SENDAS ENTRÓPICAS. Palabras en Música.

Por Silvia Olivero Anarte.

Ante la pregunta ¿Qué pueden encontrar los lectores en Sendas Entrópicas? me tomé unos segundos de reflexión en busca de las palabras adecuadas, palabras que en mi mente se tornan ritmos y melodías, de manera inevitable, como imperativo vital. La respuesta, sin embargo, no se hizo esperar: La vida a través de la música.

­Como directora de orquesta, compositora y docente musical, la música no sólo forma parte de mi vida, sino que atraviesa mi piel, cada una de mis células, mis hormonas, mis neuronas, mi sistema circulatorio… y acompasa mi respiración. De este modo, todo lo expresado en este libro está íntimamente conectado con la música, ya sea por el contenido o por el modo de ser expresado.

Sendas Entrópicas nace como una recopilación de artículos publicados a través de estos últimos años en revistas culturales, digitales y físicas: cademontaigne.com, Revista Diapasón, Revista Sur-Literatura y Revista Intermezzo. La Editorial Algorfa apostó por la publicación de cuatro libros que tienen en común la compilación de textos divulgados virtualmente con planteamientos filosóficos, cuyos autores estamos conectados a través de la revista cafemontaigne.com. Mi “criatura” es el cuarto de ellos, al cual llamaron la cuarta pata del banco. De este modo, Antonio Sánchez Millán, José Olivero Palomeque, Rafael Guardiola Iranzo y quien firma este texto, confluimos en esta cultural aventura.

La entropía, en termodinámica, representa la medida del desorden de un sistema. No pretendo ahondar en definiciones científicas, pero sí explicar el por qué del nombre del libro. La entropía se halla asociada con el caos, germen de la creatividad, estado en el que me siento absolutamente cómoda y que, de algún modo, me define y representa la senda que traza mi propia vida.

Como cualquier obra musical, es esencial una estructura que aporte solidez al libro. De modo que, adoptando la forma musical de una suite o partita, he agrupado los artículos por temática o finalidad, conformando un todo unitario en el que la entropía nos dirige hacia la luz a través de las palabras. La heterogeneidad de lo expresado en este libro compone las huellas que la música y mi propia vida han dejado grabadas a modo de delirio, reflexión, investigación y poesía.

He tenido la fortuna de que mi amigo Francisco Martínez González, catedrático de musicología en el Conservatorio superior de Málaga, persona a la que admiro desde mi juventud, aceptase prologar el libro. Tras esta afectiva apertura de telón y un preludio propio, los diferentes movimientos de esta suite lo conforman seis secciones:

Delirios Musicales: Diez pequeñas narraciones, de cierta naturaleza onírica, que han ejercido de catarsis en determinados momentos como el perturbador confinamiento, consecuencia de la terrible pandemia que vivimos no hace tanto, como Delirio virtual o La reja en la mirada. Otros son imágenes que nacen de alguna inspiradora frase, Mi yo dormido, o Si fuera araña, en la que acabo tejiendo la polifonía de Juan Sebastián Bach, o nacen de alguna alocada experiencia personal, tal como El océano está en Sol Mayor o experiencias ajenas, como las de La anciana clave de sol.

Tripas Musicales: Tres profundizaciones musicales en los que trato elementos compositivos en la obra de Juan Sebastian Bach: sobre la gematría, la retórica en la Cantata del café y el homenaje que hago a mi maestro José Raso del Molino, recreando el modo, cómico y casi escénico, en que nos explicaba la estructura de la fuga.

Paseos Musicales: Cuatro textos musicológicos creados a partir de un hilo conductor propio, haciendo confluir la música con otras manifestaciones artísticas como la pintura, el ballet o la poesía, esta última a través de la obra de Mario Benedetti.

Reflexiones: Dos meditaciones de carácter filosófico, sin pelos en la lengua, sobre mi concepción de La verdad en la creación musical y una crítica sobre la falta de apoyo hacia la educación musical y la fundamentación de la importancia de la misma, en Cultura, música y educación. Una cuestión de estado.

Reconstruyendo la memoria: Mi senda musical y vital me ha llevado, como destino ineludible, al compromiso social de sacar a la luz una parte del pasado musical que ha sido borrada de los libros de historia, con las negativas consecuencias que ha tenido en el desarrollo de las mujeres en la música por la ausencia de unos referentes que, sin embargo, Sí han existido. Esta sección contiene la investigación en hemeroteca de la presencia en la prensa de su tiempo de las compositoras Luisa Casagemas y María Rodrigo, que compartieron escenarios con los grandes músicos de su tiempo. Así mismo hay cinco artículos más en los que salen a la luz otras compositoras españolas de principios del siglo XX, del siglo XXI, y los monográficos dedicados a Ida Gotkovsky y Marianna von Martinez.

Coda. Concluyo relajando, buscando el reposo conclusivo de esta gran estructura, con cuatro poemas en los que afloran, entre otros sentimientos, Schubert y el Silencio.

Más allá de las particularidades individuales de cada sección y de cada artículo, la música, en ostinato, conforma el hilo conductor. Música que en nuestra vida reconocemos a través de los sonidos y, en esta ocasión, he tenido la osadía de plasmar a través de las palabras, en una entropía en la que el caos nos unifica al ser compartida.

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