1758 – †1819), el cual creía que la educación musical debía ser clara, demostrable y práctica. Trabajó como profesor de violín durante más de una década; también fue director del teatro musical Valle de Roma. En 1791 y 1796 publicó los dos volúmenes de su “Elementi teorico-practici di musica”, un tratado que demostró tanto su profunda base en el trabajo de los primeros teóricos como su propio enfoque musical. El primer volumen dio instrucciones precisas sobre el violín y su interpretación, mientras que el segundo demostró su dominio de otros instrumentos y géneros.
Todos ellos fueron importantes violinistas que crearon escuela practicando y difundiendo la técnica interpretativa antigua; cada uno de ellos contiene aspectos peculiares, que refuerzan el estudio del violín según los cánones historicistas, consiguiendo, junto a un profesor versado en dicha técnica, las estrategias correctas para aprender y hacer propios estos conceptos interpretativos.