Hubo una vez en Yecla dos Teatros: El Teatro Regio y El Teatro Concha Segura, que ejercían más de cines que de teatros; aunque también ofrecieron representaciones de compañías de variedades de la época. En todo caso, fueron muy importantes en un tiempo ya lejano.
Aunque el Regio no existe ya, el Teatro Concha Segura, convertido en Teatro Municipal, hoy en día y desde la llegada de la democracia y haber sido rehabilitado, está desarrollando una gran labor cultural.
Brevemente, voy a comentar el funcionamiento como salas de cine de ambos Teatros en la época de más actividad que yo recuerdo: Se proyectaban, normalmente, dos películas en cada sesión. Entre una y otra había un intermedio o descanso. Se encendían las luces de la sala durante quince minutos aproximadamente, y se proyectaban en la pantalla anuncios publicitarios, mediante lo que llamaban “filminas” mientras por los altavoces se oían canciones de la época. Escuchadas con dificultad por el bullicio del público, que aprovechaba el descanso para entrar y salir de la sala.
Los mejores momentos para escuchar la música eran los minutos previos a la sesión. La sala estaba silenciosa, casi siempre con pocos espectadores, y perfumada. Los espesos cortinajes que cerraban la pantalla permitían apreciar tan bien la música que se podía oír hasta el sonido de fondo del disco. Es verdad que no había mucho repertorio y los temas nos sonaban bastante repetidos, aún así eran un regalo para nuestros oídos. Tenían un efecto relajante, un poco solemne y preparatorio para lo que íbamos a ver y vivir en la pantalla a continuación.
Entre las canciones que se escuchaban, una de ellas fue la que mas recuerdo me dejó durante mucho tiempo. Se llama “Ya tenemos tele”. Hacía un perfecto encaje con una aspiración y deseo que muchos teníamos durante aquellos años.
En Yecla eran pocos los hogares que disponían de una televisión. Eran los tiempos de ver el fútbol a través de los cristales de los escaparates de “José Mª el de los hierros”. Era el tiempo de los televisores en blanco y negro, que muchas veces interrumpían la emisión con las llamadas “rejas”. Y el tiempo de ir a casa de vecinos, amigos o conocidos para poder ver algún programa o serie que fuera de nuestro interés.
No hace mucho tiempo, por casualidad, llegó a mis manos el disco que contiene la canción que yo recordaba de esos tiempos. Un E.P. de cuatro temas de 1960. Destacaba en su portada la frase: “Nuevas Ideas de Luis Araque”. Me picó la curiosidad y me dediqué a investigar y “Tirando del hilo” encontré la biografía de un músico español muy polifacético.
Su nombre, Luis Araque, nacido en Zaragoza en 1914. Se doctoró en Medicina. Fue pianista, director musical, compositor de más de 400 temas; la mayor parte bailables. Fue poeta, escritor, director de la revista “Ritmo”, y fue directivo en la Sociedad General de Autores de España (S.G.A.E.). Tan aficionado al Jazz que escribió un libro sobre este género musical, titulado: ”Defensa de la Música de Jazz”(1946), en el que decía: “Amemos pues, la buena música; la que desprovista de concepciones matemáticas y artilugios de forma, nos hace sentir la misma o parecida emoción que el artista creador cuando la compuso. Esta es nuestra música: Llámese clásica; apellídese Jazz”.
En su faceta musical fue director de la Tuna Zaragozana. A el se debe el célebre título “Pasa la Tuna”. Sus canciones las interpretaron muchos cantantes, grupos y orquestas. Citaré a: Antonio Machín, Sara Montiel, José Guardiola, Jorge Sepúlveda, Lucho Gatica, Los Chavales de España y las Hermanas Fleta, entre otros muchos.
Tuvo una orquesta y coros a su cargo con los que realizo giras por Europa y América y grabó varios discos. Durante los años cuarenta fue director de orquesta y pianista en el espectáculo “Melodías de Color”, recorriendo España con Antonio Machín como figura principal.
El 17 de febrero de 1949 actuó en el Teatro Chapí de Villena, desconociendo si este espectáculo pasó también por Yecla, ya que no se han encontrado datos en diversos archivos investigados.
Este espectáculo acabó sus actuaciones a finales de 1949, separándose artísticamente y para siempre Luis Araque y Antonio Machín.
Entre los temas más conocidos de Luis Araque están: “No sé porqué te quiero” “Ya sé que tienes novio” “Mil besos” “Al recordar tu amor” “Siempre te amaré” y “A escondidas”. Esta última no llegó a cantarla Antonio Machín y la cantó Jorge Sepúlveda, obteniendo un gran éxito.
En su abundante discografía, no muy fácil de conseguir, abundan lógicamente los temas románticos, melódicos y pasodobles, cha-cha-chas, también música para niños, para anuncios publicitarios y grabaciones orquestales al estilo de Ray Conniff.
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También escribió libros sobre sus actividades profesionales. Falleció en 1971 (abril). En ese momento era médico de la S.G.A.E. y Consejero y Director de su Sección Musical.
Justo Soriano Aliaga.