En esta ocasión recordamos la entrevista realizada el 15 de febrero del presente año 2022, en el programa Diapasón. En su edición nº 361 hablamos de música de la mano de la clarinetista yeclana, Sandra Guillem, recordando su trayectoria profesional, así como diferentes proyectos y recuerdos:
Vamos a comenzar hablando y recordando tus inicios en la música, porque ya son unos cuantos, de la mano del clarinete…
Sí que son unos cuantos, no sé si los voy a saber contar (risas). Mis inicios fueron junto a i abuelo. Él era clarinetista y era compañero nuestro en la banda, y recuerdo que él tocaba todos los días, cosa que luego los que nos hemos dedicado a estudiar esto nos costaba hacer. Todos los días eran, todos los días, de lunes a domingo, y yo me ponía a su lado y no paraba de mirar y de preguntar: “¿Y eso cómo?”, “¿y eso qué?”, y cuando él terminaba le decía: “Ahora yo”. Al principio él me lo tenía que sostener y yo soplaba, y poco a poco yo lo fui cogiendo. Así fueron mis inicios.
Desde los nueve años y ya han pasado 35 también en la banda. Cuéntanos alguna anécdota que recuerdes de tu abuelo “El Torratero” y de tantos años que habéis podido compartir en la banda.
Sí, 35 años en la banda, desde los nueve; en el clarinete un poco antes y en la banda de música desde los nueve. Anécdotas hay muchas, pero recuerdo a mi abuelo, que tú también lo recordarás, era la persona más disciplinada que creo que he conocido. Si el ensayo era a las nueve, a las nueve menos diez estaba preparado, si el trabajo era a las ocho, pues a las ocho menos uno, o sea, súper disciplinado. Además, mi abuelo era diabético, no podía comer ningún dulce, nada, y además jamás se lo saltaba (los demás somos así un poco vandálicos, hoy sí, hoy no… pero él, jamás se lo saltaba), hasta el día que yo salí en la banda, ¡que se comió una magdalena!, y yo decía: “pero abuelo”, y él decía: “lo estoy celebrando” (risas), y eso se me quedó a mi grabado, como diciendo: “Madre mía, sí que debe ser este día para él súper importante”. Pero sí, sí, hay muchas anécdotas, hemos compartido muchísimos años juntos en la banda.
Además, en tu trayectoria te dedicas a la música, eres maestra; la musicoterapia también ha ido de tu mano y has realizado aquí en la escuela durante muchos años talleres para los más pequeños. Por eso, siempre es buen momento para recordar, ¿qué beneficios tiene la música?
¿Qué beneficios tiene la música? Yo diría que todos. Lo primero es hacerte feliz. No hay nadie que escuche una melodía, la que sea que te guste, y no se ponga a cantar, no le cambie en ese momento el humor, le recuerde algo o le lleve a un momento de su vida; no hay nadie que no elija la sintonía de su móvil, ¿cuál te gusta más, esta o la otra?; con lo cual, la música lo es todo. Ahora bien, como tú bien dices soy maestra en un cole, en infantil y primaria, y desde hace bastantes años estoy haciendo talleres con embarazadas, incluso a partir del sexto o séptimo mes, con bebés, y con niños de alrededor de dos años. ¿Y qué beneficios tiene? Muchísimos para el futuro. No estamos hablando de formar músicos, estamos hablando de formar personas. Primero para tus emociones, donde puedes expresarte cantando, bailando, eso es lo primero; y luego el tema del lenguaje, se desarrolla mucho más estructurado. El tema de la motricidad también se trabaja mucho sin darte cuenta; el tema de la lateralidad, la derecha, la izquierda; cosas súper importantes en el desarrollo de una persona que la trabajas cantando, bailando, y con diferentes instrumentos usando las dos manos; la memoria, para acordarte de las letras; no nos acordamos de un montón de cosas que han pasado media hora antes y nos acordamos de las canciones que escuchábamos cuando éramos niños y veíamos los dibujos. Entonces, es como que trabajas tantas cosas, que lo que hace la música es formar personas, independientemente de a lo que te dediques tú después.
Afortunadamente tú también has visto y has vivido toda la evolución, tanto de la Escuela como de la Banda. Al igual que a otros músicos veteranos te voy a preguntar, ¿cuál es tu percepción y opinión de todo?
Mi percepción es que la Escuela de Música y la Banda de Música dio un vuelco impresionante a mejor, quiero decir, a un sistema más moderno, con más áreas de trabajo, con mucha más oferta en cuanto a instrumentos diferentes, no solo los de la banda. Ahora bien, no quiero para nada tirar por tierra el trabajo anterior, que por un lado, lo recuerdo con muchísimo cariño, todos estos maestros mayores que teníamos que dedicaban su tiempo libre a enseñarnos y que no se habían dedicado a la música especialmente, eran los que más sabían, pero tenían su trabajo, Martín tenía una tienda, Eduardo trabajaba no sé dónde, pero eran muy bonicos. Cuando nosotros íbamos a clases con Don Eduardo le decíamos: “Venga, saca el clarinete”, entonces claro, con su método más antiguo, y su manera de dar clase de lo que había entonces, íbamos todos los días a música, que era como imposible, no te daba tiempo a estudiar de nuevo, pero lo recuerdo todo muy bonito.
Y la banda pues era la típica Banda de pueblo, con sus pasodobles, que sonaba bien, y los ensayábamos, y le poníamos mucho cariño; pero claro, una vez la Escuela hizo ese salto de unos profesores más especializados con sus estudios y, sobre todo, cada persona especializada en sus instrumentos, eso ya hizo que los músicos dieran un paso adelante, con lo cual la Banda empezó a sonar mejor y todo fue una rueda. Y aparte de la banda, pues la oferta de otros muchos instrumentos, no solo guitarra y piano, que son los que siempre se han ofertado, sino que en la Escuela actualmente tenemos todas las opciones que quieras, de clásico hasta moderno, canto… con lo cual el cambio ha sido radical.
Aquellos cimientos, aquella base, por supuesto los fundadores y todos los primeros profesores dejaron huella, y a partir de ahí se consolidó, se mantuvo, se ha ampliado, y ha evolucionado hasta el día de hoy, incluso con pandemia por el medio. ¿Cómo habéis vivido bajo tu experiencia todos estos meses tan convulsos?
Pues ha sido complicado lo de la pandemia, como para todo el mundo, pero la música ha estado al pie del cañón. Todos los días la gente ponía música en los balcones, todos los días la gente compartía una música en su muro de Facebook; yo misma todos los días que estuve en el confinamiento compartí cada día un tema de música, todos los días, hice una playlist con 68 canciones, creo que fueron 69, o por ahí. Entonces ahí se ha visto la importancia de las áreas como el deporte, como las artes, la gente ha pintado, la gente ha cantado, la gente ha tocado el instrumento… es lo que nos hace al final felices.
Profesionalmente ha sido duro, en el colegio primero estuvimos con todos los coles cerrados, y luego la verdad es que ha sido todo bastante bien para el panorama que ha habido; hubo una época con unos cuantos niños confinados cada día en su casa, y esta última época que iban y venían, y no sabías si en clase eran seis o 20, pero bueno, ha pasado afortunadamente.
Luego ya el tema de la musicoterapia pues, claro, hay determinados sectores que son más vulnerables y han recortado bastantes actividades, que es normal, porque es su salud, y han estado un poco más parados. En los bebés también teníamos programado un taller de niños de dos años y se ha pospuesto para más adelante, porque ellos no están vacunados, y si se contagiaba alguno, había que hacer una cuarentena para todo el mundo, y al final no lo íbamos a disfrutar; pero bueno, a trancas y barrancas seguimos con ilusión, lo haremos si no es ahora en el tercer trimestre y la música siempre estará ahí.
Pues bien Sandra, muchas gracias por habernos visitado, por haber recordado también cositas de todos estos años, que ya son muchos, y no sé si te gustaría añadir o destacar algo más.
Nada, simplemente dar las gracias a todos los que nos han llevado hasta aquí, desde aquellos primeros profesores que hemos nombrado con cariño, Miguel, Martín, Don Eduardo…; mi abuelo, que fue el primer profesor que tuve allí en su caseta de golosinas, me iba con mi clarinete allí a que me tomara la lección; y hasta todos los que han hecho posible este cambio, los posteriores directores que tuvimos, pues Jesús, Paco, José Miguel y Ángel, y a todos los profesores que hay aquí, todos los que han hecho posible que la Escuela, la Banda y la Música en Yecla haya alcanzado este nombre y este nivel.
Pues ahí queda ese homenaje, y ese agradecimiento, a todos ellos. Para terminar, te voy a pedir alguna recomendación musical para nuestros oyentes (en este caso lectores). ¿Qué te gustaría compartir con nosotros?
Pues mira, voy a compartir una obra que esta semana hemos estado escuchando con los alumnos en el colegio y acompañando con instrumentos de percusión, es una obra muy chula y muy corta, se llama “La máquina de escribir” de Leroy Anderson, y es una obra compuesta para orquesta sinfónica y una máquina de escribir. Precisamente, era gracioso porque había críos que no sabían qué era una máquina de escribir, con lo cual ya empezamos explicando eso. Pero es una mezcla muy curiosa, y les ha gustado tanto, y la hemos disfrutado tanto, que la dejo aquí para que la escuchen los demás.
Pues a continuación sonará. Muchas gracias Sandra, que vaya muy bien, y a seguir siempre con la música.
Gracias a vosotros siempre.
Cecilia O.