…Y han pasado cincuenta años… Allá por mil novecientos setenta y cuatro, un grupo de personas aficionados a la música y su valor humano y social, así como educativo, solo con la ilusión y pocos medios decidieron que era el momento de arrancar con un proyecto, un sueño que medio siglo después, no sólo es una potente realidad, sino que sigue cumpliendo con esos objetivos, que posiblemente sorprenderían, pero que no es ni más ni menos que la evolución de un legado con tal fuerza que sigue creciendo y que ya forma parte fundamental de la historia contemporánea de nuestra ciudad y de la sociedad como algo muy arraigado a ella. No se podría entender hoy por hoy el patrimonio cultural de nuestra ciudad sin la Escuela de Música, como elemento material de aquel sueño.
Resumir todo lo acontecido en este periodo de tiempo sería una labor larga y llena de anécdotas interesantes, que a buen seguro muchas de ellas han ido y seguirán pasando boca a boca de unos músicos a otros recordando esa historia que ha dado tantas y tantas alegrías…
No me voy a extender sobre estructuras, organigramas, títulos, galardones y reconocimientos obtenidos, colección discográfica propia, etc., para todo ello las personas que forma el departamento de comunicación e imagen, ya hacen una espléndida labor de información y difusión, que mantienen día a día y que se puede contemplar y ver en nuestra página web y nuestro canal de YouTube.
Hoy, las personas que estamos aquí recogiendo el testigo de otras anteriores, y como todas las que nos han precedido, nos sentimos muy orgullosos de poder aportar nuestro pequeño grano de arena en su desarrollo y continuidad, y cuando echamos una ojeada al pasado y vemos las personas, los músicos, las generaciones que han dejado su huella y su buen hacer, nos invade una sensación de responsabilidad, preguntándonos si estaremos a la altura de lo que merece esta Asociación por todo lo que significa.
A nivel particular, siento que es verdad, que la Música es otra forma de vivir, quizá por la cantidad de valores que desprende en sí misma, lo que aporta dentro de uno mismo, esa sensación de reencuentro, de armonía con la naturaleza y el mundo real, el filtro que supone y que hace que se vean las cosas cotidianas de forma diferente… quizá sea la “magia” invisible que posee, y que tiene ese gran poder.
En este especial año de aniversario, todo el colectivo que formamos parte de la Asociación, directivos, músicos, personal no docente, alumnos, padres, etc… vamos a intentar darle más visibilidad a lo que significa este bello arte en nuestro mundo y sociedad, colaborando con otras artes y asociaciones, buscando mucha más participación ciudadana, que lleguemos a todas las personas y rincones… que afloren los sentimientos más íntimos de la mano de melodías adecuadas… que vivamos en y con la MÚSICA.
Francisco Muñoz Castaño.
Presidente de la Asociación de Amigos de la Música de Yecla
(2016-2024).